México. Tras ocho días de plantón, familias de Guerrero logran ser reconocidas como víctimas de desplazamiento

Méxi­co. Tras ocho días de plan­tón, fami­lias de Gue­rre­ro logran ser reco­no­ci­das como víc­ti­mas de desplazamiento

Eri­ka Lozano /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 13 de abril de 2021

Las fami­lias des­pla­za­das de Gue­rre­ro logra­ron ser inte­gra­das en el Regis­tro Nacio­nal de Víc­ti­mas (RENAVI), tras pasar ocho días en un plan­tón afue­ra de la Secre­ta­ría de Gober­na­ción (Segob) en la Ciu­dad de Méxi­co. Las fami­lias pro­ve­nien­tes de los muni­ci­pios de Leo­nar­do Bra­vo y Zitla­la, en el esta­do de Gue­rre­ro, seña­la­ron en rue­da de pren­sa que segui­rán exi­gien­do a las auto­ri­da­des su dere­cho a ser reubicadas.

La prin­ci­pal deman­da de las fami­lias des­pla­za­das es la reubi­ca­ción. Seña­la­ron que Segob se com­pro­me­tió a rea­li­zar explo­ra­cio­nes en cam­po fue­ra del esta­do de Gue­rre­ro, y “en cuan­to encuen­tren un lugar segu­ro, que no pon­ga en ries­go a las fami­lias”, dije­ron, serán reubi­ca­das. Ade­más, Segob acor­dó rea­li­zar cam­pa­ñas de salud para las fami­lias e incor­po­rar­las a pro­gra­mas socia­les pertinentes. 

Las fami­lias deman­da­ron que las auto­ri­da­des corres­pon­dien­tes atien­dan el pro­ble­ma de segu­ri­dad en sus muni­ci­pios, así como la des­apa­ri­ción de per­so­nas en Chi­la­pa, Guerrero.

Teo­do­mi­ra Rosa­les, inte­gran­te del Cen­tro de Defen­sa de Dere­chos Huma­nos More­los, expli­có que en una reu­nión con Segob exi­gie­ron becas para la edu­ca­ción de los niños y niñas, quie­nes “han sufri­do reza­go edu­ca­ti­vo”, como con­se­cuen­cia del des­pla­za­mien­to. Ade­más, soli­ci­ta­ron con­di­cio­nes para seguir tra­ba­jan­do el cam­po y deman­da­ron que las auto­ri­da­des “cum­plan y que no sean pro­me­sas como siem­pre”, pues recor­dó que en el 2019 fir­ma­ron acuer­dos con la Secre­ta­ría que no se respetaron.

Rosa­les ase­gu­ró que ocho per­so­nas falle­cie­ron por fal­ta de aten­ción médi­ca, ade­más de que las fami­lias des­pla­za­das han sufri­do estra­gos de salud, tales como depre­sión, enfer­me­da­des que no han sido aten­di­das, y “sufren al saber que quie­nes les des­pla­za­ron cose­chan lo que ellas sembraron”.

“Vamos a seguir exi­gien­do que cum­plan los acuer­dos, hay mucha gen­te que nece­si­ta ayu­da y aún fal­tan per­so­nas por incor­po­rar al Regis­tro Nacio­nal”, expli­có una de las muje­res des­pla­za­das de la comu­ni­dad de Leo­nar­do Bra­vo, quien por segu­ri­dad no dijo su nom­bre. Ase­gu­ró que de no cum­plir­se los acuer­dos por par­te de las auto­ri­da­des, las fami­lias des­pla­za­das regresarán.

FUENTE: des­In­for­me­mo­nos

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