Resumen Latinoamericano, 9 de junio de 2021.
El Gobierno salvadoreño del presidente Nayib Bukele tiene una estructura oculta por encima de sus ministros, una especie de supragabinete formado por al menos diez asesores venezolanos cuyos contratos, honorarios y responsabilidades no han sido transparentados. La mayoría de ellos están ligados al autoproclamado gobierno interino de Juan Guaidó y a la dirigencia del partido Voluntad Popular en Maracaibo y Caracas. Al menos desde febrero de 2020, un mes antes de la pandemia de coronavirus, este gabinete paralelo ha dado órdenes a ministros del gabinete económico, de salud y de otras instituciones del Ejecutivo. Otro grupo, desde Casa Presidencial (Capres), se encarga de coordinar las actividades del aparato de propaganda del Órgano Ejecutivo y de Nuevas Ideas, partido fundado alrededor de la figura de Bukele y que controla la Asamblea Legislativa desde febrero de 2021.
El Faro analizó declaraciones en eventos internacionales y publicaciones en redes sociales donde algunos de estos venezolanos admiten su rol en el Gobierno; así como fotografías de actividades del Gobierno y de Nuevas Ideas, celebrados entre el 1 de febrero de 2020 y el 1 de mayo de 2021, en las que los venezolanos aparecen como protagonistas. Conversamos con tres funcionarios y dos empleados de este Gobierno que son testigos del trabajo de este grupo, con un empresario que los ha visto gestionar y resolver asuntos oficiales y dos diplomáticos contaron cómo y qué tipo de órdenes giran hacia ministros y otros funcionarios. Además, dos venezolanos que han trabajado con los asesores radicados en El Salvador y que tienen amistad con ellos desde su época de estudiantes universitarios, describieron algunas de las funciones que desempeñan en el país.
Los cinco funcionarios y los dos empleados manifestaron tener temor a ser identificados, por el riesgo a perder sus empleos o a sufrir represalias en contra de sus familias; el empresario dijo tener temor a recibir acoso de Hacienda; los diplomáticos pidieron la reserva de sus nombres, por no contar con autorización para hablar sobre este tema, y los dos venezolanos, por temor a enfrentar campañas de desprestigio en su país, debido a que trabajan con la oposición en Caracas.
Los testimonios de estas diez fuentes permiten dibujar un organigrama no oficial, una estructura paralela donde la jefa de gabinete no es la comisionada de Operaciones del Gabinete, Carolina Recinos, sino una venezolana: Sarah Abdel Karim Hanna Georges. Hanna ha sido asistente del líder opositor venezolano Leopoldo López y de su esposa, Lilian Tintori.
Sarah Hanna estuvo en la Unidad de Salud Atlacatl durante el inicio de la campaña de vacunación contra el Covid-19. Foto de El Faro: Carlos Barrera.
En la punta de la pirámide del poder salvadoreño está el presidente Nayib Bukele, seguido de Karim, su hermano más cercano, y luego sus también hermanos Ibrajim y Yusef. Los venezolanos sirven como enlace entre el clan familiar Bukele, el Gobierno y el partido Nuevas Ideas. Trasladan lineamientos en persona y a través de grupos de Whatsapp desde los que giran instrucciones. El Faro ha identificado a un grupo de 30 venezolanos que trabajan en el Gobierno, de los cuales diez pertenecen a un círculo privilegiado de toma de decisiones. De los 20 restantes, unos no viven en El Salvador, pero suelen permanecer aquí durante lapsos que van de días hasta meses.
«Te lo resumo así: casi que por cada ministro tienen un venezolano detrás dando órdenes», explicó un amigo de los asesores venezolanos.
A finales de marzo de 2021, tras una publicación de El Faro sobre Lester Toledo, jefe de campaña de Nuevas Ideas, un embajador se acercó a un periodista de El Faro durante un evento. «Sí, es cierto. Hay un montón de venezolanos que participan en reuniones oficiales del Gobierno, y la líder es Sarah Hanna». Los otros asesores venezolanos tienen áreas específicas en el gabinete ampliado, y le rinden cuentas a Hanna, como ministros no oficiales del Gobierno.
