Paula Huenchumil /Resumen Latinoamericano, 2 de mayo de 2021
El líder mapuche del lof (comunidad) Radalko en Curacautín, reconocido con el Goldman o «Nobel Verde», fue detenido por Carabineros el jueves mientras regresaba en su auto de una protesta en la que se responsabilizaba a APRA de incendiar la casa de Elena Paine, werken (vocera) de Koyam Montre en Perquenco. Esta asociación se desmarca del hecho.
Durante la tarde del jueves 29 de abril un grupo de personas se congregó en las cercanías de la Ruta 5 Sur para manifestarse tras la quema de una vivienda en el lof Koyam Montre de Perquenco. Su dueña, Elena Paine, acusó de amenazas y del ataque a la derechista Asociación Para la Paz y la Reconciliación en La Araucanía (APRA), lo que generó la reacción de distintas comunidades mapuche.
Desde Carabineros de La Araucanía informaron que fueron detenidas tres personas por desórdenes públicos, de un total de 40 que participaban de cortes de ruta.
Uno de los presentes en la protesta era el lonko Alberto Curamil, quien fue uno de los seis ganadores del Premio Medioambiental Goldman 2019, prestigioso reconocimiento internacional conocido como el “Nobel verde”. Dicho galardón lo recibió mientras estaba en prisión preventiva en la cárcel de Temuco, siendo uno de los acusados de asaltar la Caja Compensación en Galvarino el 24 de abril de 2018. Finalmente, quedó absuelto de todos los cargos.
Cabe recordar también que Alberto Curamil Millanao ‑quien había dicho a este medio que “enfrentar a la empresa forestal me llevó a estar en prisión por 16 meses”- estaba junto a Camilo Catrillanca, y otros dirigentes en el Informe policial secreto, revelado por Ciper, donde hay un cuadro de los líderes mapuche identificados como blancos a seguir.
Así agredieron y detuvieron a Curamil
El día miércoles 28 de abril, Alberto Curamil recibió una llamada de Elena Paine, werken (vocera) de la comunidad Koyam Montre, quien le contó que habían incendiado su casa de material ligero en el predio de su padre. “Nosotros nos organizamos enseguida para ir a visitarla y darle el apoyo necesario por su situación, porque ella lidera una recuperación territorial, por eso fue víctima de un atentado de APRA”, acusa el lonko.
“Elena fue amenazada varias veces por latifundistas, ligados al grupo APRA, y esa amenaza se concretó. Estábamos consternados, por eso nos organizamos”, añade. Al día siguiente, distintas comunidades mapuche se organizaron y fueron a manifestarse cerca de las 17:00 horas en la ruta 5 sur.
INTERFERENCIA consultó a Francisco Alanis, presidente de Asociación Para la Paz y la Reconciliación en La Araucanía (APRA) acerca de esta acusaciones. “Nosotros somos una asociación de víctimas, estamos en contra de cualquier tipo de violencia, desconozco los detalles, pero lamentamos lo que haya ocurrido. No es nuestra línea, ni nuestro objetivo. Nos enteramos por redes sociales”, dice.
Respecto a la existencia de agricultores armados que militarían en APRA, Alanis dice que puede ser “simpatizar, probablemente, pero para estar en la asociación tienen que haber sido víctimas y eso solamente se puede corroborar con las causas en el Ministerio Público. Pero nosotros no buscamos simpatizantes, estamos para apoyar a víctimas para que puedan seguir con sus proyectos y vida cotidiana, no propiciamos las armas”.
Eran casi las seis de la tarde del jueves 29 de abril, cuando el lonko Alberto Curamil, junto a su hijo de 16 años y su sobrino de 19 años decidieron volver a su territorio. “Cuando íbamos por Perquenco, en la ruta 5 sur, nos alcanza una camioneta del GOPE y una camioneta de civil de color rojo y comienzan a disparar de manera certera al objetivo, y el objetivo claro era yo”, recuerda.
“Llegaron disparando, uno de los proyectiles de lacrimógena rompió el vidrio de mi camioneta y quedó justo en la caja de cambio. Me empecé a asfixiar y a desesperar, entonces intenté bajarme. Al momento de poner un pie en el suelo siento el impacto de escopetazo en mi pierna, y en cosa de segundos, me llega un disparo a la misma distancia, como de dos a tres metros, entre costilla y espalda, eso me bota y ahí me redujeron. Les dije que estaba herido, que no me golpearan”, señala a INTERFERENCIA.
La camioneta siguió avanzando. “Ahí carabineros baja a mi hijo y sobrino, ellos también recibieron golpes y lumazos. Yo veía a más personas, al principio no entendía si eran carabineros hasta que llegamos a la comisaría, estaba consciente, entonces sentía mucho dolor”.
Minutos después, Alberto Curamil, junto a su hijo y sobrino, fueron traslados a la Primera Comisaría de Lautaro. “A poco más de 16 kilómetros de donde fueron detenidos. Si bien el estado de salud de la autoridad mapuche no se conocía con exactitud hasta la madrugada de este viernes, durante la noche personal del Instituto de Nacional de Derechos Humanos llegó hasta el lugar y esta mañana la abogada Manuela Royo dio a conocer su situación, asegurando que Curamil está estable, internado en el Hospital de Lautaro y constatando lesiones tras recibir el impacto de siete perdigones en su cuerpo. Su hijo, de 16 años, fue dejado en libertad durante la madrugada”, informó Radio Universidad de Chile.
“Estuve más de dos horas desangrándome y no me atendían. Cerca de las nueve de la noche me llevaron al hospital, me vio un doctor y me sacaron radiografías y me dio una hora para que me viera un traumatólogo. El doctor había pedido que me dejaran hospitalizado, pero el teniente de Carabineros le dijo que no, porque ‘iba correr riesgo el hospital si me quedaba ahí’ y me dejaron en la comisaría adolorido. Dormimos en una banca con mi sobrino”, dice el el Premio Ambiental Goldman. Finalmente el lonko fue liberado cerca de las 13:00 del viernes.
Cuando el lonko Curamil estaba reducido indica que entre carabineros se preguntaban y comentaban: “Verifica si es Alberto Curamil. Aquí hay una nueva pesquisa, estamos dados al éxito”. “Luego en la comisaría me trataron mal, no tienen ningún gesto de humanidad, es tan evidente su racismo y odio que se les impone para actuar. A mi me han detenido más de ocho veces, además de allanamientos”.
“Nuestra lucha y nuestro trabajo tiene que ver con derechos legítimos como nación mapuche. Como luchamos con grandes inversores, si alguien se levanta para organizar, uno se gana el odio y persecución de ellos. Cuando estábamos protestando había un dron y yo no tengo para qué esconderme por denunciar las violencias que están generando los personajes que usurpan nuestros territorios. Quemaron una ruka esta semana en pleno siglo XXI, hay claras intenciones de asesinar a nuestra gente, como lo han hecho anteriormente. Hay grupos fascistas y el Estado sigue con sus respuesta violentas”.
Por su parte, Manuela Royo, abogada y defensora de distintas causas mapuche, informó que presentarán una denuncia por apremios ilegítimos en contra del personal que detuvo a Curamil, a su sobrino y a uno sus hijos menor de edad.
DE: Interferencia
FUENTE: Mapuexpress