Resumen de Medio Oriente, 10 de mayo de 2021.
La alerta por el lanzamiento de cohetes de Hamás obliga a cancelar una marcha de miles de sionistas israelíes por la Ciudad Vieja
Los sionistas invasores de Palestina ondean banderas nacionales durante una marcha del Día de Jerusalén.
La escalada de violencia durante el mes de Ramadán en Jerusalén ha entrado este lunes en la jornada con mayor tensión. Al menos 305 palestinos han resultado heridos, de los que 228 han tenido que ser hospitalizados, según la Media Luna Roja, en choques con la policía israelí durante el rezo de la mañana en la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar sagrado del islam. Imágenes difundidas a través de las redes sociales mostraban a los fieles entre el humo de granadas lacrimógenas en el interior del templo, mientras en la explanada del recinto religioso se producía una batalla campal a pedradas, y con lanzamiento de granadas aturdidoras por las fuerzas de seguridad, 21 de cuyos agentes sufrieron lesiones, según un comunicado del Ministerio de Seguridad Pública.
Un agente trata de proteger a un colono conductor israelí , después de que este estrellara su vehículo y atropellara a un joven palestino. En vídeo, el momento del atropello.
Más de 600 palestinos y varias decenas de agentes han resultado heridos desde el pasado viernes en una de las olas de disturbios más graves desde la Segunda Intifada (2000−2005), en una escalada que ha suscitado la alerta de la comunidad internacional. La policía ha disparado este mates balas forradas de caucho a los manifestantes que les lanzaban todo tipo de objetos en medido de la confusión.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, ha pedido al Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu que rebaje la tensión en la Ciudad Santa. El Consejo de Seguridad de la ONU va a abordar esta situación de creciente violencia en el orden del día de este lunes.
Fuerzas de ocupación israelíes atacan a los Palestinos en la mezquita de Al-Aqsa. pic.twitter.com/ow8PEwQ6jt
— Palestina Hoy 🇵🇸 (@HoyPalestina) May 10, 2021
La policía prohibió el paso a los israelíes a la Explanada de las Mezquitas, denominada por los judíos Monte del Templo, en la celebración del Día de Jerusalén. Estas visitas son tradicionales en la conmemoración de la captura de la parte oriental de la ciudad por el Ejército de Israel durante la guerra de los Seis Días en 1967, que se desarrolla este lunes según el calendario judío.
Decenas de miles de sionistas armados junto a colonos israelíes marcharon horas más tarde con la bandera de la Estrella de David por la Ciudad Vieja de Jerusalén. El provocador recorrido por el barrio musulmán desde la emblemática Puerta de Damasco, en el que cada año se dispara la tensión, fue prohibido por la policía. El desfile sionista fue finalmente desviado hacia la Puerta de Jaffa, por los barrios cristiano y armenio, en dirección al Muro de las Lamentaciones, para evitar su paso por las áreas más conflictivas.
Finalmente las autoridades decidieron cancelar la marcha sionista tras activarse las alertas de seguridad en Jerusalén. Las brigadas Ezzedin al Qassam, brazo militar del movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en Gaza, dispararon al menos siete cohetes en dirección a Jerusalén y el centro de Israel, donde se activaron las sirenas de alarma antibombardeo . El Ejército israelí interceptó uno de los proyectiles con el escudo defensivo antimisiles Cúpula de Hierro, lo que provocó que se escucharan explosiones en torno a la Ciudad Santa por primera vez desde 2014. La sede de la Kneset (Parlamento) tuvo que ser evacuada. Hamás había advertido en un comunicado dos horas antes que si las fuerzas de seguridad no se retiraban de la mezquita de Al Aqsa actuaría “en represalia por los crímenes y la agresión en la Ciudad santa y la brutalidad contra el pueblo palestino”.
A petición del fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, el Tribunal Supremo aplazó el domingo la publicación de la sentencia final, que estaba anunciada para este lunes, sobre el desahucio de varias familias palestinas de las casas que ocupan desde hace siete décadas en el distrito de Sheij Yarrah, al norte del centro histórico.
Junto con las protestas por las barreras policiales colocadas en Ramadán en la Puerta de Damasco, principal acceso al barrio musulmán, la movilización ciudadana para detener los desalojos de Sheij Yarrah, que habían sido promovidos ante la justicia por una asociación de colonos ligada a la extrema derecha, ha estado detrás del origen del estallido en Jerusalén durante el mes sagrado del islam. En ambos casos, al igual que con el desfile del Día de Jerusalén, Israel ha tenido que dar marcha atrás para evitar que se desbordara la violencia.
Miles de agentes de policía más el cuerpo de fronteras (militarizado) se han desplegado en Jerusalén Este, de población mayoritariamente palestina. El Ejército ha reforzado con varios batallones a sus unidades en las zonas de Cisjordania más cercanas a Jerusalén. Las protestas se han extendido también al norte del país, donde se concentra la mayor parte de la minoría árabe del Estado judío (21% de los 9,2 millones de habitantes). En la ciudad portuaria de Haifa los enfrentamientos tras una manifestación dejaron al menos una decena de heridos de ciudadanos de origen palestino.
Un portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, citado por Reuters acusó a “las fuerzas de ocupación de Israel de lanzar un brutal ataque contra Al Aqsa”, y anunció que el rais palestino se reservaba todas las opciones para denunciar los hechos ante la comunidad internacional.
El estatuto de Jerusalén es una de las cuestiones más espinosas en el conflicto palestino-israelí. Naciones Unidas declaró a la ciudad y sus alrededores zona internacional en el plan de partición de la Palestina bajo mandato británico en 1947. Pero tras una guerra posterior, Israel se apoderó de la parte occidental mientras Jordania administraba la oriental, que incluye la Ciudad Vieja. Después de ocupar militarmente Jerusalén Este hace casi 54 años, Israel se la anexionó unilateralmente.