Pales­ti­na. ‘Nues­tra lucha por la libe­ra­ción no es por la raza o reli­gión es con­tra el colonialismo’

Resu­men Medio Orien­te, 27 de junio de 2021-.

Pre­sen­ta­mos esta entre­vis­ta exclu­si­va con Moham­med El-Kurd, joven escri­tor pales­tino que vive en Sheik Jarrah, Jeru­sa­lén este. Jun­to con su her­ma­na, la perio­dis­ta Muna El-Kurd, son reco­no­ci­dos por denun­ciar y luchar con­tra los des­pla­za­mien­tos for­zo­sos que lle­va ade­lan­te Israel con los colo­nos, apo­ya­dos por el Ejér­ci­to sio­nis­ta. Roban sus vivien­das con el fin de judai­zar los terri­to­rios ocupados.

Des­de niños fue­ron tes­ti­gos y sufrie­ron con sus fami­lias y veci­nos esos des­pla­za­mien­tos a pun­ta de pistola.

Él es par­te de esa joven gene­ra­ción que recha­za los lide­raz­gos de los par­ti­dos tra­di­cio­na­les ára­bes y des­pre­cia las ata­du­ras impues­tas por la Auto­ri­dad Nacio­nal pales­ti­na (ANP) en Cis­jor­da­nia, que muchas veces emplea a su Poli­cía para repri­mir las movi­li­za­cio­nes de la pobla­ción con­tra el Esta­do de Israel, inclu­so lle­gan­do al ase­si­na­to de acti­vis­tas disi­den­tes como el de Nizar Banat, que murió mien­tras se encon­tra­ba dete­ni­do por esa fuer­za repre­si­va. Esto des­ató movi­li­za­cio­nes de pales­ti­nos exi­gien­do la renun­cia de Abbas, el pre­si­den­te de la ANP.

¿Cómo es hoy la situa­ción en Sheik Jarreh des­pués de la pro­vo­ca­ción que ini­ció Israel en Jeru­sa­lén este, los bom­bar­deos en Gaza y las deten­cio­nes masivas?

-La situa­ción es bas­tan­te ten­sa. Nos encon­tra­mos bajo un blo­queo ile­gal y por más de un mes los ata­ques de Israel no cesan, nun­ca se han dete­ni­do, la vio­len­cia colo­nial nun­ca se ha ter­mi­na­do, en los últi­mos 73 años de nues­tras vidas como pales­ti­nos, pero espe­cial­men­te en el últi­mo año, hoy esta­mos enfren­tan­do nive­les cada vez más altos de vio­len­cia poli­cial, así como de vio­len­cia de par­te de los colo­nos, y en gene­ral ambas enti­da­des tra­ba­jan jun­tas, están asociadas.

Sheik Jarrah repre­sen­ta para los pales­ti­nos la lucha con­tra los des­pla­za­mien­tos for­zo­sos ini­cia­dos en 1948. ¿Cómo es la his­to­ria de tu fami­lia en rela­ción a eso?

-Mi fami­lia, mi abue­la fue des­pla­za­da, expul­sa­da a la fuer­za de su hogar en Hai­fa, cuan­do se ocu­pó en 1948 y fue des­pla­za­da varias veces más. Lue­go en 2009 cuan­do la mitad de nues­tra casa fue toma­da, si mi abue­la estu­vie­ra viva, ten­dría 105 años y ya hubie­ra sido su quin­ta o sex­ta vez que lo colo­nos israe­líes la des­alo­jan de su casa.

Hoy, hay 28 fami­lias en Sheik Jarrah, más de 80 fami­lias en Sil­wan, miles de pales­ti­nos, en toda la Pales­ti­na colo­ni­za­da, enfren­tan el ries­go inmi­nen­te de lim­pie­za étni­ca y des­pla­za­mien­tos en manos del Gobierno israe­lí que tra­ba­ja sis­te­má­ti­ca­men­te para expul­sar­los de sus tie­rras y redu­cir la pobla­ción y la pre­sen­cia demo­grá­fi­ca en Jerusalén.

