Por Víctor Jara*, Resumen Latinoamericano, 12 de abril de 2021.
El lunes pasado, la defensa de la estudiante presa política Vivian Genes, presentó en el Juzgado Penal de Garantías el pedido de apelación a la prisión preventiva que pesa sobre la joven, solicitando una medida alternativa a la injusta prisión. A su vez, el pedido fue trasladado a la Fiscalía para que en un plazo de 24 horas emitiera su parecer. Luego de ello, el expediente debería de haber sido trasladado a la Cámara de Apelaciones para la correspondiente resolución del pedido, sin embargo, aunque el pedido de apelación de los otros dos jóvenes que estaban presos en cárceles sí llegó a la Cámara de Apelaciones, “llamativamente” el pedido de Vivan no llegó.
El hecho solo salió a la luz hoy, 9 de abril cuando la Cámara dio a conocer el dictamen que resuelve la prisión domiciliaria de Pedro y Luis, no así el de Vivian. Solo después de la protesta de la defensa, el pedido de apelación llegó efectivamente a la Cámara. Este “descuido” no es sino otra muestra clara de la persecución política y mediática que sufre Vivian, así como de la total y completa obsecuencia del sistema judicial a los grupos narcomafiosos que gobiernan el país.
La persecución y ensañamiento contra Vivian se dio desde el primer día, cuando los principales medios de comunicación, en una actitud corporativa, expusieron su imagen en cadena nacional ‑tergiversando los hechos- para culparla de la quema del local de la ANR, en el marco de una campaña de criminalización de las manifestaciones.
La presurosa acción tanto de la Fiscalía como del Juzgado Penal de Garantías en el caso de los jóvenes imputados, desentona abiertamente con los procesos lentos y estancados en contra de narcos y políticos. Hechos sumamente graves como el asesinato de Rodrigo Quintana, nada menos que en la sede del Partido Liberal y a manos de la policía; o los criminales hechos de corrupción en la administración de los recursos destinados a atender al precario sistema sanitario hoy se encuentra naufragando en los juzgados de un Estado totalmente secuestrado por intereses de clase.
El jueves santo pasado en una entrevista concedida a nuestro medio ya desde la Comisaría 12, Vivian Genes advertía sobre el carácter político del proceso judicial. “Yo soy una estudiante manifestándome, le pudo haber pasado a cualquiera de mis compañeros, pero lo que puedo decir es que hay que seguir organizándose, seguir presionando, porque por mucho que ahora ellos tengan la fuerza de la policía, del juzgado, la fuerza de decidir si es que hay vacunas o no, quienes se van a la cárcel o no y quienes viven bien y quienes no, vamos a ser siempre una fuerza que está resistiendo y esté dando opciones. Aunque yo me quede acá dos años o 20 años acá o en el Buen Pastor, van a venir más personas que piensen que esto no puede seguir así. Por mucho que a nosotros traten de acallarnos o encerrarnos, hay mucha gente también que se da cuenta de lo que está pasando y que va dar una respuesta“.
El día de ayer, decenas de organizaciones estudiantiles argentinas emitieron un comunicado conjunto de solidaridad “a las movilizaciones ocurridas en Paraguay ante la gestión del Presidente Mario Abdo Benitiez” donde además de solidarizarse con Vivian Genes, Pedro Areco y Luis Trinidad, repudiaron el asesinato de las niñas Lilian Mariana y María Carmen Villalba en manos del Estado paraguayo así como exigieron la aparición con vida de Carmen Elizabeth “Lichita” Oviedo, desaparecida en noviembre pasado en un operativo de la Fuerza de Tarea Conjunta.
Mientras tanto, estudiantes universitarios siguen acampando frente a la Comisaría 12 donde Vivian se encuentra bajo reclusión debido a la posibilidad de que sea trasladada a una penitenciaría del interior del país. Además, exigen su inmediata libertad y el cese de la criminalización de la protesta, en un contexto de aguda crisis sanitaria, social y económica.
*Víctor Jara es militante de la Juventud Comunista Paraguaya, Lic. en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad de Integración Latinoamericana (UNILA) y miembro de la Sociedad de Economía Política del Paraguay (Seppy).
**Fuente: Adelante!