El rey de Marruecos está construyendo de forma ilegal una “megalópolis del tomate” en Dakhla, el antiguo Villa Cisneros colonial español, a costa de los saharauis y los agricultores del oriente andaluz.
Un informe presentado por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, más conocida por las siglas COAG, y la ONG Mundubat, denuncia que cinco grandes grupos empresariales, algunos participados por el Rey de Marruecos, Mohamed VI, y por su ministro de Agricultura, pretenden crear uno de los mayores centros de producción de tomate a nivel mundial…
…en la tierra fértil de los territorios ocupados del Sáhara Occidental, en Dakhla, el antiguo Villa Cisneros español. El informe relata como el rey de Marruecos está construyendo de forma ilegal una “megalópolis del tomate” en dicha zona, a costa de los saharauis y los agricultores del sudeste español, incluidos los andaluces y malagueños. Es una información de www.revistaelobservador.com.
El informe de investigación, presentado por la ONG Mundubat y la organización agraria COAG (AQUÍ), asegura que cinco grandes grupos empresariales, algunos participados por el Rey de Marruecos, explotan tierra fértil de los territorios ocupados en el Sáhara Occidental, la antigua colonia española, con el fin de crear este macro centro hortifrutícola. El informe, titulado “Derechos Humanos y empresas transnacionales en el Sáhara Occidental: el caso del tomate”, cuenta como el rey de Marruecos está construyendo de forma ilegal esta “megalópolis del tomate”.
Para Antonio Rodríguez, secretario provincial de COAG Málaga, este tipo de instalaciones provocan que “los agricultores se planteen sembrar otros cultivos, porque no pueden competir con este tipo de mega-granjas. Que además utilizan los tipos de fitosanitarios que quieren, con trabajadores que no están dados de alta, sin seguridad social, y con un salario que no tiene nada que ver con el salario europeo”.
El informe estima que los efectos de este tipo de granjas en la agricultura andaluza se traducen en la “pérdida continuada de superficie en las principales zonas de producción tomatera españolas. En Almería, en apenas 5 años se han perdido 2.200 hectáreas”. Esto se debería a que “la presión de la entrada de tomate de Marruecos ha perturbado continuamente los mercados comunitarios forzando la pérdida de rentabilidad de los agricultores y agricultoras europeos de tomate”. Al respecto, Rodríguez afirma que “en Málaga tenemos todavía en torno a 1.000 hectáreas de invernadero, y lo que hace este tipo de cuestiones es que desplazan el cultivo del tomate en Andalucía, y en Málaga también por la parte que nos toca”.
Según el informe, entre las irregularidades del mega-proyecto agrícola estarían exoneraciones fiscales a los grupos empresariales instalados, vulneración de derechos fundamentales del pueblo saharaui y la discriminación laboral hacia esta población, usurpación de sus recursos naturales como la tierra y el agua y fraude a los consumidores europeos en materia de etiquetado, ya que en la Unión Europea Marruecos no los vendería con la etiqueta Producto del Sáhara Occidental, puesto que para Marruecos sería reconocerle al Sáhara su condición de territorio independiente.
Por otro lado, el informe destaca que “entre 2001 y 2019 la cantidad de hortalizas procedentes de Marruecos ascendió un 170%, situándose próximas a triplicar las entradas del comienzo del periodo analizado. Esos incrementos están fuertemente marcados por la evolución de las importaciones de tomate de Marruecos a la UE. Este producto es el principal de la categoría de hortalizas que ingresa en territorio comunitario procedente de este origen”.
El secretario provincial de COAG Málaga, Antonio Rodríguez, cree que “nos meten todo el tomate que les de da la gana por frontera, no solo el contingente aprobado, porque no hay un control exhaustivo de eso, y además con las condiciones que quieren. Por eso siempre estamos pidiendo que se cumplan los contingentes, que se tenga en cuenta que se está desplazando al agricultor europeo, y que hayas más controles en fronteras, en aduanas, y que se tengan en cuenta todo este tipo de cuestiones, porque esto es competencia desleal en toda regla”.
Los productos saharahuis no podrían entrar en Europa
Tal y como explica Lidia Vega en un artículo para Merca2.es (AQUÍ), uno de los principales problemas de los tomates que vienen de Marruecos es “¿Cómo sabemos si el producto que consumimos es realmente de Marruecos o del Sáhara? Es imposible”. Esto vulneraría el derecho de los consumidores a conocer el origen de los productos. Según Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, “la trazabilidad es obligatoria para los productores y no sé está haciendo. Marruecos como estado se niega en rotundo a tener una etiqueta de Europa que aparezca ‘Origen Sahara Occidental’ porque eso sería reconocer el estado saharaui y no quiere”.
Para Vega resulta “realmente asombroso que desde la Comisión Europea no se esté haciendo nada para solucionar el problema del rastreo del producto. Si existe cualquier producto que genere un problema de salud en el consumidor, la trazabilidad sirve para rastrear de qué finca, de qué explotación viene. Con lo cual el no tener este código es un delito muy grave”. Así, España es la gran perjudicada económicamente, sobre todo las huertas del sur, ya que ahora el principal proveedor en el país es Marruecos.
Por último Vega se pregunta: “¿Piensa la Unión Europea tomar cartas en el asunto y defender a España? ¿El Gobierno español piensa plantar cara y defender a su producto? ¿Y los supermercados? ¿Apostarán por el producto nacional o por el tomate importado de Marruecos después de conocer las irregularidades en su rastreo?”.
Fuente: El Observador.