¿Cuá­les son los ries­gos coti­dia­nos que corren con la pre­sen­cia del ejér­ci­to israe­lí y los colonos?

-Sí, esta­mos bajo rie­go de des­pla­za­mien­to inmi­nen­te en cual­quier momen­to, los colo­nos israe­líes arma­dos con pis­to­las, con la ayu­da del ejér­ci­to israe­lí y la Poli­cía israe­lí, las fuer­zas de ocu­pa­ción pue­den venir y arro­jar­nos a las calles.

Esta­mos bajo ese ries­go sim­ple­men­te por ser pales­ti­nos; todos los días nos ente­ra­mos de pales­ti­nos que son eje­cu­ta­dos, son ase­si­na­dos extra judi­cial­men­te por las fuer­zas de ocu­pa­ción israelíes.

No es nece­sa­rio estar hacien­do algo, solo debes estar en algún lugar, y en algún momen­to vas a reci­bir un dis­pa­ro, sólo por ser pales­tino. Hemos vis­to esto y vimos una per­so­na autis­ta a quien le dis­pa­ra­ron mien­tras huía.

Hemos vis­to una mujer que reci­bió un dis­pa­ro mien­tras iba a tra­ba­jar. Vimos per­so­nas a las que se les dis­pa­ró, vimos alla­na­mien­tos en casa­mien­tos, vimos hoga­res sien­do alla­na­dos. Hemos vis­ta tan­ta vio­len­cia colo­nial, tan­to terror des­de el Esta­do en el cur­so de nues­tra vida que estoy con­ven­ci­do de que no hace fal­ta hacer nada, ni pro­tes­tar para ser ata­ca­do por la ocu­pa­ción israe­lí. Y podrían matar­me, eje­cu­tar­me y al día siguien­te decir que fue un error; como lo han hecho con un joven pales­tino en Rama­llah hace pocas sema­nas. Por eso, para noso­tros es mejor mani­fes­tar­nos en con­tra de este racis­mo y con­tra la vio­len­cia colo­nial que enfren­ta­mos por­que de todos modos, nin­guno está a sal­vo bajo el colonialismo.

¿Cómo es la resis­ten­cia a la repre­sión y colo­ni­za­ción más allá de Sheik Jarrah?

-Creo que habla­mos mucho sobre la vio­len­cia poli­cial, y sobre la bru­ta­li­dad de fuer­zas de ocu­pa­ción, sobre todos sus sinies­tros esfuer­zos para echar­nos de nues­tros hoga­res, pero no sole­mos hablar de nues­tro desa­fío como pueblo.

Las per­so­nas en Sheik Jarrah, en Sil­wan, las per­so­nas de Bei­ta están al des­nu­do, sin fon­dos y están tra­ba­jan­do por su cuen­ta den­tro de sus pro­pias comu­ni­da­des, han esta­do defen­dien­do sus hoga­res, sus tie­rras con­tra la lim­pie­za étni­ca, con­tra la vio­len­cia de los colo­nos, con­tra el terro­ris­mo san­cio­na­do por el Esta­do, duran­te los últi­mos meses, así que se ponen a prue­ba y es admi­ra­ble ver todo el cora­je y toda la obs­ti­na­ción pales­ti­na que ha sido el resul­ta­do de toda esta vio­len­cia colo­nial a la que nos enfrentamos.

La huel­ga gene­ral de los pales­ti­nos, mos­tró ese cora­je tam­bién. ¿Qué dejó esa gran huelga?

-Sí, me refie­ro a la huel­ga gene­ral que vimos el 18 de mayo, no hemos vis­to nada igual des­de 1936, des­de la huel­ga gene­ral en los años 30, y repre­sen­tó la uni­dad nacio­nal por pri­me­ra vez en mucho tiem­po, repre­sen­tó nues­tra voz colec­ti­va pales­ti­na, decir no a la vio­len­cia colo­nial, decir no a par­ti­ci­par en la vio­len­cia colo­nial y los sis­te­mas coloniales.

