Resumen de Medio Oriente, 7 de abril de 2021.
En medio del sostenido crecimiento de casos que azota al mundo, Pfizer decidió detener los envíos de vacunas hacia Israel luego de haber denunciado una demora en los pagos. Según publicó The Jerusalem Post, las autoridades de la farmacéutica estadounidense advirtieron que el país no transfirió el dinero correspondiente a las últimas 2,5 millones de dosis, por lo que decidieron interrumpir la entrega de 700.000 vacunas que debían arribar este domingo. De acuerdo a lo difundido, Pfizer calificó la conducta israelí como de «república bananera».
El diario israelí informa que «altos funcionarios de Pfizer manifestaron que están muy preocupados porque el actual gobierno de transición no les paga y que la empresa no va a permitir que se aprovechen de ella». También consigna que «no entienden cómo esto puede ocurrir en un país organizado».
Todo el incidente se da en medio de una situación en que Israel llevó adelante la más abarcativa campaña de vacunación en todo el mundo, gracias al privilegiado acceso a la vacuna. El laboratorio que ahora lo llama «república bananera», explicó en su momento que le concedió semejante cantidad de vacunas porque el país ofreció a cambio libre acceso a su centralizado sistema de salud, lo que le permitiría a Pfizer enormes ahorros en su investigación clínica sobre los efectos de su producto.
Además, por supuesto, de que Israel, como lo consigna el Jerusalem Post, aceptó pagar «un precio mucho más alto por cada dosis que cualquier otro país». En el caso argentino, el laboratorio impuso condiciones especiales para garantizarse tanto el cobro como la indemnidad encaso de litigios judiciales. Aunque el Ministerio de Salud llegó a cerrar acuerdos con las autoridades locales de Pfizer, estos fueron desechados por la conducción mundial de la empresa. Los funcionarios evalúan que la decisión tuvo más que ver con el faltante mundial de vacunas que con la negociación en sí.
De acuerdo a la información aportada por altos funcionarios de la farmacéutica, ya se completaron todas las entregas a Israel comprometidas en el acuerdo inicial de noviembre de 2020. «La compañía está trabajando actualmente con el gobierno israelí para actualizar el acuerdo, para suministrar vacunas adicionales al país. Mientras continúe este trabajo, los envíos pueden ajustarse«, dijo Pfizer en un comunicado. El Ministerio de Salud no quiso comentar sobre la declaración.
Lo que ocurrió, explicó la empresa, fue que si bien Israel pagó las 10 millones de dosis pautadas en ese primer acuerdo, en febrero el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, llegaron a un nuevo acuerdo para suministrar al país dosis adicionales. El retraso en los pagos de estas últimas vacunas habría desatado la decisión de la farmacéutica de detener los envíos.
Según el periódico israelí, el Ministerio de Salud Yuli Edelstein viene presionando a las autoridades para que aprueben la compra de nuevas vacunas. Tras algunas conversaciones, el gobierno había programado una reunión para el lunes pasado, que finalmente decidió posponerse «indefinidamente» por un conflicto entre Netanyahu y el líder del partido opositor Partido Kajol-Laban, Benny Gantz.
La reunión fue cancelada por Gantz, luego de que Netanyahu se negara a aprobar su nombramiento como ministro permanente de Justicia, ya que su mandato como ministro terminó el 2 de abril, tres meses después de que asumiera el cargo en lugar de Avi Nissenkorn, quien había dimitido.
Yuli Edelstein intentó vanamente este domingo persuadir a Gantz para retomar las negociaciones y poder seguir adelante con el acuerdo de Pfizer. «Si esta reunión es tan urgente para Edelstein», dijo un portavoz de Gantz, «todo lo que tiene que hacer es llamar al primer ministro Netanyahu y pedirle que nombre un ministro de justicia».
La oficina de Gantz afirmó, además, que la compra de los 2,5 millones de vacunas ya estaba aprobada y que cualquier retraso en el pago era responsabilidad del Ministerio de Salud. También recordó que el país ya había comprado 27 millones de dosis, que incluyen vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, «que deberían ser suficientes para el futuro cercano».
Mientras tanto, a los funcionarios de salud les preocupa que Israel pierda la oportunidad de comprar las vacunas. El comisionado de coronavirus, el profesor Nachman Ash, dijo al Post que si Israel no firma rápidamente los contratos necesarios, es posible que no pueda vacunar a sus niños o proporcionar a los ciudadanos inyecciones de refuerzo contra las variantes más resistentes a la vacuna.
«Existe una competencia real para comprar vacunas en países de todo el mundo», advirtió Ash en una entrevista la semana pasada. “Queremos reservar nuestro lugar en la parte superior de la lista y no ser empujados hasta el final para que no podamos obtenerlas cuando más se necesitan”, insistió.