Vene­zue­la. A la fami­lia de Car­los Lanz le due­le inco­mu­ni­ca­ción con entes del Estado

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 12 de junio de 2021.

El 8 de agos­to de 2020, Car­los Lanz, soció­lo­go, expro­fe­sor uni­ver­si­ta­rio y acti­vis­ta del pro­ce­so cha­vis­ta, salió de su casa en la maña­na sin dejar indi­ca­cio­nes sobre a dón­de se diri­gía. Había deja­do ser­vi­do el desa­yuno que le había pre­pa­ra­do su espo­sa Mayi Cuma­re y cerró las rejas y puer­tas como acos­tum­bra­ba. Des­de enton­ces han pasa­do 10 meses sin que la fami­lia sepa su para­de­ro y sin que las ins­ti­tu­cio­nes del Esta­do hayan dado deta­lles sobre la inves­ti­ga­ción que rea­li­zan, no solo en públi­co, sino a la fami­lia, algo que la espo­sa del mili­tan­te de izquier­da lamen­ta profundamente.

En con­ver­sa­ción con Tal­Cual, Cuma­re ase­gu­ra que con­fía en las ins­ti­tu­cio­nes, pero que con­si­de­ra que el gobierno de Nico­lás Madu­ro no ha pues­to todo de su par­te para aco­me­ter la bús­que­da del inves­ti­ga­dor. Reite­ra que Car­los Lanz esta­ba en pleno uso de sus facul­ta­des el día en que no se supo más de él e insis­te en que es obvio que salió volun­ta­ria­men­te de su casa, pero que quien fue bus­car­lo aque­lla maña­na des­vió el des­tino para el que soli­ci­tó le acompañara.

“Des­de la últi­ma vez real­men­te lo que he sabi­do es muy poco, por no decir nada. Ha sido una situa­ción bien difí­cil para noso­tros como fami­lia por­que lo menos que noso­tros espe­rá­ba­mos era este silen­cio, este her­me­tis­mo en torno a la situa­ción de la des­apa­ri­ción de Car­los Lanz”, expre­só Cuma­re vía tele­fó­ni­ca, en la que con­fir­mó que el más recien­te pro­nun­cia­mien­to de las auto­ri­da­des del que tuvo noti­cia fue cuan­do el fis­cal Tarek William Saab ase­gu­ró a tra­vés de la red social Twit­ter que Lanz había sali­do volun­ta­ria­men­te de su casa.

Ase­gu­ró que les sor­pren­dió que las ins­ti­tu­cio­nes del Esta­do se tar­da­ran tan­to tiem­po en dar cuen­ta de la inves­ti­ga­ción sobre su espo­so, y que al hacer­lo fue­ra para decir que el pro­fe­sor Lanz se había ido volun­ta­ria­men­te de su casa.

“Ésa es una hipó­te­sis que hemos mane­ja­do como fami­lia, por­que no hubo quien lo saca­ra a la fuer­za, no hay ras­tros de vio­len­cia; sin embar­go, eso no sig­ni­fi­ca que una vez que sale de la casa, con alguien que cree­mos es de con­fian­za, que lo cono­ce y es gen­te que tie­ne mucha sig­ni­fi­can­cia den­tro del tra­ba­jo que venía rea­li­zan­do Car­los, por­que esta­mos en pan­de­mia y él venía sien­do muy cui­da­do­so por eso, por su con­di­ción dia­bé­ti­ca, enton­ces, cree­mos que el des­tino hacia el que le dije­ron que iba no era el que de mane­ra amis­to­sa lo hubie­sen invi­ta­do”, expli­có Cumare.

Insis­tió en que si se hubie­ra mar­cha­do de la casa los pri­me­ros que se hubie­ran ente­ra­do hubie­ran sido los fami­lia­res, y advier­te que el tipo de decla­ra­ción dada por el fis­cal Saab en lugar de ayu­dar lo que hace es con­fun­dir a las personas.

“Hay mucha gen­te que lo quie­re, le tie­ne res­pe­to por la tra­yec­to­ria de lucha y la defen­sa que ha hecho de la revo­lu­ción a par­tir de sus inves­ti­ga­cio­nes de fuen­tes abier­tas. Todos se que­dan sor­pren­di­dos ¿Cómo es esto que la Fis­ca­lía lo pri­me­ro que se le ocu­rre es decir que salió de mane­ra volun­ta­ria?”, se pre­gun­tó Cumare.

