Por Adriana Meyer, Resumen Latinoamericano, 16 de julio de 2021.
Vencido el plazo para la inscripción de alianzas electorales, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FIT‑U) fue con sus candidatos, y el Nuevo MAS, Política Obrera y AyL irán por separado. La utópica unidad fracasó y las organizaciones se acusan mutuamente de «sectarismo».
Finalmente no hubo acuerdo en el trotskismo, y la unidad de todos los sectores que se autodenominan anticapitalistas quedó para otra oportunidad. Desde el PTS habían lanzado una propuesta para que ese momento fueran las PASO con sus socios del FIT y las demás agrupaciones confluyendo en una lista única. Sin embargo, a la hora de inscribir las alianzas cada uno fue por las suyas. El Frente de Izquierda-Unidad –que conforman los cuatro partidos (PTS, PO, IS y MST) que suman el 80 por ciento de los votos de la oposición de izquierda– participará en las elecciones con su alianza en 23 de los 24 distritos de todo el país. El FIT‑U se postula con el objetivo de erigirse en una “potente tercera fuerza a nivel nacional para conquistar nuevas bancas parlamentarias, y una referencia para millones que no se resignan a seguir siendo saqueados mientras que un puñado de capitalistas y acreedores de la fraudulenta deuda siguen acumulando fortunas”, declararon sus dirigentes.
Nicolás del Caño (PTS) y Romina del Plá (PO), quienes encabezarán la lista a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, se presentan como «un instrumento de lucha contra la pretensión de Juntos por el Cambio de canalizar el descontento y la decepción con el Frente de Todos por derecha”. Los dirigentes del FIT‑U se refirieron a “otras agrupaciones menores de la izquierda” que decidieron “en forma sectaria” no ser parte de la unidad de la izquierda “clasista y socialista”. En la Ciudad de Buenos Aires liderarán la nómina a diputados y legisladores respectivamente, Myriam Bregman y Gabriel Solano.
Luego de la ruptura del PO en 2019 –en un proceso doloroso al interior de la militancia y la dirigencia– Jorge Altamira y Marcelo Ramal conformaron la Tendencia del Partido Obrero, y fueron gestionando su personería electoral con el nombre de Política Obrera. Luego de seis años, Altamira aspira a competir en provincia de Buenos Aires, y Ramal en la Ciudad. «Que la población juzgue la estrategia que cada corriente expone y que haya un debate de carácter público», expresó Ramal al explicar su propuesta de «una PASO de toda la izquierda, que no fue escuchada».
Política Obrera, el Nuevo MAS y Autodeterminación y Libertad (AyL) no tuvieron que presentar alianzas porque irán como partido. AyL también presentará su boleta, que estará liderada por Luis Zamora, la docente Virginia Peyras y el exlegislador porteño Fernando Vilardo, quienes jugarán como candidatos a la cámara baja. También la legisladora Marta Martínez y el abogado y militante de derechos humanos Sebastián Blanchard competirán para la Legislatura de la Ciudad. «En un marco de profunda crisis social, económica y sanitaria, en la campaña denunciaremos al conjunto de la dirigencia política y plantear la necesidad de luchar desde abajo como camino necesario para lograr los cambios de fondo indispensables para construir una alternativa al ajuste, los acuerdos con el FMI y la profunda desigualdad generada por el capitalismo que quedaron expuestos más que nunca durante la pandemia», expresó Zamora.
Por su parte, Manuela Castañeira, del Nuevo Más, anunció que será precandidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, y presentó a los precandidatos que recorrerán 13 provincias y más de 50 municipios bonaerenses. «Queremos darle voz a las y los trabajadores que reclaman por aumento salarial, contra la precarización laboral y contra los despidos; a la juventud que pelea por un futuro y al movimiento de mujeres y personas LGBTT», dijo Castañeira, rodeada de los precandidatos a diputados nacionales Federico Winokur por CABA, César Rojas por Santa Fe y a concejal por Rosario, y los precandidatos a las legislaturas provinciales Héctor «Chino» Heberling (provincia de Buenos Aires) y Julia Di Santi (Córdoba), entre otros.
Decenas de intelectuales y referentes de derechos humanos –entre ellos Eduardo Grüner, Roberto Gargarella, Patricia Walsh y Pablo Alabarces– se habían pronunciado a favor de ampliar la unidad de la izquierda clasista y socialista, convocando a sumarse a Zamora, Castañeira y a Política Obrera. Y aunque estas agrupaciones comparten la intervención y el apoyo en innumerables luchas, la unidad electoral no pudo ser.