Resumen Latinoamericano, 26 de mayo de 2021
Esta semana se cumplieron cuatro meses desde que entró en vigencia La Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Argentina, Ley 27.610. Son cuatro meses de poder decidir sobre nuestros cuerpos, de abortar sin tener miedo a morir, de no estar en la clandestinidad.
Pero hecha la ley hecha la trampa, parecen pensar los antiderechos frente a la implementación de la IVE que esta semana cumple cuatro meses desde que ganamos en la calle el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Desde el 24 de enero al 28 de febrero más de 2500 mujeres y personas gestantes han consultado sobre el acceso a este derecho. Personas que de otro modo, pasarían a engrosar la lista de víctimas de las muertes encubiertas por la moralina criminal, esa lista que los llamados objetores de conciencia se empeñan en aumentar, castigo ejercido sobre la libertad
Todavía queda mucho camino para recorrer: siguen los objetores de conciencia, la justicia patriarcal que pone trabas para la interrupción del embarazo, el boicot de los antiderechos y la medicina privada que no quiere hacerse cargo del gasto del misoprostol.
Continúan discutiendo y retaceando la ESI, fundamental para que lxs pibxs sepan cómo cuidarse, evitar embarazos no deseados, enseñar sobre consentimiento y desarmar estructuras machistas que fomentaron y permitieron tantos años el abuso. Falta una justicia feminista que funcione y actue cuando hay un abuso, violación y femicidio. Y además es urgente que sea efectivo el acceso gratuito a métodos anticonceptivos
Es importante saber que ante cualquier obstáculo para poder concretar la interrupción del embarazo tanto en el sector público como en el privado – si se negaron a la práctica; la obstaculizaron, falta de cobertura de prestaciones incluidas en la ley u otros- se puede consultar para hacer la denuncia a la Línea de Salud Sexual 0800−222−3444 que es gratuita para todo el país. Si el problema surge dentro de la medicina privada, se puede hacer el reclamo a Defensa de las y los consumidores.
Fuente: Sudestada – Ilustración: @lulydibuja