Por Alberto Pinzón Sánchez. Resumen Latinoamericano, 1 de junio de 2021.
Es un decir muy antiguo, tal vez de origen chino, aceptado en forma unánime en la mayoría de los idiomas, que “las ratas son las primeras en saltar de un barco naufragado”. Este probado y práctico proverbio ayuda a entender la situación social actual en la Colombia sacudida por el gigantesco y masivo Movimiento Social histórico, que a la fecha lleva un mes en las calles y carreteras de su geografía, sacando a flote el nudo de contradicciones (de todo tipo: sociales, económicas, políticas, ideológicas, institucionales y hasta religiosas y morales) que desde hace más de dos siglos yacían veladas o tapadas y cubiertas por un denso velo ideológico con las que el Bloque de Poder dominante lo cubrió exitosamente, durante tanto tiempo, ayudado por el gobierno estadounidense, con la finalidad de mantener perpetuamente a las clases subalternas divididas, sectarizadas, fanatizadas de manera religiosa, y permanentemente enfrentadas en desastrosas guerras civiles bi-partidistas liberal-conservadoras.
Lo que obliga a analizar las causas del actual naufragio gubernamental de manera combinada, alternando el análisis inmediato de los innumerables yerros de lesa humanidad del último gobierno del “Uribato”-neoliberal-armado, el de la seguridad inversionista agravado por la pandemia Covid, con el análisis histórico de largo alcance. Ambos corpus analíticos contextualizados con la actual situación geoestratégica de la lucha inter-imperialista entre grandes potencias por la Hegemonía y el reparto territorial del Mundo.
Quien analice sólo lo inmediato o, solo lo histórico y no contextualice la coyuntura con la mirada geoestratégica, incurrirá no solo en un solipsismo, sino en un “tuertismo” de ver por un solo ojo. Imperdonable en estos momentos en donde han quedado claramente diferenciadas TODAS las múltiples expresiones reales de la larga resistencia popular y cívica de masas que puede remontarse a las primeras huelgas obreras y de artesanales de 1918. Hace más de un siglo.
La trascendental e histórica Movilización Social en Colombia iniciada hace un mes, logró inicialmente el salto por la borda del buque naufragado de Carrasquilla, el “Yupi uniandino” del partido conservador pastranista, protegido por Uribe Vélez por su ortodoxia ultra neoliberal. Luego saltó la “cruella brujilda” Blum de Cali que fungía de ministra de exteriores y gastaba su tiempo oficial en New York visitando las tiendas ultra costosas donde se venden abrigos hechos con piel de cachorros dálmatas; por lo que debió ser reemplazada aceleradamente por la vicepresidenta Martalucía, pastranista veterana que salta de su cargo en la casa presidencial a Washington para ir a recibir órdenes directas, subiendo como palma y llevando de la mano a su protegido y amigo el escuálido Archilla, quien salta de su cargo de consejero presidencial antinarcóticos a nueva figura negociadora del régimen, y quien aprovechando el hundimiento de la ley 10 de la salud (complemento neoliberal de la ley 100⁄93 de Uribe Vélez) y utilizando a su favor las desavenencias del comisionado de paz Ceballos con su jefe (por el poco éxito obtenido con las trampas pérfidas sobre la paz, tipo Farc, tendidas a los negociadores del ELN estacionados obligatoriamente en la Habana) lo presionó para que saltara del barco para él poder ocupar su cargo de “negociador de paz ”omnipotente. Asenso del pastranismo palaciego que ha puesto al inane expresidente Pastrana como personaje central que remplaza a Uribe Vélez en la ofensiva derechista trasnacional dirigida por “Josemari Aznar” para América latina.
Para el fascismo narcoparamilitar dominante lo que está sucediendo NO es algo ESTRUCTURAL en la formación económica social colombiana donde se ha agudizado completamente la fluida contradicción histórica entre la Base económica con la Supraestructura jurídico política y moral, sino como secularmente lo ha considerado:
1‑Un asunto de ORDEN PÚBLICO a resolver como siempre con una buena mezcla de perfidia negociadora y una buena dosis de represión: Para las rentas ilegales y la reconfiguración territorial del conflicto armado está la contrainsurgente, y para el narcotráfico la “war on drugs”, no importa que sea un poquitico desbordada o que el mundo la critique, incluido Vivanco el ministro de los DDHH estadounidense; siempre será de labios afuera. (Ay de las lágrimas de cocodrilo tardías de otro que abandona el barco, el fulgurante “negociador de la perfidia para el ilusorio posconflicto en paz” de JM Santos en la Habana, el sensible Humbertico de la Calle).
2- Un simple asunto ELECTORAL, al que hechas las encuestas de rigor dan como ganador el próximo año a Petro, culpable satánico de todos los males y a quien hay que parar como sea. (AY de los electoreros del centro izquierda, de los tibios y cooptados de la clase media, empleados y pequeños contratistas públicos angustiados porque van a perder su puestico o el contratico, que creen ingenuamente que esta histórica Movilización Social se convertirá automáticamente en votos el año entrante. Debieran analizar con más detenimiento lo que acaba de suceder en las presidenciales de Ecuador)
3- Un asunto de “paz con legalidad”, trampa en donde quieren meter al ELN con el enérgico nuevo comisionado para paz que acaban de cambiar; embeleco retórico e ilusorio con el que también se pretende resolver el conflicto armado reciclado en los territorios y fronteras que amenaza llegar a las ciudades.
Así las cosas, el único que NO puede abandonar el buque naufragado es el aparato represivo armado dirigido por Molano, el general Zapateiro y por el policía Vargas, todos “deslegitimados” y destituidos por la Movilización Social pero “legalizados” una vez más por el Parlamento colombiano, que actúa como la orquesta del Titanic tocando repetidamente sus violines con la vieja y gastada partitura de la defensa del Poder hasta el último momento. Y los acaban de legalizar contra natura, porque son los únicos que en este momento de reflujo armado pero auge irreversible de masas pueden tomarse el Poder en Colombia. Y por esto, el subpresidente Duke amenaza con el estado de sitio y el autogolpe cívico-militar.
¿Duke. Have you been thinking about that, old guy?
Fuente: Rebelión