Perú. El verdadero rostro de los poderes fácticos

Perú. El ver­da­de­ro ros­tro de los pode­res fácticos

Wil­man Cai­chi­gua Robles* /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 6 de junio de 2021

Los pode­res fác­ti­cos han que­da­do al des­cu­bier­to, el pue­blo ha des­per­ta­do y cami­na hacia un nue­vo ama­ne­cer. Ilus­tra­ción del artis­ta ayma­ra boli­viano Rober­to Mama­ni Mamani.

«Ya hemos des­per­ta­do y no vol­va­mos a des­fa­lle­cer; cos­ta­rá sacri­fi­cios, pero, antes de par­tir de esta tie­rra con orgu­llo dire­mos, esto es lo que pude hacer por ti que­ri­do hijo, nie­to, biz­nie­to y ayllu milenario».

Gra­cias a esta cam­pa­ña elec­to­ral 2021, al fin se ha visi­bi­li­za­do a los ver­da­de­ros ros­tros e intere­ses mez­qui­nos de los pode­res fác­ti­cos que nos gober­na­ron por más de 400 años des­de la oscu­ri­dad y la clandestinidad.

¿Qué es un poder fác­ti­co? Son gru­pos de intere­ses o gru­pos de pre­sión, que ejer­cen poder en la socie­dad para influir en las deci­sio­nes del esta­do al mar­gen de las ins­ti­tu­cio­nes lega­les, uti­li­zan­do su capa­ci­dad de pre­sión o de auto­ri­dad que poseen.

Gra­cias a las redes socia­les, nos hemos ente­ra­do de las inten­cio­nes de estos pode­res fác­ti­cos. Me pre­gun­to: ¿Quié­nes se jun­ta­ron al lado de Kei­ko Fuji­mo­ri? ¿Qué polí­ti­cos, depor­tis­tas, faran­du­le­ros, escri­to­res, opi­nó­lo­gos, perio­dis­tas, empre­sas, oli­go­po­lios, trans­na­cio­na­les, con­sor­cios, mili­ta­res, sacer­do­tes, pro­fe­sio­na­les, alie­na­dos, ena­je­na­dos, com­pra­dos, nece­si­ta­dos y vene­cos han apo­ya­do a la cam­pa­ña de Kei­ko? ¿Quié­nes han bai­la­do al son de la músi­ca del fuji­mo­ris­mo que tan­to daño a hecho al país en estas últi­mas décadas?

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Detrás de ellos hay un poder fác­ti­co, sólo por un úni­co inte­rés, cual es, man­te­ner el mode­lo polí­ti­co y eco­nó­mi­co que les ha lle­na­do sus bol­si­llos y ha empo­bre­ci­do a las gran­des mayo­rías. Esto es lo úni­co que cui­dan; lo demás, eso de decir que luchan por la demo­cra­cia, que defien­den al país, la esta­bi­li­dad, que el comu­nis­mo, el cha­vis­mo, etc. son puras men­ti­ras y cinismo.

Pero, tam­bién el pue­blo tie­ne sus orga­ni­za­cio­nes de pre­sión y expre­sión, en las redes socia­les, en las calles y las pla­zas, que como nun­ca antes, se ha expre­sa­do con­tra esos pode­res fác­ti­cos. Con memo­ria y dig­ni­dad, el pue­blo ha dicho que ya esta­mos har­tos de éste mode­lo neo­li­be­ral ham­brea­dor e injusto.

El pue­blo ha des­per­ta­do, ya no lo detie­ne el mie­do que nos han infun­di­do los medios, ya no más aga­char­nos, con­for­mar­nos y resig­nar­nos. Que­re­mos algo mejor para nues­tros hijos y nues­tros nie­tos. Esto es lo úni­co que quie­re el pue­blo, luchar por un país don­de todos sea­mos her­ma­nos y ten­ga­mos las mis­mas oportunidades.

Cuan­do el pue­blo y sobre todo los jóve­nes gri­tan: ¡Por memo­ria y dig­ni­dad!, no sólo están dicién­do­nos que recor­de­mos lo que ha hecho el fuji­mo­ris­mo, los vie­jos polí­ti­cos y los pode­res fác­ti­cos; tam­bién nos están dicien­do que no solo son 200 años de Repú­bli­ca de escla­vis­mo y ser­vi­lis­mo, sino 500 años de geno­ci­dio cul­tu­ral y mar­gi­na­ción a los ver­da­de­ros des­cen­dien­tes del Tawantinsuyu.

El Mito de Inka­ri pro­fe­ti­za que “Vol­ve­re­mos por millo­nes” y que cada cin­co ciclos, inclu­so fue­ra de cual­quier desig­nio humano, por la influen­cia de las mis­mas fuer­zas natu­ra­les del Cos­mos, se pro­du­ce el Pacha­ku­ti, Pacha (tiem­po y espa­cio) Kuti (regre­so, cam­bio), es decir, es tiem­po de los cam­bios, de las trans­for­ma­cio­nes, del des­per­tar de las con­cien­cias, ya nada lo deten­drá, por que así es y así será.

El tiem­po en la cos­mo­vi­sión andi­na no es lineal como lo con­ci­be el occi­den­te. Para noso­tros los andi­nos el tiem­po es cir­cu­lar o cícli­co, es decir que todo retorna.

El Pacha­ku­ti es la demos­tra­ción o la evi­den­cia de esta cate­go­ría tem­po­ral, en que el pasa­do está delan­te por­que es lo cono­ci­do, lo vis­to, lo vivi­do; mien­tras que el futu­ro es algo que no se ve, está detrás, escon­di­do. Por esto, es impor­tan­te cono­cer y tener memo­ria de nues­tro pasa­do, de lo que hemos vivi­do, y así tomar bue­nas deci­sio­nes para el futuro.

No es sólo Cas­ti­llo o el pro­fe, sino, somos noso­tros los del pue­blo, la mayo­ría que lucha­mos por vivir con dig­ni­dad y liber­tad; sí, es Kei­ko, pero, es la cara visi­ble de los pode­res fác­ti­cos, de las orga­ni­za­cio­nes cri­mi­na­les, de los que nos han roba­do lo que es nuestro.

Ya hemos des­per­ta­do y no vol­va­mos a des­fa­lle­cer, cos­ta­rá sacri­fi­cios, pero, antes de par­tir de esta tie­rra con orgu­llo dire­mos, esto es lo que pude hacer por ti que­ri­do hijo, nie­to, biz­nie­to y ayllu milenario.

Me que­do con esta ima­gen ilus­tra­ti­va de la reali­dad en que vivi­mos, cómo es que, detrás de la can­di­da­ta jue­gan su pro­pio par­ti­do los pode­res fác­ti­cos, aun­que aho­ra ya no estu­vie­ron tan ocul­tos, sino que se han mos­tra­do tal como son.

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Tupa­nan­chik­ka­ma­ña, han­ku­na­ña sumaq­lla, haw­ka­lla, qawa­ya­na­kus­pa, yayay­wan ima­ta­pas ruwarisunchik.


*Wil­man Cai­chihua Robles es docen­te, comu­ni­ca­dor social y espe­cia­lis­ta en edu­ca­ción inter­cul­tu­ral bilingüe.

FUENTE: SERVINDI

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