Perú. Un país que le teme a un cam­pe­sino con lápiz

Por Ollan­tay Itzam­ná, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 29 de abril de 2021.

El pro­ce­so elec­to­ral actual que vive el Perú con miras a ele­gir al pró­xi­mo Pre­si­den­te del país, el 6 de junio, está deve­lan­do todas las mise­rias inte­lec­tua­les y mora­les del bicen­te­na­rio Perú ofi­cial. La oli­gar­quía perua­na, sus inte­lec­tua­les, opi­na­do­res, empre­sa­rios eva­so­res, reli­gio­sos, medios cor­po­ra­ti­vos… todos en gue­rra des­igual con­tra un cam­pe­sino con lápiz.

Las cir­cuns­tan­cias polí­ti­cas colo­can al elec­to­ra­do peruano en una dis­yun­ti­va inevi­ta­ble: u opta­mos por la cono­ci­da corrup­ción públi­ca u opta­mos por la dig­ni­dad pro­mi­so­ria. De eso se tra­ta el pró­xi­mo 6 de junio.

Kie­ko Fuji­mo­ri quie­re ser Pre­si­den­ta para evi­tar la cárcel

Kei­ko Fuji­mo­ri, can­di­da­ta pre­si­den­cial del Perú ofi­cial que aglu­ti­na a la oli­gar­quía nacio­nal, y a la gran mayo­ría de los lime­ños obnu­bi­la­dos por las pro­me­sas neo­li­be­ra­les que nun­ca les lle­ga, quie­re lle­gar al Pala­cio de Piza­rro para evi­tar entrar a la cár­cel por deli­tos de corrup­ción. El Minis­te­rio Públi­co del Perú pide 30 años de cár­cel para Kei­ko por deli­tos como orga­ni­za­ción cri­mi­nal, obs­truc­ción a la jus­ti­cia, entre otros.

Kei­ko Fuji­mo­ri, cuyo padre el dic­ta­dor Alber­to Fuji­mo­ri (quien pur­ga cár­cel por deli­tos de lesa huma­ni­dad) pri­va­ti­zó los prin­ci­pa­les bie­nes comu­nes del país, y cons­ti­tu­cio­na­li­zó el neo­li­be­ra­lis­mo en 1993, des­de los 19 años de edad ejer­ce fun­ción públi­ca con tufo a corrup­ción. Pro­me­te más neo­li­be­ra­lis­mo en un país que ago­ni­za por los nefas­tos impac­tos de dicho sistema.

Pedro Cas­ti­llo, un cam­pe­sino con lápiz en mano pro­me­te rever­tir el neoliberalismo

Pedro Cas­ti­llo, cam­pe­sino, maes­tro rural y diri­gen­te magis­te­rial, des­de las pro­fun­di­da­des del Ande peruano, con sus 51 años de edad, mate­ria­li­za la pro­me­sa de la “reser­va moral” y “orgullo/​dignidad nacio­nal” del Perú.

Pro­me­te revi­sar los con­tra­tos de pri­va­ti­za­ción, nacio­na­li­zar el gas de Cami­sea, cobrar impues­tos a las empre­sas, con­vo­car a una Asam­blea Cons­ti­tu­yen­te Popu­lar, renun­ciar a su sala­rio presidencial…

Las encues­tas elec­to­ra­les, que aho­ra sí hablan de Pedro Cas­ti­llo, reite­ran la impa­ra­ble supe­rio­ri­dad cre­cien­te de Cas­ti­llo sobre Kei­ko. Por más que los medios cor­po­ra­ti­vos pro Kei­ko se esfuer­za por ocul­tar las pla­zas y calles aba­rro­ta­das por segui­do­res de Cas­ti­llo, las redes socia­les, como el Face­book, evi­den­cian que en las redes socia­les y en el inte­rior del Perú Cas­ti­llo ya ganó las elecciones.

Ilu­sos y corrup­tos dis­pa­ran con­tra Pedro Castillo

En este con­tex­to abso­lu­ta­men­te incó­mo­do para la oli­gar­quía perua­na, todos los empre­sa­rios eva­so­res de impues­tos que se enri­que­cie­ron con los pro­ce­sos de pri­va­ti­za­cio­nes, inclu­so las y los lime­ños cla­se­me­die­ros ilu­sos que alar­dean hones­ti­dad inte­lec­tual y rec­ti­tud moral, aho­ra, cie­rran filas con­tra Pedro Cas­ti­llo acu­sán­do­lo de “radi­cal”, “des­es­ta­bi­li­za­dor de la demo­cra­cia” “terro­ris­ta”. ¡Inclu­so la izquier­da neo­li­be­ral le exi­ge a Cas­ti­llo mode­rar su pro­gra­ma de gobierno!

