Payo Pauch /Resumen Latinoamericano, 25 de mayo de 2021
Marcha del 22 de mayo de 2021. Foto: Ian Bravo /Servindi
Ayer tuve un sueño de espanto, Keiko Fujimori era Presidenta del Perú, su padre ya indultado regresaba al Palacio de Gobierno con muchas ansias de poder.
El fujimorismo de vuelta al poder
Ayer tuve un sueño de espanto, Keiko Fujimori era Presidenta del Perú, su padre ya indultado regresaba al Palacio de Gobierno con muchas ansias de poder y Vladimiro Montesinos celebraba el regreso fungiendo el cargo de asesor desde la clandestinidad.
Una gavilla de rufianes conformaba su equipo de gobierno, los mismos rostros corruptos que encarnaban el pasado oscuro del fujimorismo.
La plana ejecutiva lo conformaban M. Chávez como Ministra del Interior, Aguinaga en Salud, Becerril en Justicia, Beteta en Educación, Bartra en Economía, Kenji en Cultura, entre otros impresentables que ensalzaban el mismo modelo económico del capitalismo salvaje, sin cambios ni propuestas.
El Congreso de la República, con mayoría derechista promulgaba leyes que solamente favorecía a la clase dominante. Toda la prensa corporativa de los grupos de poder, se ponía a la orden palaciega, sin dudas ni murmuraciones.
El Poder Judicial y el Ministerio Público, era copado por el clan fujimontesinista, regresaban impunemente a sus cargos Hinostroza y Chávarry, libres de polvo y paja.
Las investigaciones de la Fiscalía sobre los “cuellos blancos”, “lava jato”, el “club de la construcción”, “caso Keiko Fujimori” procesada por lavado de activos, organización criminal y obstrucción a la justicia, eran desactivados por “falta de pruebas”, regresando a fojas cero.
El Juez Concepción Carhuancho y los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela, eran condenados a prisión por “falsas acusaciones a personajes probos”. Activándose su slogan “mano dura” para sus opositores.
Desperté aterrorizada, un sudor frio recorría mi frente y se escuchó un grito que vino de lo más profundo de mi alma ¡SE JODIÓ MI PAÍS!
La rabia, vergüenza y aflicción me embargaba, porque mi país había perdido el poder de indignación y moralidad. Luego pensé que tan solo era un sueño, pero los sueños pueden ser premonitorios.
Por ello, piensa bien a quién das tu confianza y tu voto. Por el candidato Pedro Castillo puede haber incertidumbre, duda, inexperiencia, pero tiene un equipo técnico de primer nivel, con profesionales de amplia experiencia y solvencia moral, en cambio por la candidata Keiko Fujimori hay certeza de corrupción, latrocinio, crimen, vendetta política, el regreso al pasado nefasto con saña, ventaja y alevosía.
Vota sin miedo por el cambio y la esperanza, de ti depende el futuro del país.
FUENTE: SERVINDI