Por RedEco, Resumen Latinoamericano, 1 de julio de 2021.
La Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado del Hospital Garraham hizo pública su posición respecto ala producción en Argentina del primer trigo transgénico del Mundo. «Consideramos que esta no debe ser una decisión de orden económica, sino que se trata sin duda de un tema que compromete aún más la Salud Pública y es en el ámbito donde se debería dirimir, con participación ciudadana que pueda opinar sobre una decisión que compromete severamente su futuro», afirman en el comunicado que compartimos.
Pronunciamiento
28/6/2021
Desde la Junta Interna de Ate-Garrahan queremos comunicar que nos oponemos a la producción en el país del primer trigo transgénico del Mundo ‑supeditada su liberación definitiva a la inminente aprobación por parte de Brasil-.
Este nuevo OGM (Organismo Genéticamente Modificado) llamado HB4 y patentado por la firma BIOCERES-INDEAR es tolerante a la sequía y resistente al herbicida glufosinato de amonio que, según la FAO, es 15 veces más tóxico que el glifosato. El mismo puede producir genotoxicidad y neurotoxicidad.
Ya en octubre pasado más de 1000 científicos del CONICET y de 30 Universidades Públicas expresaron su rechazo a este nuevo evento transgénico, sosteniendo que “Esta autorización remite a un modelo de agronegocio que se ha demostrado nocivo en términos ambientales y sociales, causante principal de las pérdidas de biodiversidad, que no resuelve los problemas de la alimentación y que amenaza además la salud de nuestro pueblo confrontando la seguridad y la soberanía alimentaria”. Señalaron además que “Cientos de investigaciones sobre daños ambientales y sanitarios han sido publicadas en revistas científicas internacionales y muchos más testimonios y denuncias han sido impulsadas de manera sostenida por comunidades, trabajadores de la salud y movimientos sociales de nuestra región. Es indudable que el actual modelo productivo hegemónico de la agroindustria concentra capital, profundiza la desigualdad económica y social, genera el deterioro de la salud de las comunidades y de los ecosistemas y acelera la pérdida de biodiversidad, amenazando la seguridad alimentaria y dejando a su paso territorios devastados ambiental y socialmente”.
El escrito, fue firmado por Alicia Massarini, Particia Kandus, Rafael Lajmanovich, Walter Pengue, Matías Blaustein, Damián Marino, Guillermo Folguera, Maristella Svampa, y Damián Verzeñassi, entre otros y a pesar de las fuertes fundamentaciones en contrario para que el proyecto no tuviera continuidad, las mismas no fueron tenidas en cuenta y al día de hoy el país vecino puede condenarnos a ser el primer productor de Trigo con riesgo de geno y neurotoxicidad.
Desde el año 2011 y a solicitud de la enfermera Mercedes Méndez, fuimos convocantes de numerosos Ateneos en el Hospital Garrahan con la participación de reconocidos profesionales de distintas Universidades del país –algunos firmantes de la nota mencionada- que compartieron sus investigaciones, como así también escuchamos las voces de los damnificados por el modelo agroindustrial, como las docentes fumigadas que enseñaron las tristes experiencias del daño en sus cuerpos y los de sus alumnos que este modelo ecocida basado en transgénicos + agrotóxicos viene produciendo en el país desde la década del ’90 y que se profundiza aún más con cada nuevo gobierno.
Consideramos que esta no debe ser una decisión de orden económica, sino que se trata sin duda de un tema que compromete aún más la Salud Pública y es en el ámbito donde se debería dirimir, con participación ciudadana que pueda opinar sobre una decisión que compromete severamente su futuro.
Por lo tanto instamos a todos los agentes relacionados al cuidado de la Salud de la población tanto niños como adultos (trabajadores, profesionales, Sociedades Científicas) que no miren para otro lado, se expidan al respecto y dada la nefasta experiencia que llevamos con casi tres décadas de agronegocio, soliciten la nulidad urgente de este nuevo y riesgoso evento.Sobran pruebas para demostrar que los agrotóxicos, esparcidos por millones al ambiente, terminan en el aire que respiramos, el suelo que pisamos, el agua que tomamos y la comida que ingerimos. Nosotros NO tenemos que demostrar nada más, los cuerpos de los damnificados son una prueba contundente del daño ya producido en décadas.
Reiteramos además el pedido realizado a las autoridades del Hospital Garrahan –en reiteradas oportunidades- para la instalación de un laboratorio de pesquisa de sustancias tóxicas relacionadas a los modelos productivos cercanos a las lugares donde conviven los pacientes que asistimos; pedido sobre el que nunca obtuvimos respuesta alguna.
NO AL TRIGO HB4.
BASTA DE SAQUEO Y CONTAMINACIÓN.
AGROECOLOGÍA YA.
Junta InternaAte Garrahan
Mercedes Meche Mendez – Enfermera