- Por Pablo Jofré Leal /Resumen Latinoamericano, 19 de julio de 2021.
En un universo electoral conformado por 14 millones 500 mil chilenos habilitados para votar, sólo lo hizo un 23%.
El sector de la autodenominada derecha liberal en Chile, agrupada en cuatro candidaturas y la izquierda en dos nombres, disputaron el paso de los dos candidatos, uno de cada lista, que se enfrentarán en las presidenciales del 21 de noviembre próximo: Sebastián Sichel el triunfador por la derecha y Gabriel Boric por la centro izquierda, con cifras exiguas frente a una apatía social que nos debe inquietar.
Una contienda electoral, que nuevamente mostró al candidato que obtiene el primer lugar en todos los tipos de eventos electorales: la abstención.
En un universo electoral conformado por 14 millones 500 mil chilenos habilitados para votar, sólo lo hizo un 23%. Un personaje principal en un Chile, que sólo este año 2021 ha tenido, sumando la actual elección, cinco votaciones en campos tan diversos como el de alcaldes, concejales, gobernadores (que tuvo una segunda vuelta el día 13 de junio) y aquellos cargos que conforman la actual convención constituyente. Todo ello, en un marco social afectado fuertemente por la pandemia del Covid 19, los coletazos del estallido social, una crisis económica que ha significado el desplome del 6% del sector, una caída del empleo y un aumento substancial de la desocupación y la fuerza de trabajo potencial.
La Indiferencia Debe Preocuparnos
Las explicaciones para esta apatía social, en este caso ante las primarias de este 18 de julio, suelen abarcar diversos tópicos. La pandemia, el frio, la coincidencia con un feriado nacional, pero, más allá de esas excusas los análisis no profundizan en este altísimo porcentaje, que en estas primarias significaron un 77% de la población habilitada para votar, que no se acercó a las 16.586 mesas instaladas desde la nortina ciudad de Arica, hasta la Antártida. La falta de análisis, sobre este punto, muestra que se pretende esconder lo que significa un peligro para cualquier democracia: la falta de participación, que muestra la desconfianza de gran parte de la sociedad chilena en los partidos políticos, en sus representantes parlamentarios y en general en una política, estructuras estatales, salpicadas de hechos de corrupción, que hace desconfiar de todo aquello que se viste de objetivos que tengan como norte el bienestar social. Estamos ante una sociedad incrédula frente a todo lo que se ofrece y ello mina, carcome una democracia que necesita ser construida desde sus bases. No basta con mirarse el ombligo y decir “que las primarias siempre han tenido escasa concurrencia”. Este tipo de democracia, enquistada en Chile, está en peligro.
Por la derecha, el triunfador y próximo abanderado de este sector, denominado Chile Vamos, es Sebastián Sichel, ex ministro de desarrollo social del gobierno de Sebastián Piñera y quien contó con el apoyo económico y político del piñerismo. Un Sichel, que a pesar de ser un político, evidentemente, ha reflotado el viejo discurso de renegar de los partidos, por el desprestigio que estos tienen, mayoritariamente, en la sociedad. Un Sichel que obtuvo 650 mil votos (47% del total) derrotó al sempiterno candidato del sector ultraderechista de estas primarias, el ex alcalde de la opulenta comuna de las Condes, el militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Joaquín Lavín. Como también a los ex ministros del mismo gobierno de Piñera, Mario Desbordes (ex ministro de Defensa) e Ignacio Briones (Ex ministro de Hacienda). Un Millón 350 mil votos donde Sichel con el 49% se convierte en el abanderado principal de este sector.
Por Apruebo Dignidad, el candidato del Frente Amplio, Gabriel Boric, que en el mapa político puede ser ubicado en el área socialdemócrata, obtuvo un 60% de los votos totales – un millón 50 mil votos – derrotando al candidato del Partido Comunista Daniel Jadue (Alcalde de la comuna de Recoleta) que obtuvo 690 mil votos y quien enfrentó una fuerte campaña, principalmente desde Chile Vamos, caracterizada por un anticomunismo furibundo, la caricaturización de un candidato, con un programa de gobierno que permanentemente era desvirtuado, entrando en ese juego también el sector más liberal del Frente Amplio. Resultó muy cierto, que en debates, interpelaciones, entrevistas, los temas recurrentes con Daniel Jadue se movían entre la supuesta nacionalización de empresas, la expropiación de los fondos previsionales, la conjeturada y enmarañada idea de coartar la libertad de expresión mediante una ley de medios totalitaria y en el plano exterior Cuba y Venezuela como ejes de críticas en materia de derechos humanos o modelos políticos.