De la gue­rri­lla a la gue­rra asimétrica

Car­los Lanz for­mó par­te de las Fuer­zas Arma­das de Libe­ra­ción Nacio­nal (FALN) y del bra­zo polí­ti­co de éstas, el movi­mien­to PRV-Rup­tu­ra des­de media­dos de los años 60. En 1970 fue pues­to en pri­sión, don­de per­ma­ne­ció por cua­tro años por su par­ti­ci­pa­ción en el asal­to a un ban­co, apa­ren­te­men­te una de las acti­vi­da­des en las que esta­ba vin­cu­la­do para lograr fon­dos para el movi­mien­to guerrillero.

En 1977 fue dete­ni­do nue­va­men­te y con­de­na­do a ocho años de cár­cel por el secues­tro del empre­sa­rio esta­dou­ni­den­se William Frank Niehaus. Des­de 1985 se dedi­có a la acti­vi­dad docen­te y a for­mar cua­dros de la izquier­da, has­ta que con el pro­ce­so impul­sa­do por Hugo Chá­vez vol­vió al pri­mer plano por impul­sar una “cons­ti­tu­yen­te edu­ca­ti­va” y redac­tar el decre­to 1.011 que crea­ba la figu­ra de “super­vi­so­res iti­ne­ran­tes” en los plan­te­les edu­ca­ti­vos; decre­to que Chá­vez anu­ló posteriormente.

Car­los Lanz se había dedi­ca­do en los últi­mos años a la inves­ti­ga­ción y a aler­tar sobre la gue­rra de cuar­ta gene­ra­ción o gue­rra asi­mé­tri­ca, que el cha­vis­mo ha denun­cia­do con­tan­te­men­te como impul­sa­da por el impe­ria­lis­mo norteamericano.

Mayi Cuma­re con­tó sobre la angus­tia que ha teni­do la fami­lia duran­te estos 10 meses y de las expec­ta­ti­vas incum­pli­das debi­do a que las ins­ti­tu­cio­nes, a su jui­cio, no han cum­pli­do con el tra­to al caso de una figu­ra como Car­los Lanz.

“Noso­tros nos gene­ra­mos expec­ta­ti­va de que iba a haber otro tra­to, por­que esta­mos hablan­do de un revo­lu­cio­na­rio o que está meti­do en nego­cios o algo”, indicó.

—¿Han hecho uste­des los fami­lia­res algún tipo de inves­ti­ga­ción, algu­nas pes­qui­sas particulares?

—Hemos esta­do aler­ta, inda­gan­do, pero no tene­mos nin­gún tipo de señal. Hipó­te­sis hay muchas, pero nin­gu­na con un ele­men­to cer­te­ro que nos diga dón­de está. Es una situa­ción muy com­ple­ja, difí­cil, extra­ña. No hay ras­tros. Eso nos tie­ne cons­ter­na­dos. ¿En dón­de pue­den haber meti­do a Car­los? ¿Lo saca­ron del país? ¿Lo des­apa­re­cie­ron? ¿Quién lo hizo? ¿Cuál fue la intención?

Lamen­ta­ble­men­te como mili­tan­te revo­lu­cio­na­ria, com­pro­me­ti­da con mi país y todo el pro­ce­so del pre­si­den­te Chá­vez y con­ti­nua­do por Nico­lás Madu­ro, sien­to que el tra­ta­mien­to que se le ha dado al caso no ha sido el más pro­fun­do. Si dié­ra­mos pasos más pro­fun­dos, si real­men­te hubie­ra una volun­tad pro­fun­da sobre este caso, pien­so hubié­ra­mos teni­do otro tipo de res­pues­ta de las que hemos tenido.

