Nuestramérica. Elecciones en Bolivia, Ecuador y Perú: resultados inesperados

Nues­tra­mé­ri­ca. Elec­cio­nes en Boli­via, Ecua­dor y Perú: resul­ta­dos inesperados

Por Juan Guahán, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 18 de abril de 2021.

Los resul­ta­dos elec­to­ra­les de Boli­via, Ecua­dor y Perú pre­fi­gu­ran un futu­ro impre­vi­si­ble. En medio de la pan­de­mia el gobierno pone más pla­ta en pagar al FMI que en la salud. Res­tric­cio­nes y con­flic­tos con gober­na­do­res. Chi­na y EEUU cor­te­jan y pre­sio­nan a la Argentina.

Este domin­go pasa­do, en 3 paí­ses de Nues­tra Amé­ri­ca, hubo elecciones.

Es sabi­do, que sin la pre­sen­cia gra­vi­tan­te de pode­ro­sas y orga­ni­za­das fuer­zas socia­les, es difí­cil que las elec­cio­nes pro­duz­can cam­bios sus­tan­cia­les en favor de los pue­blos que las rea­li­zan. De todas mane­ras ellas son muy impor­tan­tes por­que dan indi­cios sobre las ten­den­cias exis­ten­tes al inte­rior de esas sociedades.

En cada caso las con­vo­ca­to­rias eran dife­ren­tes, lo que será bre­ve­men­te con­si­de­ra­do. En tér­mi­nos gene­ra­les había un alto gra­do de incer­ti­dum­bre que ter­mi­nó en resul­ta­dos bas­tan­te ines­pe­ra­dos. En los 3 paí­ses don­de se votó el domin­go está la mayor pre­sen­cia indí­ge­na en esta región.

BOLIVIA Y UN LLAMADO DE ATENCIÓN A EVO Y AL MAS

Es bueno recor­dar que Evo Mora­les fue obli­ga­do a renun­ciar (18÷11÷2019) por un Gol­pe de Esta­do. El movi­mien­to popu­lar resis­tió a esa medi­da y obli­gó con­vo­car a nue­vas elec­cio­nes. Éstas se rea­li­za­ron el 18/​10/​2020 y el Movi­mien­to al Socia­lis­mo (MAS) vol­vió a ganar con más del 55% de los votos. El 7 de mar­zo se reali­zó la pri­me­ra vuel­ta de las elec­cio­nes sub­na­cio­na­les, para ele­gir auto­ri­da­des loca­les, en los 9 Depar­ta­men­tos (pro­vin­cias) de Boli­via. Allí el MAS se impu­so ‑de un modo defi­ni­ti­vo- en 3 Depar­ta­men­tos (Cocha­bam­ba, Oru­ro y Poto­sí) y la opo­si­ción en 2 (Beni y San­ta Cruz). El domin­go pasa­do se votó en segun­da vuel­ta en los otros 4 Depar­ta­men­tos y el MAS fue derro­ta­do en todos ellos; en 3 (Chu­qui­sa­ca, Pan­do y Tari­ja) gana­ron par­ti­dos de dere­cha o fuer­zas loca­les de opo­si­ción y en el res­tan­te La Paz, triun­fó un can­di­da­to de izquier­da, disi­den­te con Evo y la con­duc­ción del MAS.

Esos resul­ta­dos dejan el siguien­te pano­ra­ma: la opo­si­ción de dere­cha que tenía 3 Depar­ta­men­tos aho­ra gobier­na 5; el MAS que tenía 6 lo hará en 3 y otra fuer­za de izquier­da gober­na­rá La Paz.

Esa pér­di­da de fuer­zas del MAS tie­nen que ver con la fal­ta de auto­crí­ti­ca de Evo, cuan­do regre­só del exi­lio, por no haber avan­za­do lo sufi­cien­te duran­te su gobierno y por su pre­ten­sión de ejer­cer el “deda­zo” para ele­gir candidatos.