Y le recor­dó a la gen­te el poder que tene­mos como con­su­mi­do­res de la eco­no­mía israe­lí, del poder que tene­mos como con­tri­bu­yen­tes a la eco­no­mía israe­lí y el valor de nues­tra pro­pia eco­no­mía, de la eco­no­mía pales­ti­na, de la pro­duc­ción pales­ti­na. Creo que estos son pasos impre­sio­nan­tes que la huel­ga gene­ral pudo lograr.

¿Cómo es la lucha con­tra los dis­tin­tos impe­ria­lis­mos, sobre todo Esta­dos Uni­dos, que apo­ya al Esta­do de Israel?

-No vamos a ver resul­ta­dos de la noche a la maña­na, pero creo que el camino a seguir es seguir pro­tes­tan­do, seguir boi­co­tean­do, seguir pre­sio­nan­do para que se impon­gan san­cio­nes, seguir hablan­do de Pales­ti­na, seguir cam­bian­do la narrativa.

Las per­so­nas en cual­quier lugar del mun­do nece­si­tan luchar con­tra el impe­ria­lis­mo, nece­si­tan luchar con­tra el fas­cis­mo den­tro de sus pro­pios paí­ses, inde­pen­dien­te­men­te de la posi­ción de sus paí­ses con las auto­ri­da­des de la ocu­pa­ción israe­líes. La gen­te debe mani­fes­tar­se con­tra el impe­ria­lis­mo y el fas­cis­mo en todo momen­to, con­tra todas las for­mas de des­igual­dad y racis­mo, y eso será una inmen­sa ayu­da al pue­blo palestino.

¿Cómo viven la iden­ti­dad de ser fami­lias de refu­gia­dos y par­te de la cla­se tra­ba­ja­do­ra palestina?

-La comu­ni­dad En Sheik Jarrah, es una comu­ni­dad de gen­te de cla­se tra­ba­ja­do­ra, todos somos pre­do­mi­nan­te­men­te refu­gia­dos, fui­mos expul­sa­dos de nues­tros hoga­res en 1948, estoy hablan­do de mis abue­los, los abue­los de mi vecino fue­ron echa­dos de sus casas y cuan­do eres un refu­gia­do lle­vas una vida de refu­gia­do sin impor­tar dón­de estés, por eso, somos gen­te de cla­se tra­ba­ja­do­ra, tra­ba­ja­mos todos los días y esta­mos tra­ba­jan­do en con­tra de orga­ni­za­cio­nes millo­na­rias de colo­nos israe­líes, apo­ya­dos por EE. UU., que tie­nen fon­dos millo­na­rios, y las esta­mos com­ba­tien­do solos.

¿De qué mane­ra se expre­sa la juven­tud que enfren­tó el últi­mo gran ata­que y repre­sión de Israel?

-Creo que la par­ti­ci­pa­ción de los jóve­nes en la esce­na polí­ti­ca a par­tir de los últi­mos meses es increí­ble. Soy opti­mis­ta pero cau­te­lo­so, por supues­to, creo que esto no tie­ne pre­ce­den­tes y debe­ría con­ti­nuar y con­ti­nuar y con­ti­nuar, y la gen­te debe­ría seguir comu­ni­cán­do­se con todos los que pue­dan, creo que lo que hace que este momen­to sea úni­co es el hecho de que nos nega­mos a acep­tar el len­gua­je nor­ma­li­za­do, nos nega­mos a acep­tar tér­mi­nos asép­ti­cos, lla­ma­mos a las cosas por su nom­bre, lla­ma­mos a la Poli­cía de ocu­pa­ción como la Poli­cía de la ocu­pa­ción, por­que eso es lo que son, esta­mos lla­man­do a los terro­ris­tas como terro­ris­tas, por­que eso es lo que son y eso es lo que está sucediendo.

