Resumen Latinoamericano, 14 de mayo de 2021
1 Uno mira el frío y gris pavimento, y se pregunta: ¿Por qué? ¿Por qué tenemos que estar acá y no en nuestro trabajo? ¿Por qué tenemos que estar acá, y no descansando en los brazos de nuestras familias? ¿Por qué tenemos que estar acá, y no estudiando y capacitándonos, para hacer nuestro trabajo de la mejor manera?
Los por qué se multiplican, mientras que algunas certezas también se van haciendo carne en el andar. Es el calor de un fuego improvisado el que cobija nuestros días y sus noches. No el calor de nuestro hogar, ni los abrazos, ni las sonrisas de quienes amamos, aunque siempre estén presentes y, seguramente, por elles también estamos acá. Y entonces, vuelve la pregunta ¿por qué?
Resulta inevitable identificar con claridad a les responsables. Resulta inevitable no indignarse ante el hecho de que, para algunes, la vida no vale nada…También resulta inevitable que, al calor de la rabia organizada, se tejan lazos de compañerismos y de solidaridad. En estas circunstancias, une llega a ver gestos tan hermosos que pueden trastocar nuestra existencia para siempre.
Gestos que en verdad afirman que nada está perdido, porque somos muches quienes sentipensamos que nuestras vidas valen más que sus ganancias. Pero también, parece resultar inevitable que algunes exploten de ira, gracias al grosero individualismo que les carcome la existencia y que desnuda sus miserias.
Resulta inevitable no indignarse ante semejante insensibilidad, ante tanto YO por encima del NOSOTRES. Pero… ¿por qué?
2 “Los pueblos tienen memoria” ha dicho alguien en un piquete. “Memoria de elefante” replicó otro. Con los pies firmes en la ruta, recordamos todas las promesas de campaña, y otras tantas que se llevó el viento. Recordamos todos los despachos por los que tuvimos que pasar, para defender nuestros derechos. Recordamos sus rostros hipócritas, diciéndonos que lamentan, de todo corazón, no poder ayudarnos. Recordamos los extensos debates en las asambleas, en donde formulábamos las propuestas que les burócratas no dudarían en traicionar.
También recordamos la cantidad de notas, de solicitudes, de reclamos, de petitorios, de insistencias ¡y ya escúchennos de una buena vez! Recordamos, también, que la lucha no empezó con nosotres: que son miles, millones, quienes nos precedieron. Recordamos a tantas familias poniéndole el pecho al día a día ante el desgaste y el ninguneo. Recordamos protestas realizadas frente a los municipios, frente a los juzgados o frente a las casas de les funcionaries criminales, que sabemos responsables.
Y así un largo etc., y que, ¿saben qué? la memoria nos dice que nunca escucharon nuestras demandas. Nunca escuchan a quienes se niegan a vivir en la miseria, a quienes se niegan a vivir sin educación, sin trabajo, sin techo. Eso no lo olvidamos. Es la memoria que reside en el pueblo, la que nos marca caminos. Por eso se llega al piquete.
“Estamos de acuerdo con uds, el reclamo es justo peeeero… no es la forma” Esta es una frase que se escucha mucho por ahí… Y nosotres nos preguntamos, mirando el frío y gris pavimento ¿Qué otra puerta nos quedó sin tocar? ¿Qué otra forma nos faltó explorar? Agotadas todas las instancias ante el sistemático pisoteo ¿qué hacer?
Es ahí, en este punto y tras un largo camino, en que cualquiera que sienta todo el peso de la injusticia sobre sí, saldrá a protestar. Y, si es necesario, cortará una ruta. Y por qué, porque tiene memoria, y porque tiene dignidad. Jamás el piquete es la primera acción. Es, en definitiva, una acción de lucha ante un sinfín de reclamos desoídos.
Pero, ud vecine, quizás que no comparte esta forma de protesta y de reclamo, quizás ni sabe que esas formas que ud considera legítimas ya se han probado, y han fracasado. Quizás no sepa esto, y entonces no sea un problema de memoria, sino, más bien, de desconocimiento e ignorancia. Ignorancia que se puede saldar acercándose, preguntando; ud también puede preguntar ¿por qué?
Quizás así, se puedan desmontar prejuicios. Quizás así, asuma una conciencia crítica que le permita ver, que ud, es parte ese pueblo que está siendo atacado.
