Oleada de despidos de trabajadores de la banca no sólo en Andalucía sino también en Portugal. El BCP , la semana pasada, lanzó el plan de reducción de trabajadores. Los trabajadores pueden salir por jubilación anticipada (para los de 57 años o más) o por despido por mutuo acuerdo. En este caso, quien abandona por extinción por convenio no accede a la prestación por desempleo.
La intención del BCP es que se vayan hasta mil trabajadores. Entre 2012 y 2020, el banco ya había reducido casi dos mil trabajadores en Portugal, teniendo a finales del año pasado 7.013 empleados.
También el Santander Totta admitió haber recurrido a despidos. A finales de abril, dijo que en el primer trimestre acordó la salida de 68 trabajadores y anunció el despido de otros 100 a 150 empleados “cuyas funciones se han vuelto superfluas”. Se trata principalmente de trabajadores de mostradores cerrados a los que se propuso marcharse pero no aceptaron. A principios de mayo y luego de varias protestas, el banco decidió posponer “temporalmente” las medidas unilaterales de salida de trabajadores. Al cierre de 2020, Santander Totta contaba con 5980 empleados.
La reducción de estructuras (salida de trabajadores y cierre de sucursales) es común a toda la banca europea. La reducción de empleados, que ya había comenzado desde la crisis anterior (iniciada en 2008), debería cobrar ahora una nueva fuerza, apalancada por la crisis pandémica. Sin embargo, los bancos han basado sus ganancias en la reducción de costos.
Los procesos serán aún más agresivos que los que se dieron durante la última crisis y la intervención de la troika, ya que hay grandes bancos admitiendo despidos, porque la compensación propuesta ahora es menor e incluso porque no es lo mismo despedir a un mil trabajadores en un total de ocho mil o un total de seis mil, advierten los representantes de los trabajadores.
Ataque concertado a los derechos de los trabajadores bancarios
En septiembre de 2020, el banco Montepio también anunció un “plan ampliado” para la salida de trabajadores, mediante jubilaciones anticipadas y rescisión de contratos laborales, con el objetivo de reducir entre 600 y 900 empleados.
Según una fuente oficial de Montepio, en la primera fase del programa (en el último trimestre de 2020) salieron 235 empleados, de los cuales 124 fueron jubilados y 111 despedidos por mutuo acuerdo (que dan acceso a la prestación por desempleo, según obtuvo el banco del Gobierno el estado de empresa en proceso de reestructuración). Este año se inició la segunda fase del programa, con propuestas de salidas de mutuo acuerdo. A finales de 2020, el grupo bancario Montepio contaba con 3721 empleados.
En Caixa Geral de Depósitos (CGD), de la que salieron alrededor de dos mil trabajadores entre 2017 y 2020 como parte del proceso de reestructuración, la dirección ha dicho que los nuevos objetivos cuantificados de reducción de personal solo existirán cuando se apruebe el plan para 2021 – 2024, pero Se sabe que la banca pública sigue teniendo abiertos planes de rescisión por mutuo acuerdo y jubilaciones anticipadas.
Según la larga serie del Banco de Portugal, entre 2009 y 2019, los bancos que operan en Portugal redujeron su plantilla en casi 13.000 empleados. En 2020, solo en los cinco principales bancos que operan en Portugal (CGD, BCP, Novo Banco, Santander Totta, BPI), se eliminaron 1200 puestos de trabajo.
Fuente: Abril Abril.