Por Laura Millalonco /Resumen Latinoamericano, 17 de junio de 2021
En la comunidad Millalonco Ranquehue, un territorio que ha sido resguardado en cercanías de Bariloche (Río Negro) se realizará en los próximos días el Wüñoy Txipantu.
En un contexto tan apremiante como es el de la pandemia, Laura, militante mapuche e integrante de esta comunidad, comparte sus palabras y experiencias sobre el sentido más profundo que tiene esta ceremonia e invita a las personas mapuche y no mapuche a “acompañar los cambios de la naturaleza” desde los muy diferentes lugares que habitan el wallmapu (territorio).
Para esto Laura comienza haciendo algunas explicaciones –orientadas desde los conocimientos mapuche– sobre los sentidos que tiene la palabra “acompañar” el Wüñoy Txipantu: un momento de renovación de ciclos donde se entrelaza la espiritualidad, la naturaleza, la conversación y el fuego.
“Antes que nada hay que aclarar esto. No es el año nuevo mapuche, sino que es un cambio que ocurre en el hemisferio sur. Es un cambio en la naturaleza, y todos los que estamos dentro de este territorio somos parte de la naturaleza. El compromiso y el sentir es libre y el acompañamiento es necesario. Lo podes hacer de diferentes formas (…) Podés hacer un fuego para ayudar al sol a calentar la tierra, eso es una responsabilidad de todos, no solamente de los mapu. Y lo otro que podés hacer es saludar, por ejemplo, a la mañana al sol, a la tierra, ofreciéndole algo, algunos ofrecen semillas, algunos usan yerba, podés usar lo que tengas. Después lavarse en alguna vertiente, río, arroyo que esté a disposición… eso se hace bien tempranito, a las cinco de la mañana (…) Aunque sea a la mañanita salir a saludar y ofrecerle algo al lugar. Ser parte.
Es la responsabilidad de todos los que habitamos el hemisferio sur, en este caso todo el wallmapu. El mapuche y no mapuche, el que habita en este espacio, más los que estamos cuidando todavía lo que queda de naturaleza… En la ciudad ya no sé si estarán esas fuerzas, pero, aunque no se puedan ver muchas veces están.
(…) No es que te juntas para saber cómo te fue este año. Eso es una cosa más dentro de todo. Lo principal es que vos tenés que estar acompañando el cambio. Y una de las cosas súper importantes, que la he escuchado en diferentes lugares es el tema del kutral, del fuego. La responsabilidad del grupo es tener el fuego encendido y con esto ayudamos a que el sol vuelva a calentar la tierra. Mirá lo importante que es (…) esa es la fuerza que hay que poner, alimentar el espíritu del fuego, eso es el centro. El fuego representa el pülli, no podes usarlo para otra cosa, tiene que ser un fuego ceremonial (…) Este fuego tiene que estar bien alimentado, tiene que haber encargados de que nunca se apague, que esté bien prendido. Ese también es un rol importante el del fogonero. Y al día siguiente se deja que se apague solo. Esa es la importancia del por qué tenemos que estar, amanecer y acompañar, es dar ese newen. Lo podemos hacer en comunidad, lo podemos hacer solos, pero el tema es que hay que hacerlo. Tiene que ver con esa responsabilidad como mapuche, como che, como ser parte (…)”
(Laura Millalonco, 14 de junio 2021)
Desde la perspectiva de la comunidad Millalonco Ranquehue “la naturaleza te muestra el momento” y este año en particular, el cambio de ciclo se adelantó unos días. Entre el 17 y el 24 de junio sucederá la noche más larga del año, que marca el cambio de ciclo, el renacer de un tiempo ordenado por los ritmos de la naturaleza:
“esto que está pasando, que llamamos veranito, nos está mostrando el fin del antiguo ciclo, previo al nuevo comienzo del ciclo, Wüñoy Txipantu “.
La importancia de celebrar la renovación del ciclo para recuperar y renovar sus vínculos con las fuerzas del territorio implica también pasos previos como la búsqueda de leña, la preparación del ramal en el que se pasará la noche, y en el que se encenderá el gran fogón. Es con estos pasos que se inicia la celebración, donde se compartirán historias y conversaciones intercalados con otros momentos de purrun (baile) y ngillatun (ceremonia mapuche), acompañados siempre por el sonido de los instrumentos mapuche.
Es con estas explicaciones que la comunidad Millalonco Ranquehue convoca a que, en los próximos días, todo aquel que “se sienta parte” de la relación con la naturaleza, con el entorno, con la mapu (tierra) acompañe este cambio de ciclo desde sus hogares, barrios, comunidades y territorios:
“tirando un poco de yerba para saludar a la mañana a las fuerzas, haciendo un fuego, un kutral ceremonial, y lavándose en algún lugar en el que corra el agua”.
Como parte de estas reflexiones, las y los integrantes de esta comunidad estarán compartiendo en las próximas semanas un escrito más profundo acerca de sus recuerdos, experiencias previas y conocimientos relacionados con la primera vez que se realizó el Wüñoy Txipantu en el territorio Millalonco Ranquehue. Así mismo, darán cuenta de los motivos por los cuáles actualmente reclaman al Estado que deje de anteponerse a las formas de vida mapuche, mapuche-tehuelche.
Colaboro con este escrito: Kaia Santisteban
FUENTE: GEMAS