ECUADOR, DILEMA PROGRESISTA: GANAR SIN CORREA NO SE PODÍA, CON CORREA TAMPOCO

Hubo segun­da vuel­ta en Ecua­dor. El can­di­da­to pro­gre­sis­ta ‑Andrés Arauz- detrás del cual se halla­ba Rafael Correa, quien por más de 10 años (2007÷2017) fue­ra Pre­si­den­te, se había impues­to en la pri­me­ra vuel­ta. Ese can­di­da­to, en las elec­cio­nes del pasa­do 7 de febre­ro, había reu­ni­do el 32,7% de los votos; aven­ta­jó al ban­que­ro libe­ral Gui­ller­mo Las­so, que sólo alcan­zó el 19,7%; éste había supe­ra­do por unos pocos votos al can­di­da­to indí­ge­na Yaku Pérez, que es acu­sa­do ‑por los pro­gre­sis­tas- de haber­se “ven­di­do” a la CIA, quien obtu­vo el 19,4% de los votos; el cuar­to lugar, con el 15,7%, lo ocu­pó un can­di­da­to social­de­mó­cra­ta. Todo pare­cía estar a la medi­da para el triun­fo del can­di­da­to pro­gre­sis­ta pro­pues­to por Correa. 

Pero ‑como sue­le ocu­rrir- en los plie­gos de la reali­dad sue­le escon­der­se algo ines­pe­ra­do. Así fue como, en la segun­da vuel­ta, Las­so dio el “bata­ca­zo” des­con­tan­do los 13 pun­tos de ven­ta­ja que le saca­ra Arauz y lo derro­tó por 5 pun­tos. Ese cam­bio en el esta­do de áni­mo tuvo varias cau­sas. Entre las más impor­tan­tes cabe seña­lar el cam­bio en el voto indí­ge­na, cuya adhe­sión le había per­mi­ti­do a Correa rotun­dos triun­fos ante­rio­res. Más allá de las acu­sa­cio­nes a pas­to­res evan­gé­li­cos y diri­gen­tes abo­rí­ge­nes, lo cier­to es que los indí­ge­nas tuvie­ron sus razo­nes para no apor­tar su apo­yo masi­vo al can­di­da­to progresista.

Las rebel­días indí­ge­nas, a fines del siglo pasa­do, con­tri­bu­ye­ron a incre­men­tar la cri­sis polí­ti­ca exis­ten­te y favo­re­cie­ron la apa­ri­ción, triun­fo y con­so­li­da­ción elec­to­ral del emer­gen­te que fue Correa. Con el paso del tiem­po esa situa­ción se fue modi­fi­can­do y los con­flic­tos entre gobierno e indí­ge­nas comen­za­ron a tomar cuer­po. Los pue­blos ori­gi­na­rios se con­si­de­ra­ron defrau­da­dos por algu­nas accio­nes del gobierno. Ellas gira­ron, en la región de la Sie­rra, sobre ‑lo que con­si­de­ra­ron- la entre­ga de recur­sos natu­ra­les o bie­nes comu­nes, gene­ran­do el pro­ble­ma del acce­so al agua como tema cen­tral. En la Ama­zo­nia fue­ron las polí­ti­cas extrac­ti­vis­tas, en torno a hidro­car­bu­ros y mine­ría, los mayo­res pun­tos de fricción. 

Estas dife­ren­cias, con el correís­mo, cre­cie­ron e influ­ye­ron en la deci­sión de líde­res indí­ge­nas como Yaku Pérez de mani­fes­tar su volun­tad de anu­lar el voto, cri­te­rio que fue segui­do por más de 1,7 millo­nes de ecua­to­ria­nos. Esas volun­ta­des, jun­to a los votos en blan­co, fue­ron la opción elec­to­ral con mayor adhe­sión, con los resul­ta­dos señalados. 

El correís­mo que puso de pie la can­di­da­tu­ra de Arauz ter­mi­nó sien­do el ele­men­to que más con­tri­bu­yó a impe­dir su lle­ga­da a la presidencia.

PERÚ: RESULTADO IMPREVISTO, FUTURO IMPREVISIBLE

En Perú la cri­sis social no es dife­ren­te al res­to de la región y la pri­me­ra vuel­ta de las elec­cio­nes (con 18 can­di­da­tos pre­si­den­cia­bles) dan cuen­ta de una socie­dad pro­fun­da­men­te frag­men­ta­da con una repre­sen­ta­ción polí­ti­ca des­he­cha. Da una idea de ello el hecho que las figu­ras que defi­ni­rán la pró­xi­ma pre­si­den­cia, en la segun­da vuel­ta del 6 de junio, obtu­vie­ron: Pedro Cas­ti­llo el 19,1% y Kei­ko Fuji­mo­ri el 13,3% de los votos. Cabe agre­gar que Cas­ti­llo ‑un maes­tro rural cali­fi­ca­do como anti­sis­te­ma- tenía, hace 60 días atrás, una expec­ta­ti­va de voto del 2% y que Kei­ko defi­ne en junio si va a ocu­par el sillón de la pre­si­den­cia o ter­mi­na­rá en la cel­da de una cár­cel que ya ocu­pó duran­te 18 meses, acu­sa­da de corrupción.