3 La base por la cual se llega al piquete, es porque ahí se interrumpe lo único que perturba la tranquilidad de les miserables que nos gobiernan. Ahí es cuando se ven forzades a levantar el teléfono, a concretar un diálogo. ¿Tiene que ser así? ¿Tenemos que llegar a esto? Claro que no. Pero para el capitalismo, no hay nada peor que la interrupción de la circulación de la mercancía, y es principalísimo partir de la base de que vivimos en una sociedad capitalista.
Si la correa que hace circular sus millones se ve interrumpida, recién ahí tenemos su atención. Se podrán mover multitudes a sus casas, a sus gobernaciones, municipios o juzgados, pero mientras sus negocios circulen, nuestros reclamos serán desoídos.
Miramos otra vez el frío y gris pavimento, y la memoria nos pega ahí donde duele. Los gobiernos juegan al desgaste, estigmatizan y desinforman. Buscan dividir, fragmentar a la población. Siembran la confrontación, la desconfianza y la pelea del pobre contra el pobre. Los gobiernos, fieles representantes de los intereses que rige el capital, juegan a ganar una pulseada en la que nunca deja de tener a mano la represión.
Entonces ¿Porque alguien cortaría las rutas? ¿Por qué, después de haber pasado por mil despachos, de haber presentado mil notas, de hablar acá y allá, se elige cortar una ruta sabiendo que podés pasar largos días lejos de tu familia, durmiendo mal, pasando frío y con la amenaza abierta de ser reprimides?
¿Por qué llegaríamos a eso? Porque existe algo que llamamos dignidad, y porque nos negamos a entregarle nuestras vidas a la codicia de elles. Porque rechazamos la injusticia atroz que supone el mundo que buscan construir.
Miramos el fuego, el cielo, y los ojos lagrimosos de nuestres compañeres de ruta, y entendemos que nadie está acá por gusto. Nuestra frente está en alto, y vos, quien lee, quizás no sabías toda la previa de un piquete. Pero la memoria nos arroja enseñanzas y cada vez sabemos más con qué bueyes aramos. El piquete es la acción final, luego de un sin número de esfuerzos por ser escuchades. Es un acto de dignidad frente a todas las puertas y oídos cerrados. Es un acto de dignidad ante una enorme injusticia.
Nuestras miradas abandonan el frío y gris pavimentos cada vez que se encuentran con otra que le sonríe. Nuestras miradas vislumbran el presente, y se proyectan al futuro en cada gesto solidario, en cada persona que rompe el prejuicio, en cada une que pasa con el puño en alto.
4 ¿Por qué les trabajadores esenciales de la salud están en lucha? Porque la burocracia sindical sigue conduciendo los sindicatos. Porque la provincia es gobernada por un corrupto, como lo es Omar Gutiérrez. Porque Omar Gutiérrez es del MPN, y el MPN es un partido capitalista que no tiene nada de popular. Porque les trabajadores aún no tienen un sindicato ni un gobierno de trabajadores. Porque aún no asumimos la tarea de gobernarnos a nosotres mismes.
Porque es hora de hacernos cargo de que la pandemia es el capitalismo: el mismo que explota a muerte a les trabajadores, el mismo que pone el dinero por delante de la vida, el mismo que te dice: “ser es tener” por todos los medios posibles. El mismo que alienta el consumo, el individualismo, el egoísmo y la fragmentación de la sociedad. El mismo que en su afán de acumulación de riquezas, está llevando a toda nuestra especie al colapso.
Es un signo de salud popular la rebeldía que se organiza más allá de las conducciones sindicales y partidarias. El estado, los gobernantes, los partidos capitalistas (¡por favor dejemos de decirle popular a partidos que asumen abiertamente su carácter capitalista!), la burocracia, los medios de desinformación masiva, y el aparato represivo, vienen actuando abiertamente (y ya sin filtro) contra el pueblo.
Es el pueblo con memoria el que no agacha la cabeza, el que se organiza y lucha en las calles y rutas del país. El que está haciendo germinar la auto organización popular, el que siembra otro mundo posible.
¡Salud!
Manke en Movimiento
FPDS CP
Movimiento de los Pueblos
Regional Patagonia Puel Mapu