Todo ello en un ataque coordinado, parte de la estrategia antijadue, tan chabacano como vergonzoso, con una labor de los llamados “rostros periodísticos televisivos” que trataron con especial severidad al candidato del Partido Comunista. El hecho que Boric obtuviera el tercer lugar en las comunas más representativas de la derecha chilena en la ciudad de Santiago, es una muestra también de esta estrategia “todos contra Jadue” No justifica la gran diferencia entre los candidatos de Apruebo Dignidad, pero si el como el anticomunismo mueve las más recónditas fibras de un temor tan absurdo como interesado. Esto, pues si algún partido en Chile ha dado muestras de la defensa de la democracia ha sido precisamente el Partido Comunista.
Si bien es cierto estas primarias, permitieron reunir a los principales partidos y movimientos políticos del país, faltan, en este mapa electoral, los nombres de José Antonio Kast, considerado el más ultraderechista de los candidatos y que aglutina a los sectores más reacio a cualquier tipo de cambio económico, político, en temas valóricos con su partido republicano. Un candidato que puede significar el restar votos a la candidatura de Sebastián Sichel. Por el lado de la ex Concertación (posteriormente La Nueva Mayoría) hay que tener presente que aún están en el imaginario político, los nombres de la militante socialista y ex ministra de la ex presidenta Michelle Bachelet, la sicóloga Paula Narváez y la actual presidenta del senado y militante demócrata cristiana, Yasna Provoste, que pueden ser parte también de la plantilla presidencial. Aunque, en el caso de Narváez, con el triunfo de Boric, su área de posible adherencia se pierde absolutamente y lo más probable es que termine declinando su candidatura y ofreciendo su apoyo, precisamente a Gabriel Boric que se reunió en un desayuno con Narváez, en una acción política muy criticada por su compañero de lista Daniel Jadue.
El periodista Patricio López, director de la Radio Universidad de Chile, señaló que en estas primarias “Ganaron los moderados. Gabriel Boric, el representante del Frente Amplio, y Sebastián Sichel, un independiente con pasado concertacionista, serán los representantes de Apruebo Dignidad y Chile Vamos en la próxima elección presidencial. El resultado estrecha las posibilidades de crecimiento para Yasna Provoste y Paula Narváez (es decir, la Concertación) y a su vez, abre espacio para candidaturas centrífugas, como la de José Antonio Kast y alguna que podría surgir desde las coordenadas de la Lista del Pueblo, idea con la que ha coqueteado, por ejemplo, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp”.
Los próximos meses serán de fuertes pugnas políticas, en la derecha para captar los votos de este sector y cautivar también a los sectores más de centro como es el democratacristiano, parte del partido Socialista, el Partido por la Democracia (PPD) que ha tenido un fuerte giro a la derecha, socialdemócratas y otros partidos menores, que no se sienten cómodos ni acogidos en el Frente Amplio del candidato Gabriel Boric. En la centro izquierda, el Partido Comunista ha reiterado su apoyo a Boric, pero no se sabe cuál será el camino a seguir. Por un Partido Socialista, que ha tenido una fuga masiva de militantes y que está en una encrucijada vital: seguir con una aspirante como Paula Narváez, que a pesar de contar con el apoyo de la ex presidenta Michelle Bachelet, no ha logrado remontar en su escasísimo nivel de adhesión.
La incógnita es también saber, cuál será la decisión a tomar por la presidenta del senado, la democratacristiana Yasna Provoste. Una eventual candidata con una estrategia que se estrecha el momento de las definiciones, como es esperar el resultado de esta primaria y ver cómo queda el naipe político. Esto ya es una realidad, que la impulsará, ya sea a concretar su postulación o declinar en beneficio de un Boric que hace guiños políticos en todas direcciones, incluso parafraseando las palabras del ex presidente allende en su combate en la Moneda respecto a que ““Mucho más temprano que tarde, en todas las regiones de Chile, se abrirán las grandes Alamedas por donde pase el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor”. Veremos si ello es posible, como también, en el caso de ocupar la presidencia, el hacer realidad su promesa respecto a que Chile, así como ha sido cuna del neoliberalismo, será también su tumba. Las promesas no cumplidas suelen ser también la tumba de los políticos.