El Comité Olímpico Internacional ha prohibido el eslogan “Black Lives Matter” en la vestimenta que usarán los atletas en los próximos Juegos de Verano de Tokio. La oligarquía mundial manda, y por eso el Comité Olímpico también indicó que sancionará a los atletas que levanten el puño o se arrodillen durante la ejecución de los himnos nacionales. Para ello, el comité citó una regla que establece: “No se permite ningún tipo de manifestación o propaganda política, religiosa o racial en los sitios, sedes u otras áreas de los Juegos Olímpicos”.
Esta resolución del Comité Olímpico Internacional ocurre más de 50 años después del “saludo del Poder Negro” que realizaron los atletas estadounidenses John Carlos y Tommie Smith. Los atletas levantaron sus puños cubiertos con un guante negro a modo de protesta contra el racismo en Estados Unidos mientras sonaba el himno nacional estadounidense en una ceremonia de entrega de premios en los Juegos Olímpicos de 1968. Algo que pagarían caro.
Smith y Carlos fueron criticados por sus acciones y condenados al ostracismo en su país. La revista Time mostró el logo olímpico de los cinco anillos con las palabras “Angrier, Nastier, Uglier” (Más furioso, más sucio, más feo), en vez del clásico “Faster, Higher, Stronger” (Más rápido, más alto, más fuerte). De vuelta a casa, fueron objeto de abuso y tanto ellos como sus familiares, amenazados de muerte.
Peter Norman ‑el atleta australiano que compartió el podio con los deportistas afroamericanos- simpatizó con la protesta de Smith y Carlos, fue reprendido por las autoridades olímpicas de su país y marginado por los medios.No fue elegido para los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, a pesar de terminar tercero en las pruebas clasificatorias.
Tanto Smith como Carlos elogiaron la carrera deportiva y fueron los portadores del féretro en su funeral, tras su muerte en 2006.
Fuentes: Democracy Now /MARCA /Noticias 22
Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.