Resumen de Medio Oriente, 5 de abril de 2021
- Soldados de EE.UU. en una base militar al norte de Mosul (Irak), 4 de enero de 2017. (Foto: Reuters)
Un clérigo iraquí urge la retirada de las fuerzas de ocupación de EE.UU. del territorio iraquí y dice que Washington no debería tener ninguna base militar en Irak.
El líder del Movimiento de Sabiduría Nacional de Irak, Seyed Amar al-Hakim, consideró el domingo como un gran desafío para Irak la presencia de las fuerzas estadounidenses.
El prominente líder político iraquí subrayó que “la soberanía territorial de Irak se completará una vez que las tropas estadounidenses se retiren”, y criticó la injerencia desde el extranjero en asuntos internos de Irak.
Además, dijo que “Washington no debería tener ninguna base militar permanente” en Irak.
Por su parte, el portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak (Kataeb Hezbolá), Yafar al-Huseini, también insisto el domingo en la retirada de las fuerzas extranjeros del suelo iraquí y dijo que el pueblo iraquí está decidido a poner fin a la presencia de los ocupantes estadounidenses. Al-Huseini agregó que la Resistencia iraquí seguirá presionando a Estados Unidos para que abandone Irak.
Estas declaraciones se produjeron en la misma jornada en que dos asaltantes desconocidos apuntaron con cohetes contra la base aérea Al-Balad, al norte de Bagdad (capital iraquí), donde alberga a contratistas estadounidenses.
Los ataques a las instalaciones militares y diplomáticas norteamericanas se han aumentado significativamente en los últimos meses mientras que los iraquíes elevan cada vez más las voces que exigen la salida de las tropas invasoras de EE.UU.
La indignación popular crece cada vez más en el país árabe después de que se destapara la implicación de las fuerzas norteamericanas en distintos actos desestabilizadores en el territorio iraquí, incluido el apoyo a terroristas y ataques a posiciones de las fuerzas populares que luchan contra el terrorismo.
Entretanto, las fuerzas iraquíes han advertido que una de sus prioridades es la expulsión de las tropas ocupantes y, si las tropas norteamericanas no se marchan, “atacarán los intereses” de EE.UU. en Irak.