Hipó­te­sis diversas

—¿Com­par­te usted la hipó­te­sis de que des­de afue­ra se haya pro­cu­ra­do la sali­da de Car­los Lanz? Esto se ha comen­ta­do que por sus denun­cias de inten­tos de des­es­ta­bi­li­za­ción del país

—No te pue­do ase­gu­rar ni negar, aho­ri­ta con tan­to tiem­po que ha pasa­do cual­quier hipó­te­sis pudie­ra ser váli­da. Como ha sido todo tan extra­ño, mis­te­rio­so y difí­cil de des­ci­frar no me extra­ña­ría nada. Pero digo, ¿Quién tie­ne algu­na pis­ta de que se lo lle­va­ron inter­na­cio­nal­men­te, la CIA, el Mos­sad? Hay gen­te inclu­so del par­ti­do que dicen ‘man­tén­ga­se dis­tan­cia­do de la fami­lia de Car­los Lanz’. Ése no debe­ría ser el tratamiento.

“Si a noso­tros –pro­si­guió- nos qui­tan a un cama­ra­da debe­ría haber un escán­da­lo como polí­ti­ca de Esta­do. En Cuba, cuan­do se iban a lle­var al niño Elián, me acuer­do toda la movi­li­za­ción que hicie­ron para res­ca­tar­lo, por­que es cubano. Por qué aquí a nues­tros cama­ra­das no le damos el mis­mo tra­ta­mien­to. No sé si lo lle­vó el Mos­sad o la CIA, pero digo que aquí hay otros com­pa­ñe­ros y cama­ra­das que tie­nen mayor impac­to des­de el pun­to de vis­ta de la polí­ti­ca inter­na­cio­nal que Car­los Lanz, ¿Lle­vár­se­lo a él para nego­ciar qué? ¿Para qué?

Comu­ni­ca­ción con minis­tro de la Defensa

Resal­tó las denun­cias que venía hacien­do Car­los Lanz a par­tir de las inves­ti­ga­cio­nes que rea­li­za­ba, y que aler­tó sobre una acción como la ope­ra­ción Gedeón y lo que ha pasa­do en el esta­do Apu­re, las pene­tra­cio­nes de cuer­pos irre­gu­la­res y cómo las fron­te­ras de Vene­zue­la eran vigi­la­das para una invasión.

“Se han dado esce­na­rios bien com­ple­jos a nivel de geo­po­lí­ti­ca mili­tar con Colom­bia. En sus últi­mos escri­tos, Car­los Lanz habla­ba del eje Cúcu­ta –Cata­tum­bo, que es muy vul­ne­ra­ble y dijo que por ahí venían pla­ni­fi­can­do la pene­tra­ción del impe­rio a tra­vés del gobierno de Colom­bia y que eso lo venía ampa­ran­do gobierno de Duque y detrás de él San­tos y Uri­be que son cóm­pli­ces del blo­queo y la gue­rra eco­nó­mi­ca”, ase­ve­ró Cumare.

Aña­dió que todo el mate­rial reco­pi­la­do por su espo­so lo mane­ja el minis­tro de la Defen­sa gene­ral Vla­di­mir Padrino, por­que Lanz se lo había hecho lle­gar. Indi­có que Lanz tenía con­tac­to con varios altos ofi­cia­les, inclui­do el gene­ral Suá­rez Chou­rio, actual­men­te dipu­tado a la AN, y de quien dice has­ta aho­ra no se ha comu­ni­ca­do con la familia.

—¿Con­fía usted en la inves­ti­ga­ción de esa comi­sión esta­ble­ci­da por el Estado?

—Yo con­fío en mi Esta­do, soy par­te de la cons­truc­ción de este Esta­do, soy mili­tan­te revo­lu­cio­na­ria. Hemos lucha­do por un Esta­do dis­tin­to al de la IV Repú­bli­ca, creo en las ins­ti­tu­cio­nes crea­das por noso­tros los revo­lu­cio­na­rios, sería con­tra­dic­to­rio que dije­ra que no con­fío. En las ins­ti­tu­cio­nes nues­tras, hay uno que otro fun­cio­na­rio que no com­pren­de la tra­yec­to­ria his­tó­ri­ca de nues­tro país para lle­gar a la revo­lu­ción, pero eso no sig­ni­fi­ca que des­con­fíe de las ins­ti­tu­cio­nes del Estado.

