Resumen Latinoamericano, 5 de julio de 2021.
El 5 de julio de 2020, en el partido de Gral. Pueyrredón, Brandon Romero, de tan sólo 18 años, fue asesinado de siete balazos por el subteniente de la policía bonaerense Pedro Arcángel Bogado. Desde ese fatídico día en adelante, su madre, familia y amigos han llevado a cabo una lucha incansable exigiendo justicia por su hijo.
El caso, desde un comienzo, presentó innumerables fallas por parte de la fuerza policial, del poder judicial y los medios hegemónicos; todos y cada uno representan la violencia institucional que sufre la familia hasta el día de hoy. Desde que se dió a conocer la noticia, la versión policial fue difundida por los medios de comunicación señalando a Brandon como un joven con antecedentes y que había muerto en un intento de robo: nada más lejos de la realidad. Esta información fue perdiendo sustento con el correr de los meses a través de la investigación realizada por los abogados y por la lucha de sus seres queridos. Mientras, el poder judicial y las fuerzas represivas intentaron que el hecho pase como un caso de “defensa propia” y quede encajonado en el olvido, pero las evidencias probaron lo contrario y apuntaron a que el asesinato fue un hecho premeditado. En las cámaras se muestra a Bogado discutiendo con Brandon y sus amigos que iban en una moto, y, luego de dejarlos continuar su marcha, el subteniente se desvió “incorporándose en contramano a la Ruta 226 con dirección a Sierra de los Padres, decidiendo detenerse a la altura del kilómetro 6. Allí, descendió, dejando la moto sobre la vera de la ruta, apagada, sin llaves y sin luces y se apostó por detrás de la misma, ocultándose y empuñando su arma reglamentaria”. Bogado esperó a ambos jóvenes para dispararles, y así fue. Ejecutó 11 disparos, de los cuales siete impactaron en el cuerpo de Brandon, asesinándolo en el acto.
Hace un año que su familia y amigos, organizaciones de DDHH, movimientos sociales e independientes venimos luchando desde la Campaña Nacional Brandon Romero, exigiendo justicia y con la total certeza de quién era Brandon, y de quién seguirá siendo en nuestra memoria y corazones: Brandon era panadero, un pibe, un laburante, el mejor de los amigos y también un hijo atento y dedicado. Contrario a la versión difundida por la bonaerense y los medios de comunicación, Brandon no conocía lo que era una comisaría, no tuvo antecedentes por robo o delito alguno. Brandon fue otra víctima del gatillo fácil, otra víctima del aparato represivo del Estado.
Actualmente, el poder judicial rechazó el sobreseimiento de Bogado, lo que nos abre la puerta a un juicio por homicidio agravado.
¡Justicia por Brandon Romero!
¡Juicio y castigo para Pedro Arcángel Bogado!
¡Basta de gatillo fácil! ¡Ni unx pibx menos!
¡El Estado es responsable!
Fuente: CORREPI