Has­ta hace pocas sema­nas atrás la muy reac­cio­na­ria dere­cha perua­na pare­cía tener el futu­ro en sus manos. Su mayor pro­ble­ma era evi­tar que Veró­ni­ka Men­do­za, can­di­da­ta de una izquier­da ‑social-demó­cra­ta, blan­ca y muy mode­ra­da- pudie­ra acce­der a una impre­vi­si­ble segun­da vuel­ta. Sobre ella con­cen­tró todo su poder de fue­go y logró su obje­ti­vo. Men­do­za fue sex­ta con el 7,8% de los votos, pero no vie­ron venir al Perú pro­fun­do. Ese que vie­ne pelean­do con­tra la polí­ti­ca extrac­ti­vis­ta, el mis­mo que no tie­ne agua, dere­chos, ni futuro.

Lue­go de varias vuel­tas y can­di­da­tu­ras obje­ta­das lle­gó el momen­to de Cas­ti­llo, mes­ti­zo y maes­tro rural, miem­bro de esa auto­de­fen­sa que son las “ron­das cam­pe­si­nas”, diri­gen­te de una huel­ga docen­te que hace unos años y por 3 meses dejó sin escue­las a la mayor par­te de Perú. Sin mayo­res estri­den­cias, ni recur­sos, con el lápiz y som­bre­ro de paja como sím­bo­los, muchas veces mon­ta­do sobre mulas, yeguas o caba­llos, reco­rrió casi todo el Perú. Bas­tan­te menos la Cos­ta, asien­to de la cul­tu­ra occi­den­tal y neo libe­ral ‑con algu­nos ropa­jes de izquier­da- que son la ima­gen del Perú más difun­di­do. Cas­ti­llo ape­ló al len­gua­je y a muchas expre­sio­nes cul­tu­ra­les del Perú pro­fun­do, del cam­pe­si­na­do, los indios y las luchas con­tra la mega­mi­ne­ría, las mis­mas que los pode­res de esa socie­dad tre­men­da­men­te des­igual tra­tan de igno­rar, aun­que hayan gana­do gobierno loca­les y regio­na­les. A Cas­ti­llo, pri­me­ro lo nin­gu­nea­ron, cuan­do su can­di­da­tu­ra cre­ció ya era tarde.

Sus pro­pues­tas apa­re­cen como con­tra­dic­to­rias. Están hechas con pro­fun­das afir­ma­cio­nes anti­sis­té­mi­cas que la izquier­da tra­di­cio­nal y la “nue­va izquier­da” urba­na no se habían ani­ma­do a pro­po­ner. Entre ellas figu­ran: Cobrar un sala­rio igual al de los docen­tes; reba­jar a la mitad los sala­rios de los legis­la­do­res; plan­tear un “Esta­do Socia­lis­ta” con una “eco­no­mía popu­lar con mer­ca­do”; con un Esta­do que com­pe­ti­ría con empre­sas pri­va­das; con esas carac­te­rís­ti­cas, pro­po­ne mul­ti­pli­car las nacio­na­li­za­cio­nes en mate­ria: Mine­ra, petro­le­ra, hidro­car­bu­rí­fe­ra, comu­ni­ca­cio­nal. Ade­lan­tan­do que si el Par­la­men­to, don­de con­flu­yen 11 fuer­zas polí­ti­cas, no acep­ta esas medi­das y la Refor­ma Cons­ti­tu­cio­nal que aspi­ra rea­li­zar, disol­ve­rá al Par­la­men­to. En cues­tio­nes cul­tu­ra­les Cas­ti­llo asu­me las posi­cio­nes de sec­to­res cam­pe­si­nos e indí­ge­nas, de los cua­les pro­vie­ne gran par­te de su fuer­za, tal vez allí encuen­tre expli­ca­ción su no apro­ba­ción del abor­to, ni del matri­mo­nio igua­li­ta­rio, mien­tras que su par­ti­do defien­de el pro­ta­go­nis­mo y la par­ti­ci­pa­cion acti­va de las muje­res. Una expli­ca­ción a esta pers­pec­ti­va de Cas­ti­llo es posi­ble que la poda­mos encon­trar en las reac­cio­nes a las este­ri­li­za­cio­nes for­za­das, como ins­tru­men­to del con­trol de nata­li­dad, a las que fue­ron some­ti­das las muje­res de esos sec­to­res duran­te los últi­mos años del gobierno de Fuji­mo­ri (padre). Una Comi­sión Inves­ti­ga­do­ra deter­mi­nó que las mis­mas alcan­za­ron los 350 mil casos.

