Por Cristiane Sampaio. Resumen Latinoamericano, 24 de abril de 2021.
El «Impacto de esta medida es terrible», denuncia activista sobre las 200.000 unidades habitacionales que se verán paralizadas en mayo.
La política de vivienda sufrió otra importante recorte presupuestario esta semana. El presidente Jair Bolsonaro redujo R $ 1,5 mil millones en fondos del área. Los recortes apuntan específicamente a la llamada “pista 1” del programa Casa Verde e Amarela, un intento de reeditar Minha Casa, Minha Vida. Tras la medida, ahora solo R $ 27 millones para las acciones de este año.
La Banda 1 cubre a las personas más vulnerables con un ingreso familiar de hasta R $ 1,8 mil, grupo que no puede acceder a pólizas de crédito en el mercado de financiamiento de viviendas. Es en este segmento donde se concentra alrededor del 80% del déficit habitacional en Brasil.
Como consecuencia del recorte del gobierno, más de 200 mil viviendas aún en construcción debieran paralizar sus sitios de construcción a partir de mayo, cuando no habrá más fondos para las obras.
“El impacto de esto es una película de terror”, dice la militante Evaniza Lopes, de la Unión de Movimientos por la Vivienda (UMM), al mencionar que el país tiene contratados proyectos de construcción en curso entre 2016 y 2018.
“Cuando contratas una obra, contratas el valor total de la misma. La liberación de los fondos se realiza a plazos. El gobierno no puede romper un contrato y simplemente decir ‘mira, te contraté para recibir R $ 30 millones, pero este año recibirás solo R $ 5 millones y el resto del año te quedarás sin nada’. Es una situación caótica”.
El ámbito de la política habitacional ha sufrido, en los últimos años, una creciente asfixia presupuestaria. Entre 2019 y 2020, por ejemplo, la zona sufrió recortes de más del 40%. En agosto del año pasado, el gobierno de Bolsonaro señaló que el programa no recibiría fondos para nuevos contratos habitacionales destinados a los más pobres, restringiéndose a los procesos ya en marcha.
“La política de Guedes es esta: sacar a los pobres del presupuesto. No hay nada más explícito que recortar las políticas sociales que atienden a familias de muy bajos ingresos. Esta es la política neoliberal de cortar el derecho a la vivienda. La gente ya no tiene derechos y el Estado se lava las manos en eso”, critica Evaniza, enfatizando que la agenda de reducción de inversiones amplía el contingente de personas en riesgo.
“Paralelamente, la gente está siendo desalojada, ya sea por falta de pago de la renta por desempleo o porque, al ser desalojada y no poder pagar la renta, la gente ocupará zonas y sufrirá la recuperación. Caos, precisamente en la pandemia. Y el lema de la pandemia, ¿cuál era? ‘Quédate en casa’. Y ahora viene el gobierno y señala que la gente no va a tener casa ‘”.
El presidente de la Asociación Brasileña de la Industria de la Construcción Civil (Cbic), José Carlos Martins, dijo, el pasado viernes 23 de abril, que el recorte presupuestario en los fondos de las obras compromete 250 mil empleos directos en el sector.
Fuente: Brasil de Fato