Por Irene García.Resumen Latinoamericano, 27 de mayo de 2021.
En medio de la entrega del país a la minería por el gobierno del presidente Laurentino “Nito” Cortizo, la sociedad panameña acumula indignación ante todas las irregularidades legales y ambientales que han tenido históricamente las trasnacionales mineras en el territorio panameño.
Antes las concesiones de más de 25 mil hectáreas en territorio del corredor mesoamericano, ubicado en el distrito de Donoso, el actual gobierno pretende incorporar al régimen de concesión minera a los corregimientos Coclé del Norte y San José del General, buscando explotar 329 km cuadrados para la extracción de cobre, en medio de la Reserva Forestal del Parque Omar Torrijos. Ante estas declaraciones del Ministro de Comercio e Industria, Ramón Martínez, los colectivos ambientales, organizaciones universitarias y sociedad civil, no se han tardado en reaccionar. La convocatoria a la protesta se dio en ciudad de Panamá, Chiriquí, Santiago y Coclé.
En ciudad de panamá se manifestaron fuera de las oficinas del MICI, reafirmando el rechazó ante las resoluciones 89 y 90 del 18 de mayo del 2021, comunicadas por el Ministerio de Comercio e Industrias, sin consulta ciudadana; lo más indignante es que todas estas concesiones arbitrarias que se dieron la semana pasada, están en función del beneficio de transnacionales extractivas.
El comunicado del sr. Ramón Martínez, intenta vendernos el falso desarrollo que históricamente han argumentado en pro del enriquecimiento de la oligarquía panameña y empresas extranjeras. Nuestra experiencia con la minería desde la década de los 90´s solo ha evidenciado como el extractivismo lejos de resolver la problemática económica y pobreza en las comunidades aledañas, solo ha dejado en evidencia a un sistema económico que prioriza el capital financiero sobre la dignidad humana.
Las implicaciones ambientales de la minería en Panamá han sido infinitas, y a pesar de las múltiples oposiciones que se han dado a lo largo de nuestra historia, continuamos siendo un país que se vende ante los intereses del capital y trasnacionales mineras. Y si la memoria no nos falla, está situación nos trae a la mente la historia supuestamente ya superada en la zona del canal, el pueblo panameño parece seguir advirtiendo ser un enclave colonial para las empresas mineras extranjeras. Y, por esto y más, la lucha en contra de la minería continuará en Panamá hasta que nuestros gobiernos dejen de venderse a costa de los principios humanos y continúen pasando sobre el derecho que tiene la naturaleza.
*Colectivo Voces Ecológicas COVEC
fuente: Radio Temblor
Fotografía: Pedro Silva