Estado español. Juez rechaza enviar a prisión a Brahim Gali, líder del Frente Polisario

Esta­do espa­ñol. Juez recha­za enviar a pri­sión a Brahim Gali, líder del Fren­te Polisario

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Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 1 de junio de 2021.

La jus­ti­cia espa­ño­la recha­za la pri­sión pro­vi­sio­nal para Brahim Gha­li, líder inde­pen­den­tis­ta saha­raui, en el cen­tro de una cri­sis entre Rabat y Madrid des­de su ingre­so en un hos­pi­tal español.

La Audien­cia Nacio­nal espa­ño­la recha­zó enviar a pri­sión pro­vi­sio­nal o reti­rar el pasa­por­te al líder del Fren­te Poli­sa­rio, Brahim Gali, aun­que pidió que apor­te un domi­ci­lio y un telé­fono para estar loca­li­za­ble, tal y como había soli­ci­ta­do la Fiscalía.

Gali decla­ró este mar­tes (1.06.2021) por video­con­fe­ren­cia ante el juez espa­ñol San­tia­go Pedraz, en el mar­co de varias que­re­llas por pre­sun­tos deli­tos de lesa huma­ni­dad, geno­ci­dio y tor­tu­ras, entre otros, aun­que no ha sido for­mal­men­te incul­pa­do en nin­guno de estos casos. Y, como ya había hecho en una oca­sión ante­rior, Pedraz vol­vió a con­si­de­rar que no hay moti­vos que jus­ti­fi­quen medi­das tan gra­vo­sas como las soli­ci­ta­das por las acusaciones.

Brahim Gha­li, líder del Fren­te Poli­sa­rio, se encuen­tra hos­pi­ta­li­za­do des­de abril en Logro­ño, en el nor­te de Espa­ña, por com­pli­ca­cio­nes deri­va­das del covid-19. Su hos­pi­ta­li­za­ción fue jus­ti­fi­ca­da por la jefa de la diplo­ma­cia espa­ño­la, Aran­cha Gon­zá­lez Laya, «por razo­nes humanitarias». 

«Sin prue­bas»

«No cons­ta nin­gún dato para apre­ciar que el inves­ti­ga­do pue­da o quie­ra sus­traer­se a la acción de la jus­ti­cia, máxi­me a la vis­ta de que en cuan­to ha teni­do cono­ci­mien­to de los hechos inves­ti­ga­dos se ha per­so­na­do en la cau­sa y ha acce­di­do a la prác­ti­ca de su decla­ra­ción, inclu­so a la vis­ta del esta­do de salud en el que se encuen­tra que bien le hubie­ra per­mi­ti­do a su defen­sa soli­ci­tar pos­po­ner la decla­ra­ción», según el magistrado.

Pedraz seña­la ade­más que la acu­sa­ción «no ha sumi­nis­tra­do ele­men­tos siquie­ra indi­cia­rios» que ava­len «la exis­ten­cia de moti­vos bas­tan­tes para creer­le res­pon­sa­ble de deli­to alguno», dado que las decla­ra­cio­nes de tes­ti­gos pres­ta­das hace años «no tie­nen prue­ba corro­bo­ra­ti­va y de ellas no se sigue una par­ti­ci­pa­ción en los hechos del investigado». 

En su decla­ra­ción, el líder del Poli­sa­rio y pre­si­den­te de la Repú­bli­ca Ára­be Saha­raui Demo­crá­ti­ca (RASD, auto­pro­cla­ma­da en 1976) negó todas las acu­sa­cio­nes en su con­tra y las atri­bu­yó a un moti­vo «polí­ti­co» para tra­tar «una vez mas de minar la cre­di­bi­li­dad del pue­blo saha­raui y su lucha en el camino a la auto­de­ter­mi­na­ción». Su abo­ga­do tachó de «abso­lu­ta y rotun­da­men­te incier­tos» los hechos obje­to de acusación.

Audien­cia por dos causas

La audien­cia ha sus­ci­ta­do gran inte­rés en Espa­ña y Marrue­cos, des­pués de más de un mes de ten­sión al más alto nivel polí­ti­co y diplo­má­ti­co, que tuvo su pun­to más álgi­do cuan­do, a mitad de mayo, entra­ron en el encla­ve nor­te­afri­cano espa­ñol de Ceu­ta unos 10.000 migran­tes des­de terri­to­rio marroquí.

