Resumen Latinoamericano, 21/06/21
La novela Santa lujuria o Papeles de blanco, de Marta Rojas, ve la luz por sexta ocasión, ahora por la Editora Abril. Publicada anteriormente con sello de Letras Cubanas, y por editoriales de Argentina y Estados Unidos, la obra fue traducida al inglés con el auspicio del actor norteamericano Danny Glover, y el intelectual James Early, y tuvo salida, además, por la Editorial José Martí, con prólogo de Eusebio Leal.
A propósito de la novela, Marta Rojas comenta que la diversión que le provoca Santa lujuria tuvo lugar «desde que la ideé, porque fue toda una aventura. Nació a partir de una exposición de pintura de siglos pasados donde vi el retrato de un marino, pintado por Vicente Escobar.
«No sabía quién era. Entonces le pregunté a Manuel López Oliva quién era el pintor y él me respondió, caminando por la galería: “Él es un pintor que nació negro y murió blanco”. Me eché a reír… –¿Cómo es eso?, le dije… Y su respuesta fue: “ – Ah, bueno, así se le conoce. Pintó en una iglesia de La Habana, donde se casó Carpentier, en Santa María del Rosario…”. No quedé satisfecha, y quise saber más. Y me dispuse a investigar», comenta.
Tras preguntarle al doctor Gustavo Dubouchet, obtuvo nuevas respuestas; sin embargo, no paró hasta el Archivo de Indias, en Sevilla, y halló todo sobre Escobar y sobre Francisco Filomeno Ponce de León y Criloche, marqués de Aguas Claras, descendiente del descubridor de las Floridas (Florida Oriental y Florida Occidental). «Entonces consideré más interesante ocuparme de Francisco Filomeno».
No se animó Marta Rojas a escribir entonces un reportaje, sino una novela y nació así su segunda obra de ficción.
«Esta edición de Santa lujuria, por la Editora Abril, es la más bella que, para mí, se ha hecho. Los dibujos de Anna Chomenko la enriquecen sustancialmente. La novela tuvo una acogida muy buena entre los jóvenes. A lo largo del tiempo me han contactado para preguntarme sobre los hechos narrados, sobre la verosimilitud de la narración», refiere.
En un aparte, la autora explica lo que considera esencial en las novelas históricas: «Creo que, aunque tiene necesariamente que estar basada en un hecho real, debe estar llena de fantasía y conseguir un énfasis especial en la construcción de los personajes».
Sobre Santa lujuria ha dicho la intelectual norteamericana Miriam DeCosta-Willis que se trata de «un texto iconoclasta, que sirve de contradiscurso a la historia oficial, escrita por fundadores del linaje criollo. Rojas invierte dicha historia, demostrando con un texto de ficción, basado en una meticulosa investigación, la violencia de la esclavitud (…). Es una novela tan graciosa como ejemplar, en la cual el sexo no le roba un ápice al argumento. Está donde debe estar».
No por azar la Editora Abril la integra ahora a su catálogo, con la certeza de que su autora, Premio Maestro de Juventudes, por la Asociación Hermanos Saíz, será leída una vez más por los jóvenes seducidos por la buena literatura.