Si el resul­ta­do elec­to­ral de la pri­me­ra vuel­ta fue impre­vis­to, la segun­da vuel­ta se pre­sen­ta aún más impre­vi­si­ble. Allí Cas­ti­llo com­pe­ti­rá con la diri­gen­ta con­ser­va­do­ra Key­ko Fuji­mo­ri, hija de aquel gober­nan­te ‑hoy pre­so por corrup­to- que ter­mi­nó for­ta­le­cien­do el poder con­ser­va­dor. Des­pués se verá si esa fra­seo­lo­gía anti­sis­té­mi­ca de Cas­ti­llo se podrá com­pro­bar en la reali­dad. El tiem­po dirá si ella mori­rá en las pala­bras o se tra­du­ci­rá en hechos concretos.

2021 – ESTE AÑO SE PUSO MÁS PLATA EN EL FMI QUE EN EL COVID

Para los tiem­pos que corren es sabi­do que eco­no­mía y salud son las dos cues­tio­nes más impor­tan­tes. Para ser más pre­ci­sos, la eco­no­mía está deter­mi­na­da por lo que pase con el FMI y la salud con la evo­lu­ción de Covid 19. Es por eso que lla­man la aten­ción los datos del Minis­te­rio de Eco­no­mía según los cua­les en el pri­mer tri­mes­tre de este año por cada peso inver­ti­do en el sis­te­ma de salud, se des­ti­na­ron 1,34 pesos para pagos por intere­ses de la deu­da públi­ca, par­ti­cu­lar­men­te al FMI. Se dis­pu­sie­ron 1339 mil millo­nes de dóla­res para pagar esas cuen­tas y mil millo­nes para salud. Así son los cru­dos núme­ros de la reali­dad ofi­cial en medio de esta bru­tal pan­de­mia. Pagar deu­das, muchas veces frau­du­len­tas, sigue sien­do la prio­ri­dad. ¡Des­pués no nos quejemos! 

Se pue­den cerrar estas refle­xio­nes con la men­ción a otras dos situa­cio­nes que están en pleno y que ocu­pa­rán los prin­ci­pa­les títu­los de los pró­xi­mos meses.

Una tie­ne que ver con la deci­sión del Pre­si­den­te de orde­nar las nue­vas res­tric­cio­nes al AMBA (Capi­tal Fede­ral y Gran Bue­nos Aires). situa­ción que gene­ra muchas resis­ten­cias, par­ti­cu­lar­men­te en lo que sig­ni­fi­ca sus­pen­der la pre­sen­cia­li­dad en las escue­las. Ante la olea­da de resis­ten­cia el Pre­si­den­te anun­ció una medi­da que es moti­vo de más con­tro­ver­sias. Se tra­ta del pago de un bono de 15 mil pesos a quie­nes reci­ban algu­na Asig­na­ción uni­ver­sal por hijos (AUH) y los mono­tri­bu­tis­tas de las cate­go­rías A y B. La con­di­ción es que los gober­na­do­res aca­ten y pon­gan en mar­cha las res­tric­cio­nes plan­tea­das por el Pre­si­den­te quien, eno­ja­do con los mis­mos, se ali­neó con Cris­ti­na . Peque­ño lío en el galli­ne­ro de la política.

La otra cues­tión es que sigue toman­do altu­ra la dispu­ta entre EEUU y Chi­na res­pec­to al tra­to con Argen­ti­na. Des­de el cris­ti­nis­mo con­ti­núan alen­tan­do las rela­cio­nes, nego­cios y acuer­dos con Chi­na. Des­de la cabe­za del Eje­cu­ti­vo atien­den defe­ren­te­men­te a los envia­dos de los EEUU, segu­ra­men­te nue­vos capí­tu­los ali­men­ta­rán estas sor­das dispu­tas, en medio de una situa­ción don­de el poder for­mal (Pre­si­den­te) va per­dien­do espa­cios, fuer­za y volun­tad fren­te al mayor por polí­ti­co de su vice (Cris­ti­na).

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