“A mí me han dicho ‘tie­nes que poner un abo­ga­do’. ¿Por qué ten­go que poner un abo­ga­do cuan­do ten­go una fis­ca­lía que tie­ne el deber de pro­te­ger­nos a noso­tros que somos fami­lia direc­ta? Ten­go una Dgcim, un Sebin, crea­das por la revo­lu­ción, tene­mos un Cicpc, un Sebin, son ellos los que tie­nen que bus­car a Car­los, yo no ten­go for­ma ni mane­ra, ni el poder eco­nó­mi­co ni polí­ti­co para bus­car a Car­los, pero ten­go un Esta­do que me ampa­ra. A eso es a lo que ape­lo, por eso mi angus­tia, deses­pe­ro e indig­na­ción, por­que no ten­go respuesta.

—¿Ha reci­bi­do algu­na nue­va lla­ma­da para hablar­le sobre el para­de­ro de su esposo?

—He reci­bi­do muchas, me dicen cosas, pero no pre­sen­tan prue­bas, no pue­do saber si es ver­dad o men­ti­ra, algu­nas per­so­nas lo han hecho con una inten­ción de esta­fa, de espe­cu­la­ción, son redes que se dedi­can a la extor­sión. La últi­ma vez que Nico­lás Madu­ro, en mar­zo, dijo ‘cuán­ta fal­ta nos hace Car­los Lanz, para que nos siguie­ra hablan­do de las siem­bras y conu­cos’, fue cuan­do se cele­bra­ban los 12 años del pro­gra­ma Todas las manos a la siem­bra, enton­ces nos empe­za­ron a lla­mar, dicién­do­nos, ‘sabe­mos dón­de está’, pero noso­tros deci­mos ‘den­me las prue­bas’ que me digan que real­men­te mane­jan la infor­ma­ción. Nos hemos que­da­do esperando.

“Si no hay prue­ba feha­cien­te, que me ense­ñen cosas o fotos de Car­los, ahí actua­ré, pero mien­tras tan­to son todo hipó­te­sis y esta­fa”, ase­ve­ró Cumare.

—¿Sabe lo que ves­tía y por­ta­ba cuan­do él salió de la casa?

—Como en ese momen­to todo fue ava­sa­llan­te no sabía qué ropa pudo haber­se lle­va­do. Él tie­ne cin­co, seis cami­sas repe­ti­das, por la visión de mili­tan­te revo­lu­cio­na­rio o vie­jo gue­rri­lle­ro; no lo des­ci­fré al momen­to, pero con el tiem­po he veni­do dan­do con algu­nas cosas. Se lle­vó una cha­que­ta ver­de oli­va, un jean, zapa­tos tipo moca­sín, cami­sa no sé qué color, pero deduz­co que cla­ro para com­bi­nar, su gorra, docu­men­tos per­so­na­les, lla­ves de la case, su telé­fono y, un deta­lle del telé­fono es que la bate­ría no dura­ba mucho y por eso se lle­va­ba el car­ga­dor y en esa opor­tu­ni­dad no se lo lle­vó, así que dedu­ci­mos que pen­só que, a don­de iba, le alcan­za­ba bate­ría para ir y venir.

Hom­bre disciplinado

Aña­dió que su espo­so no le lla­mó el día que des­apa­re­ció como lo hacía de cos­tum­bre y como par­te del pro­to­co­lo al salir de casa. Tam­po­co tenía pla­nes para salir ese día.

“Car­los Lanz es muy dis­ci­pli­na­do, si tenía que salir maña­na para estar a las 10 am en algún sitio, arre­gla­ba hoy la ropa y se acues­ta tem­prano, se levan­ta tem­prano para revi­sar correos y redes socia­les antes de irse. No le gus­ta que nadie le espe­re. Ese día yo salí de mi casa a mi tra­ba­jo y lo dejé dur­mien­do, le dejé desa­yuno hecho; mi hija que se levan­ta al medio­día por­que está recién ope­ra­da, ve que hay un pla­to ser­vi­do, que no lle­gó a comerlo”.

Saca­mos con­clu­sión, ‘vino alguien’. En la casa don­de vivi­mos no es fácil de entrar, dos rejas, se abre por den­tro, las lla­ves las tenía él. Esta­mos en segun­do piso, dedu­ci­mos que se aso­ma y vio algún cono­ci­do que lo lla­ma, le dirían ‘pro­fe­sor’, o ‘Car­los, ven­go de par­te de X’, él abre, le dicen tene­mos que lle­var­te para tal lado, sube, se vis­te rápi­da­men­te, le dirían que no había tiem­po de desa­yu­nar, no hay for­ce­jeo, salió y la puer­ta que­da cerra­da como la cie­rra él.

