Por Noelia Cuenca*, TResumen Latinoamericano, 4 de abril de 2021.
Este impactante cuadro de caracter descriptivo fue hecho por el camarada Alberto Barrett y retrata uno de los episodios represivos más brutales de nuestra historia reciente conocido como la “Pascua Dolorosa”, ocurrido en abril de 1976.
Compartimos la descripción hecha por el propio autor para su exposición, facilitada por la compañera Cecilia, esposa de Alberto, como parte del valioso trabajo de cuidado y difusión que viene realizando de la obra del reconocido artista revolucionario y militante comunista nacido en Paraguay en 1934 y fallecido hace dos años en Argentina.
"La presente obra, de carácter descriptivo, llamada Pascua Dolorosa, fue realizada al conmemorarse los 40 años de la represión llevada a cabo por la dictadura de Stroessner durante la Semana Santa de 1976. La represión se inició con el asesinato de Martín Rolón Centurión, el 4 de abril en su casa del barrio ApuꞋá de Lambaré, en los suburbios de Asunción. En la noche del 5 de abril se produjo un enfrentamiento en la casa de Mario Schaerer Prono y Guillermina Kanonnicoff, en el barrio Herrera de Asunción, donde resultó asesinado Juan Carlos Da Costa, uno de los principales líderes de la OPM (Organización 1° de Marzo). Mario y su esposa embarazada lograron escapar refugiándose en el colegio San Cristóbal, a unas cuadras de allí, donde enseñaba. Al amanecer el cura responsable del colegio los entregó a la policía con la condición de que no fueran torturados. Mario fue torturado durante 5 días hasta la muerte. Guillermina fue torturada y trasladada a la cárcel de Emboscada donde dio a luz a su bebé. A continuación, la represión se extendió a Misiones donde se atropellaron las escuelas de las Ligas Agrarias Cristianas y las casas de los principales dirigentes, asesinando a un total de 24 personas. En el centro de la obra se puede ver el periódico Tatapirirí, de la OPM, el asesinato de Silvano Ortellado, el robo de su tractor y la violación de su hija. También el incendio de los cultivos y la muerte de una criatura atropellada por la ambulancia de la policía. En la zona derecha de la obra se puede apreciar el asesinato de los hermanos López, el atropello y asesinato de las Ligas Agrarias en el bosque y el asesinato de Dionisio Rodas, mientras se encontraba trabajando en su chacra. La represión alcanzó a varios curas que fueron deportados. Una caravana de alrededor de mil personas fue conducida a la cárcel de Abraham Cue, donde padecieron todo tipo de torturas y posteriormente fueron derivadas a la cárcel de Emboscada, al norte de Asunción, donde permanecieron hasta fines de 1978."
Dos importantes enseñanzas de la Pascua Dolorosa
La represión stronista fue integral y aleccionadora. Fue parte de un criminal proyecto regional conocido como Plan Cóndor, dirigido por EEUU para destruir todo intento que se opusiera a su proyecto capitalista.
El objetivo de sembrar tan profundo las raíces del miedo hasta generar un trauma colectivo, era que nunca más nos atreviéramos a desarrollar propuestas de desarrollo social que pusieran en duda el orden dominante.
La vitalidad y el extraordinario poder que tiene la construcción colectiva históricamente es lo que ha generado mayor miedo a las minorías dominantes. Porque cuando esas experiencias de poder popular, tal como fueron las Ligas Agrarias, se desarrollan extendiéndose, los privilegios de los explotadores tienden inevitablemente a extinguirse. Por eso la ferocidad del enemigo no duda en usar toda su fuerza y su brutalidad para reprimir los proyectos sociales que desafían la acumulación de riquezas a costa de la pobreza.
Una importante enseñanza que nos deja la Pascua Dolorosa es que cuando llevamos adelante proyectos alternativos debemos tener en cuenta la reacción de quien se siente desafiado en sus privilegios. Y prepararnos para confrontarlo y derrotarlo.
Otra enseñanza cardinal, es que la memoria de coraje y dignidad de nuestros pueblos no puede ser borrada ni a sangre y fuego. Es un legado presente y un cimiento para el futuro que hace a la identidad cultural y que tiene una incidencia permanente en nuestras acciones como individuos y como sociedades. Es por eso que cuando el enemigo toma el poder, lo primero que hace es intentar destruir el pasado, cargar de olvido la historia. Y es por esa misma razón que aquellos luchadores y luchadoras que se opusieron al régimen fascista dirigido por Stroessner en Paraguay, son protagonistas de nuestra Memoria del Futuro.
Alberto Barrett y el arte revolucionario
Alberto Barrett, comunista de familia, fue nieto del anarquista Rafael Barrett, uno de los precursores del movimiento obrero paraguayo, hijo del camarada Alex Barrett y hermano de la camarada Soledad Barret. Alberto militó durante toda su vida. Radicado en Argentina, falleció en el 2018 a los 84 años, siendo activo militante de la Regional de Buenos Aires del Partido Comunista Paraguayo. Afrontó con mucho coraje y pasión los distintos frentes de batalla que le tocaron, con la firme convicción de la necesidad-posibilidad de una sociedad libre, sin opresores ni oprimidos. Sufrió cárcel y exilio en reiteradas ocasiones. Durante el Plan Cóndor, fue apresado y torturado por la dictadura argentina de Videla, siendo uno de los 5 sobrevivientes del Centro de Detención Clandestina, Tortura y Exterminio “Olimpo”.
Desde su rol de artista plástico, Alberto contribuyó también en la brigada de pintadas del Frente Unido de Liberación Nacional, propagando el ideario de resistencia contra el stronismo, así como en la más dura de las clandestinidades, salvando la vida de luchadoras y luchadores antidictatoriales de las más diversas identidades políticas en todo el Cono Sur, con la confección de más de 3000 documentos de identidad falsa para la resistencia, el resguardo y la libre circulación de perseguidas y perseguidos políticos.
Tal como expone el teórico marxista Adolfo Sánchez Vázquez, una idea central del famoso escrito de Lenin La organización del Partido y la Literatura del Partido, es que “en la vinculación del esfuerzo creador del escritor con las fuerzas sociales que luchan por una verdadera liberación social y humana, está la garantía de su propia liberación”. Está la garantía de su libertad para trabajar, para crear, para producir arte.
El camarada Alberto es un referente del arte revolucionario que aportó inmensamente a la construcción de nuestra Memoria del Futuro, haciendo realidad una de las premisas fundamentales del marxismo al definir la praxis como esa conjunción inseparable de la idea y la acción, capaz de trasformar la realidad.
*Fuente: Adelante!