¡Lima vive una his­tó­ri­ca cons­ter­na­ción colec­ti­va jamás antes vis­ta en su his­to­ria ante el cre­ci­mien­to elec­to­ral impa­ra­ble de un cam­pe­sino con lápiz en mano!

¿Le temen al cam­pe­sino o al cam­pe­sino con lápiz?

En el Perú ofi­cial actual, el cam­pe­sino con­ti­núa sien­do un “nadie”. Un NO ciu­da­dano, con­de­na­do a car­gar con la res­pon­sa­bi­li­dad de ali­men­tar al país sin dis­fru­tar de nin­gún dere­cho, ni opor­tu­ni­da­des. Mucho menos de dere­chos políticos.

Para la oli­gar­quía y el peruano acrio­lla­do el cam­pe­sino es un hara­gán. Un ser vicio­so del que nadie debe fiar­se. Por eso, aho­ra, cuan­do ven avan­zar a un cam­pe­sino hacia el Pala­cio de Piza­rro, inclu­so los menes­te­ro­sos lime­ños aren­gan: “Vie­ne el comu­nis­mo, vie­ne el terro­ris­mo. Nos va a qui­tar todo”.

Esta reac­ción enfer­mi­za con­tra el cam­pe­sino Pedro Cas­ti­llo es la exter­na­li­za­ción del pen­sa­mien­to y sen­ti­mien­to arcai­co de la oli­gar­quía perua­na que jamás evo­lu­cio­nó ni tan siquie­ra al nivel del pen­sa­mien­to las­ca­siano del siglo XVI que con­ce­día el bene­fi­cio de la duda sobre la huma­ni­dad del indígena.

Perú, un país don­de cam­pe­si­nos e indí­ge­nas son moti­vos de sospecha

En el inten­to de Esta­do moderno peruano, las y los cam­pe­sino nun­ca fui­mos, ni somos, ni sere­mos, ciu­da­da­nos. El Esta­do peruano y su apa­ra­to ideo­ló­gi­co se fun­da y se sos­tie­ne en la nega­ción y subor­di­na­ción del campesinado.

For­mal­men­te Ramón Cas­ti­lla, allá por el siglo XIX, libe­ró de los tri­bu­tos al cam­pe­si­na­do. Y, en 1969, Velaz­co Alva­ra­do, median­te la Refor­ma Agra­ria, eman­ci­pó for­mal­men­te a los cam­pe­si­nos del pon­guea­je. Pero, todo eso fue y es letra muer­ta. En los hechos, para el Perú ofi­cial y para la ilu­sa lime­ñi­dad, indí­ge­nas y cam­pe­si­nos segui­mos sien­do la “múscu­los rudos a explo­tar laboralmente”.

La oli­gar­quía le teme al cam­pe­sino Cas­ti­llo, no sólo por­que, aho­ra, se pro­cla­ma en las urnas como suje­to socio­po­lí­ti­co, deci­di­do a gober­nar un país que­bra­do moral e inte­lec­tual­men­te, sino por­que este dia­bó­li­co cam­pe­sino se acer­ca a rau­dos al Pala­cio de Piza­rro lápiz en mano para gober­nar un Esta­do pen­sa­do y orga­ni­za­do por y para crio­llos colonizados.

Un cam­pe­sino, lápiz en mano, vie­ne a gober­nar al Perú crio­llo. A ese país que alar­deó supe­rio­ri­dad cul­tu­ral, por siglos, fren­te a sus veci­nos como Boli­via, sólo por­que tenía como sede de gobierno a la ciu­dad virrei­nal de Lima con aro­ma a naf­ta­li­na. Esto es una derro­ta men­tal e inte­lec­tual para la oli­gar­quía y sus acrio­lla­dos lime­ños. Un igno­ran­te cam­pe­sino, un nadie, le vie­ne a edu­car lápiz en mano. ¿Aca­so la lime­ñi­dad y sus patro­nes no basa­ban su supe­rio­ri­dad en su pro­yec­to de civi­li­zar al Perú pro­fun­do? ¿Cómo es que aho­ra, un inci­vi­li­za­do, un inde­sea­do des­de Los Andes, avan­za pro­cla­man­do civi­li­zar y moder­ni­zar al país? Esto les due­le has­ta en el tué­tano a los oli­gar­cas y a sus sier­vos culturales.

El mie­do, enton­ces, no es sólo al “inso­len­te” cam­pe­sino que avan­za hacia el Perú crio­llo de la lime­ñi­dad, deci­di­do a gober­nar el país, sino el terror es ante todo al cam­pe­sino que lápiz en mano ace­cha al feu­do de la podre­dum­bre corrup­ta del Perú ofi­cial para empren­der una pro­me­ti­da revo­lu­ción inte­lec­tual y moral. Pedro Cas­ti­llo, al pare­cer, aho­ra, es el Bru­jo de Los Andes que la oli­gar­quía perua­na y sus lime­ños temen. 

Itu­rria /​Fuen­te

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