Creo que final­men­te no tene­mos mie­do de decir la ver­dad, toda la ver­dad y lo esta­mos hacien­do evi­tan­do el con­trol de los medios de comu­ni­ca­ción domi­nan­tes, de la cen­su­ra digi­tal, esta­mos hacien­do todo esto a pesar de estas barre­ras y creo que eso es lo admi­ra­ble de la par­ti­ci­pa­ción de los jóve­nes en la recien­te lucha por Pales­ti­na y espe­ro que con­ti­núe y ani­ma­ré a todos para continuar.

¿Cómo reci­bis­te las movi­li­za­cio­nes que se hicie­ron en muchos paí­ses en apo­yo al pue­blo palestino?

-Creo que este es un movi­mien­to sin pre­ce­den­tes en cuan­to a volu­men, creo que no hemos vis­to esta can­ti­dad par­ti­ci­pan­do con ante­rio­ri­dad, cuan­do se habla de 200.000 per­so­nas que salie­ron a pro­tes­tar en Lon­dres, eso es algo que nun­ca antes había­mos vis­to, aho­ra mi fe es que esto con­ti­núa, que estos núme­ros no se desvanezcan.

Y lo que sé con cer­te­za es que hemos poli­ti­za­do a toda una gene­ra­ción y esa gene­ra­ción ente­ra va a cre­cer para­da en el lado correc­to de la his­to­ria y tra­ba­jan­do para defen­der a los opri­mi­dos como el pue­blo palestino

¿Cuál es tu opi­nión sobre los polí­ti­cos tra­di­cio­na­les palestinos?

-Quie­ro decir, cier­ta­men­te que creo que los jóve­nes de hoy están har­tos de nues­tro supues­to lide­raz­go que nos ha falla­do repe­ti­da­men­te duran­te déca­das y déca­das y esta­mos toman­do las cosas en nues­tras pro­pias manos.

Este movi­mien­to, es en gran par­te un movi­mien­to sin líde­res y esa es la belle­za de esto, la eli­mi­na­ción de jerar­quías, la idea de que nin­gún len­gua­je está vigi­la­do, la idea de que las per­so­nas pue­den expre­sar lo que sien­ten sobre su opre­sión de la mane­ra que quie­ran, y exi­jan la libe­ra­ción, toda la libe­ra­ción total y la des­co­lo­ni­za­ción. Ha sido algo que no hemos vis­to sobre la mesa duran­te muchos, muchos, muchos, muchos años y hoy esta­mos exi­gien­do estas cosas abier­ta­men­te y no esta­mos siguien­do los pasos de nadie.

¿Qué pen­sas del par­ti­do ára­be Raam que inte­gra la nue­va coa­li­ción de gobierno israelí?

-En mi opi­nión per­so­nal, todas estas per­so­nas son terro­ris­tas, sin impor­tar quién lide­re la agen­da polí­ti­ca y las auto­ri­da­des israe­líes, todos son terro­ris­tas, todos son cri­mi­na­les de guerra.

En las calles de Pales­ti­na tam­bién están de acuer­do en gran medi­da en que nada bueno sale de un gobierno colo­nial, nada bueno sale de un gobierno que tie­ne sed de tie­rra y sed de vidas y no impor­ta si hay un ára­be en el nue­vo gobierno de coa­li­ción (NR: se refie­re al nue­vo Gobierno de Israel don­de el par­ti­do ára­be isla­mis­ta Raam fir­mó un acuer­do para apo­yar la coa­li­ción que enca­be­za el ultra­de­re­chis­ta Naf­ta­lí Ben­nett), no impor­ta quién sos­tie­ne la daga, quién sos­tie­ne el arma, es la mis­ma bala que nos dis­pa­ra a todos, el mis­mo cuchi­llo que todos sen­ti­mos en nues­tros cuer­pos, en nues­tras tie­rras, en nues­tros hoga­res, no impor­ta por­que nues­tra lucha por la libe­ra­ción pales­ti­na no es iden­ti­ta­ria, no se tra­ta de reli­gión, no se tra­ta de raza, no se tra­ta de quién es ára­be y quién no, se tra­ta de luchar con­tra la opre­sión, se tra­ta de luchar con­tra el colo­nia­lis­mo, así que no impor­ta quién empu­ñe el arma.

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