El Gobierno acaba de encargar los trabajos previos para la ampliación del histórico cementerio nuclear de El Cabril, ubicado en el corazón de la Sierra Albarrana, en el término municipal de Hornachuelos pero mucho más cerca de los municipios del Valle del Guadiato. El Ejecutivo acaba de firmar un contrato con la Unión Temporal de Empresas conformada por Appplus Goc – El Cabril para realizar un profundo estudio geotécnico en la zona y elegir así el mejor lugar para la construcción de las nuevas celdas de almacenamiento, necesarias para acoger todos los residuos radioactivos de hasta media actividad procedentes del desmantelamiento de las centrales nucleares españolas, según informa Cordópolis.
Este nuevo paso se produce después de que 2019 terminara con El Cabril al 78,92% de su capacidad en las celdas de almacenamiento de residuos de media y baja actividad. En ese año y según un estudio de ENRESA (la empresa estatal que se encarga de gestionar el cementerio nuclear de El Cabril) entraron en las instalaciones un total de 2.674 metros cúbicos de basura radiactiva para su posterior tratamiento y almacenamiento. Todo ello sin que en Andalucía haya una sola central nuclear.
El nivel de las celdas dedicadas a residuos de muy baja intensidad (las celdas 29 y 30) es del 39,58%, según Enresa. Esto hace pensar que la ampliación (si termina haciéndose) sería para seguir aumentando la capacidad de almacenar residuos de media actividad.
La ampliación de El Cabril será más que notable. Prácticamente se duplicará su capacidad actual. Así, se prevé la construcción de 27 celdas para almacenar residuos radioactivos de muy baja, baja y media actividad. Actualmente, El Cabril está compuesto por 28 celdas de almacenamiento. Tiene completamente llenas 22 y cerca de completarse otras cuatro más. Eso sí, las nuevas celdas son mucho más grandes que las 22 anteriores. Ocuparán un total de 130.000 metros cuadrados frente a los 50.000 de las que ya están llenas.
Esta podría no ser la última ampliación puesto que seguirá haciendo falta sitio para todo lo que generará el desmantelamiento total de las centrales nucleares estatales, aunque ninguna de ellas esté en nuestro país. Por ello se trabaja –según informa Cordópolis– en un proyecto en dos fases. En la primera, y con el horizonte puesto en 2028, se construirían 14 celdas más. La segunda fase, sin fecha, prevé otras 17. En total, serían otros 27 recipientes especiales en los que poder sepultar los residuos de media, baja y muy baja intensidad procedentes de todas las centrales nucleares españolas.
Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.