En el organigrama no oficial de este gabinete paralelo, debajo de Hanna está su persona de mayor confianza, Miguel Sabal, quien se encarga de temas logísticos y del reclutamiento de venezolanos en Caracas para trabajar con el Gobierno de El Salvador. Luego están los asesores por áreas: Miguel Arvelo, en Salud; Tomás Hernández, en el gabinete económico; Roddy Rodríguez ‚en Educación y Cancillería; Juan Carlos Gutiérrez, en los temas de transparencia, enlace con la Corte de Cuentas y la Cicíes; Santiago Rosas ha estado a cargo de la elaboración del Plan de Control Territorial, que nunca ha sido presentado públicamente, y Ernesto Herrera se ha desempeñado como asesor en el Ministerio de Seguridad. Como asesora de Capres, en protocolo, estaba María Alejandra García, que actualmente se encarga de coordinar, junto a su pareja, Tomás Hernández, el Programa de Emergencia Sanitaria (PES). La cabeza del segundo grupo es Lester Toledo, quien ha trabajado para Nuevas Ideas, pero a quien el Gobierno encomendó diseñar el PES, como herramienta de organización del territorio. Las acciones de propaganda en redes sociales son coordinadas por el equipo de Toledo, que incluye a su hermano Lender y a Esteban Vicuña, en coordinación con Hanna.
El 1 de junio, El Faro pidió entrevista a varios asesores de este grupo, a Sarah Hanna, a Lester Toledo, a Esteban Vicuña y a Roddy Rodríguez, a través de correos electrónicos y mensajes de Whatsapp, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta. El 24 de febrero, Vicuña prometió brindar una entrevista. «Estoy en un evento, pero mañana con mucho gusto a las 8 am puedo responder a todas sus preguntas», dijo, pero no volvió a responder su teléfono. Las instituciones oficiales de comunicación de este Gobierno no se hacen cargo de gestionar entrevistas con los venezolanos, bajo la lógica de que no aparecen en ningún organigrama.
A la izquierda, María Alejandra García, y a la derecha, Tomás Hernández. La pareja de asesores venezolanos coordina el Programa de Emergencia Sanitaria (PES). Foto proporcionada por una de las fuentes.
Estos asesores no tienen rango oficial y el Gobierno ha negado que existan sus plazas a través de resoluciones de sus oficinas de acceso a la información (OIR). El 16 de diciembre de 2020, el Ministerio de Salud respondió a un ciudadano que solicitó esos contratos que los asesores venezolanos no aparecían como empleados en los registros de Recursos Humanos, y Capres declaró que los contratos eran «inexistentes» y «reservados», según una resolución del 2 de julio de 2020. Dos empleados de Capres dijeron a El Faro que los honorarios de los venezolanos salen de la Dirección y Administración Institucional/Administración General de la Secretaría Privada de Presidencia de la República, y que todos tienen contratos de asesores.
El 1 de junio, una laboratorista del Instituto Nacional de Salud (INS) denunció que Miguel Arvelo, Miguel Sabal y Sara Hanna le instruyeron no procesar pruebas de Covid-19, incluidas las del personal de primera línea. Esa denuncia interna se conoció por la filtración de un memorando dirigido a la subdirectora del INS, Xóchitl Sandoval. En diciembre de 2020, un funcionario pidió poner atención al esquema que describe ese documento. «Los asesores venezolanos son como los chaneques de los Bukele. Los acompañan a actividades y a reuniones muy específicas de alto nivel», relató. «Yo sé que los hermanos toman decisiones, pero no es que agarren el teléfono para darnos órdenes sino que mandan a sus emisarios: los venezolanos. Eso sucede en varios ministerios», añadió.
La relación con estos asesores se comenzó a construir desde la campaña de Bukele para la elección presidencial de 2019. Sarah Hanna y Lester Toledo participaron como estrategas en esa campaña. En mayo de 2019, Bukele realizó una gira a Estados Unidos y participó en una conferencia de Americas Society/Council of the Americas, donde se reunió con Carlos Vecchio, un hombre de confianza de Lester Toledo, que acababa de ser designado embajador en Washington D.C. por Juan Guaidó, un diputado de Voluntad Popular que el 23 de enero de 2019 se autoproclamó presidente de Venezuela con el apoyo de Estados Unidos y de la Unión Europea.
«Agradecidos con el Pdte. Electo de El Salvador, Nayib Bukele, por su apoyo al pueblo venezolano, el compromiso demostrado por nuestra causa de libertad, cese de usurpación y la restitución de la democracia en nuestro país», escribió Vecchio tras la reunión del 7 de mayo de 2019. El 2 de noviembre de 2019, Bukele expulsó de El Salvador al cuerpo diplomático de Nicolás Maduro.
Nayib Bukele, durante una gira en Estados Unidos en mayo de 2019, en la que tuvo un encuentro con el embajador de Juan Guaidó en Washington D.C, Carlos Vecchio. Foto obtenida de la cuenta oficial de Twitter de Vecchio.
En diciembre de 2020, un ministro mencionó a este medio una regla no escrita en este Gobierno: «Si como titular de una institución no tienes una vía de comunicación directa con el presidente, te jodiste, porque los venezolanos mandan».
fuente: El Faro