Hizo énfa­sis que tuvo que ser de esa mane­ra, por­que nadie lo vio cami­nan­do por el urba­nis­mo, así que debió ser saca­do en un carro con vidrios ahu­ma­dos, por­que las per­so­nas de vigi­lan­cia lo conocen.

En ple­ni­tud de facultades

Mayi Cuma­re ase­gu­ra que Car­los Lanz se encon­tra­ba en pleno uso de sus facul­ta­des para la fecha en que des­apa­re­ció: “Hay hipó­te­sis de que se vol­vió loco, que le dio Alzhei­mer, pero el día antes estu­vo en una video­con­fe­ren­cia con la juven­tud del PSUV. Él venía dán­do­le for­ma­ción sobre la gue­rra no con­ven­cio­nal a tra­vés de la pla­ta­for­ma Goo­gle y en la maña­na estu­vo entre­gan­do cer­ti­fi­ca­dos don­de estu­vo el hijo de Nico­lás Madu­ro. Nadie pue­de decir que Car­los tenía Alzhei­mer, es una per­so­na bien equi­li­bra­da, ecuá­ni­me, cohe­ren­te, no tie­ne enemi­gos per­so­na­les, su enemi­go es el imperialismo”.

—Algu­nas per­so­nas dicen que pue­de ser gen­te del gobierno por vie­jas dife­ren­cias de la épo­ca de la gue­rri­lla. ¿Cómo eva­lúa sus rela­cio­nes con el gobierno?

—Tenía una rela­ción exce­len­te, el Pre­si­den­te mis­mo lo ha dicho. ‘Le ten­go tan­ta esti­ma por su cohe­ren­cia revo­lu­cio­na­ria, su tra­yec­to­ria’. Él siem­pre ha teni­do una mis­ma línea des­de que mili­ta­ba en Rup­tu­ra, luchar has­ta ven­cer es la línea que ha tra­za­do su vida. Que hay algu­na dife­ren­cia con algu­na gen­te de mili­tan­tes de años ante­rio­res no sé con quién podría ser. Más bien hay afec­tos de her­man­dad, por eso es que no sé, enemi­gos de ver­dad, no creo, Car­los no con­fron­ta con nadie. Es un con­ci­lia­dor. Más bien cuan­do la gen­te se ponía a decir cosas, como ‘mira lo que pasa en el país, que el gobierno’, él res­pon­día ‘com­pa­ñe­ro tie­nes que com­pren­der las cau­sas de lo que está sucediendo’.

“La gen­te dice muchas cosas, pero son todas hipó­te­sis, sin prue­bas no se pue­de creer. Gene­ra­li­zar es deli­ca­do, que pudie­ra haber algu­nos cua­dros medios, algu­na gen­te con algu­nos intere­ses, podría ser posi­ble. He pedi­do, al minis­tro de la Defen­sa le he dicho le pido que revi­se en pro­fun­di­dad; al pro­pio gene­ral Suá­rez Chou­rio, que por cier­to no me ha que­ri­do aten­der… Ten­go que acu­dir a la gen­te que ha tra­ba­ja­do con él. El gene­ral Mejía ¿por qué estu­vo dete­ni­do? No me han dicho”, lamentó.

Ase­gu­ró que hay un nivel de inco­mu­ni­ca­ción entre las ins­ti­tu­cio­nes del Esta­do y la fami­lia direc­ta, que dicen son, jun­to a ella, sus hijos y su exesposa.

“Con nin­guno de noso­tros, su fami­lia direc­ta ha habi­do nin­gu­na infor­ma­ción. Eso nos due­le, nos afec­ta como no tie­nes idea, pero apro­ve­cha­mos para hacer un lla­ma­do sobre todo a Nico­lás Madu­ro. Tene­mos con­fian­za ple­na en él, que ha dicho que más tem­prano que tar­de esto se va a des­ci­frar, le deci­mos que no desis­ta en la bús­que­da de Car­los Lanz, un ícono de la revo­lu­ción, y que sal­ga la ver­dad a la luz.

Fuen­te: Tal Cual

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