Por María Daniela Yaccar, Resumen Latinoamericano, 26 de mayo de 2021.
La reunión de mil mujeres en 1986 sentó las bases para los encuentros anuales, «una forma inédita de hacer política».
Mil mujeres se reunieron en el Centro Cultural San Martín entre el 23 y el 25 de mayo de 1986. Hubo talleres sobre salud, trabajo, violencia, derechos reproductivos y otros temas. Las invitadas destacadas fueron las Madres de Plaza de Mayo. Fue el 1º Encuentro Nacional de Mujeres. “No se llamaba así en ese momento porque nadie sabía que iba a haber otro, pero en el cuadernillo que recolecta las conclusiones se planteó que sería bueno continuar, que el intercambio había sido enriquecedor”, recuerda Diana Maffía, quien entonces tenía 33 años y se sumó como asistente. Este miércoles 26, a 35 años de ese hecho histórico, el Cultural San Martín ofrece un homenaje, con la participación de sus protagonistas, gestoras y promotoras.
“Era un momento de reconstrucción de la democracia y muchas mujeres se comprometieron desde el arte, los sindicatos, los partidos políticos. Las expectativas eran diversas y fue algo muy importante”, relata la filósofa, quien organiza junto al director del Cultural San Martín, Diego Berardo, la celebración virtual. La Conferencia Internacional de la Mujer de Nairobi, Kenia, a la que asistieron algunas argentinas, fue uno de los antecedentes del 1º Encuentro. “Además, algunas pioneras asistieron a un congreso en Brasil, más político, de izquierda, de países de América latina. El activismo de los organismos internacionales había cambiado la concepción sobre los derechos de las mujeres, que tardó mucho tiempo en cambiar realmente, porque no había una concepción feminista”, explica Maffía. Ella es una de las editoras de Mujeres pariendo historia, cómo se gestó el Primer Encuentro Nacional de Mujeres, Reseña íntima y política de las integrantes de la Comisión Promotora, publicado por la Legislatura porteña en 2013.
Susana Gamba fue una de las organizadoras del 1º Encuentro. «Fue un esfuerzo, trabajamos dos años para su realización. Fue absolutamente autogestivo y ya tenía la cosa horizontal. Había mucho entusiasmo. Yo venía del exilio. Venía militando, me había incorporado a la Asociación de Estudio y Trabajo de la Mujer (ATEM). Las feministas éramos muy pocas; la mayoría eran mujeres de partidos políticos», recuerda. «Los temas principales fueron la deuda externa, los derechos humanos, la democracia. En un taller de sexualidad se planteaban cuestiones más feministas. Que fueran mil mujeres nos parecía una convocatoria extraordinaria. Estábamos felices. Fue una apertura; sentó las bases. No pensamos en ese momento en la repercusión que tendría, en todo lo que vino después.»
Una de las invitadas fue Nora Cortiñas. Las Madres iban rotando por los talleres y hablando de su lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Cortiñas recuerda que la entrevistaron de una radio para difundir el evento y que ante una pregunta respondió “no soy feminista, soy femenina”. “Casi me dan una patada en el culo… Me habían invitado como estrella del encuentro. Yo venía de ser una ama de casa encerrada entre cuatro paredes. Cuando se llevaron a Gustavo salí a la calle, enfrentando todo, sin mirar nada, todo visceral. Con la fuerza de la leona a la que le sacan el cachorro. Algo así. Con el paso de los años me di cuenta de que las madres éramos feministas sin darnos cuenta”, concluye.
“Sentíamos en el ambiente que asustaba un primer encuentro de mujeres. Era imponer una acción que no iba a ser muy querida, porque la dictadura había sido patriarcal, machista, terrible. Estuvo muy bien organizado, con mucho respeto, salió muy bien. Había mujeres de todos los sectores y profesiones, creo que ya había de comunidades indígenas”, precisa. Evoca otra escena particular: su participación en un taller en el cual se conversaba sobre sexo y homosexualidad. “Cuando me di cuenta de que estaba metida ahí me saqué el pañuelo; me parecía que no tenía que estar ahí con el pañuelo.”
“No hay ningún país del mundo donde todos los años las mujeres se encuentren. Me parece importante recuperar la historia porque esto que parece algo normal y disponible en su momento no estaba”, dice Maffía. «En todos estos años nunca se imterrumpió (excepto por esta pandemia) esa costumbre de encontrarse a pensar y construir estrategias para conquistar más derechos y abrir puertas», coincide Berardo.
La apertura es a las 17 con un panel del que participarán Berardo; Javier Torre, director, productor y guionista de cine, director del Cultural en el momento que se organizó el encuentro; y María Inés Gorbea, abogada, docente y diputada porteña. Coodina Maffía. A las 17.15, en «Genealogías feministas. Mujeres pariendo historia», Luciana Peker, Elisa Ruibal, Charo Márquez y Laura Morroni comentarán las experiencias y testimonios que aparecen en el libro Mujeres pariendo historia. Coordina Aluminé Moreno. Finalmente, en el panel «Lo personal es político. Las chispas que encendieron el 1º Encuentro Nacional de Mujeres», con coordinación de Maffía, Cortiñas, Gamba, Margarita Belloti, Adriana Carrasco y Nina Brugo conversarán sobre la dialéctica entre lo público y lo privado y opinarán sobre cómo ese primer encuentro dio inicio a «una inédita forma de hacer política». La transmisión es mediante el canal de YouTube del Cultural San Martín.