La decla­ra­ción de Gha­li obe­de­ce a una que­re­lla por deten­ción ile­gal, tor­tu­ras y crí­me­nes de lesa huma­ni­dad pre­sen­ta­da en 2020 por Fadel Brei­ka, disi­den­te del Poli­sa­rio y natu­ra­li­za­do espa­ñol. Brei­ka afir­ma haber pade­ci­do «tor­tu­ras» en el cam­po de refu­gia­dos saha­ruis de Tin­duf, en Arge­lia. La que­re­lla fue ini­cial­men­te archi­va­da, pero a ini­cios de año se rebrió.

La otra cau­sa por la que será inte­rro­ga­do Gha­li se remon­ta a 2007, y fue reabier­ta debi­do a la pre­sen­cia en Espa­ña del líder del Fren­te Poli­sa­rio. La denun­cia fue pre­sen­ta­da por la Aso­cia­ción Saha­raui para la Defen­sa de los Dere­chos Huma­nos (ASADEDH) por pre­sun­tos deli­tos de «geno­ci­dio», «ase­si­na­to», «terro­ris­mo», «tor­tu­ras» y «des­apa­ri­cio­nes», come­ti­dos pre­sun­ta­men­te en los cam­pos de Tinduf.

Con­si­de­ran­do no tener «indi­cios cla­ros» de la par­ti­ci­pa­ción de Brahim Gha­li en los deli­tos des­cri­tos en esa segun­da que­re­lla, el juez se negó a tomar medi­das cau­te­la­res, como la con­fis­ca­ción de sus docu­men­tos a fin de impe­dir­le salir de España.

Adver­ten­cias de Rabat

El lunes, el minis­te­rio marro­quí de Exte­rio­res advir­tió que la cri­sis no se resol­ve­rá sólo con la decla­ra­ción del líder sepa­ra­tis­ta saha­raui ante la jus­ti­cia, y recla­mó una inves­ti­ga­ción «trans­pa­ren­te» sobre las con­di­cio­nes de su lle­ga­da a Espa­ña. Marrue­cos lo acu­sa de haber via­ja­do «con un pasa­por­te falsificado».

En un nue­vo cru­ce de acu­sa­cio­nes, Rabat des­ta­có que la cri­sis es «un examen para la fia­bi­li­dad» de la rela­ción bila­te­ral. El pre­si­den­te del gobierno espa­ñol, Pedro Sán­chez, repli­có dicien­do que le pare­ce «inacep­ta­ble» que Marrue­cos haya podi­do per­mi­tir un «asal­to» a las fron­te­ras espa­ño­las ‑la lle­ga­da de 10.000 migran­tes a Ceu­ta- en res­pues­ta a unas «dis­cre­pan­cias en polí­ti­ca exterior».

«En peli­gro de muer­te», el líder del Poli­sa­rio lle­gó a Espa­ña rodea­do del mayor secre­to el 18 de abril, a bor­do de un avión medi­ca­li­za­do de la pre­si­den­cia arge­li­na y con un «pasa­por­te diplo­má­ti­co» en mano, según el dia­rio El País. Lue­go fue ingre­sa­do en un hos­pi­tal de Logro­ño bajo un nom­bre fal­so, «por razo­nes de segu­ri­dad», lo que obli­gó al juez de la Audien­cia Nacio­nal a enviar a unos poli­cías para veri­fi­car su iden­ti­dad y noti­fi­car­le que esta­ba lla­ma­do a declarar. 

Cri­sis diplo­má­ti­ca y migratoria

En repre­sa­lia por la aco­gi­da de quien Rabat con­si­de­ra un «cri­mi­nal de gue­rra», las fuer­zas marro­quíes deja­ron abier­ta la fron­te­ra con Ceu­ta hace dos sema­nas, lo que pro­vo­có un volu­men iné­di­to de lle­ga­das de inmi­gran­tes irregulares.

El Saha­ra Occi­den­tal, exco­lo­nia espa­ño­la, es un gran terri­to­rio desér­ti­co situa­do al nor­te de Mau­ri­ta­nia y con­si­de­ra­do por la ONU como «terri­to­rio no autó­no­mo», ya que su esta­tus no ha sido fija­do de for­ma defi­ni­ti­va. Apo­ya­do por Arge­lia, el Fren­te Poli­sa­rio exi­ge que se cele­bre un refe­ren­do de auto­de­ter­mi­na­ción con­tem­pla­do por la ONU. Marrue­cos, que con­tro­la la mayor par­te del terri­to­rio, se nie­ga a ceder sobe­ra­nía y pro­po­ne a lo sumo un régi­men de autonomía.

Itu­rria /​Fuen­te

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