Cuba. El escu­do de vacu­nas de Cuba y los cin­co mono­po­lios que estruc­tu­ran el mundo

Por Vijay Prashad*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 5 de julio de 2021.

Abda­la y las otras cua­tro vacu­nas cuba­nas son un escu­do con­tra el covid-19 que sur­gen de la pro­duc­ti­vi­dad social de la Cuba socia­lis­ta, que no se ha ren­di­do ante la vile­za de los cin­co monopolios. 

En 1869, a los quin­ce años, José Mar­tí y sus jóve­nes ami­gos publi­ca­ron una revis­ta en Cuba lla­ma­da La Patria Libre, que adop­tó una posi­ción fuer­te con­tra el impe­ria­lis­mo espa­ñol. El pri­mer y úni­co núme­ro inclu­yó un poe­ma dra­má­ti­co de Mar­tí, titu­la­do “Abda­la”. El poe­ma es sobre un joven, Abda­la, que sale a luchar con­tra vien­to y marea para libe­rar a su tie­rra natal, que Mar­tí lla­ma Nubia. “Ni lau­rel ni coro­nas nece­si­ta /​Quien res­pi­ra valor”, escri­bió el poe­ta. “¡A la gue­rra, valien­tes!”, dice Abda­la en su lla­ma­do, con­ti­nuan­do con estas líri­cas palabras:

Y de escu­do te sir­va ¡oh patria mía!
El béli­co valor de nues­tras almas.

Mar­tí fue arres­ta­do y sen­ten­cia­do a seis años de tra­ba­jos for­za­dos. Final­men­te, el gobierno colo­nial espa­ñol lo envió al exi­lio en 1871. Pasó gran par­te de ese tiem­po escri­bien­do poe­mas patrió­ti­cos, ensa­yos y comen­ta­rios polí­ti­cos y orga­ni­zan­do la resis­ten­cia al impe­ria­lis­mo espa­ñol, prin­ci­pal­men­te en Nue­va York. Regre­só en 1895, solo para ser ase­si­na­do poco des­pués en una esca­ra­mu­za. Su lega­do que­dó plas­ma­do en la gue­rra con­tra Espa­ña en 1898 y en la Revo­lu­ción Cuba­na que comen­zó en 1959.

Los ver­sos de Mar­tí sobre “el valor béli­co de nues­tras almas” sir­vien­do al país como un “escu­do” son la base para el nom­bre de la nue­va vacu­na cuba­na, Abda­la. Esta vacu­na, la quin­ta que ha pro­du­ci­do Cuba, fue desa­rro­lla­da por el Cen­tro de Inge­nie­ría Gené­ti­ca y Bio­tec­no­lo­gía (CIGB) en La Haba­na. Al anun­ciar los resul­ta­dos de sus ensa­yos, Bio­Cu­ba­Far­ma, la prin­ci­pal ins­ti­tu­ción en bio­tec­no­lo­gía y far­ma­céu­ti­ca en el país, seña­ló que tie­ne una tasa efi­ca­cia de un 92,28 %, casi tan alta como la efi­ca­cia de las vacu­nas de Pfi­zer (95 %) y Moder­na (94,1 %).

Esta vacu­na es admi­nis­tra­da en tres dosis, con inter­va­los de dos sema­nas entre cada una. Las auto­ri­da­des cuba­nas pla­nean vacu­nar a tres cuar­tas par­tes de su pobla­ción para sep­tiem­bre. Has­ta el momen­to, ya han sido admi­nis­tra­das más de 2,23 millo­nes de vacu­nas a los once millo­nes de cuba­nos en la isla, 1 346 000 de per­so­nas con al menos una dosis, 770 390 con la segun­da dosis, y 148 738 con la tercera.

Cuba ya ha pla­nea­do expor­tar sus vacu­nas a diver­sos paí­ses del mun­do y has­ta aho­ra ha pro­du­ci­do cin­co dife­ren­tes can­di­da­tas a vacu­na, inclu­yen­do Sobe­ra­na 02 y la vacu­na intra­na­sal sin agu­ja, Mam­bi­sa. Esta últi­ma, que repre­sen­ta una gran espe­ran­za para la admi­nis­tra­ción de la vacu­na en paí­ses de bajos recur­sos, lle­va ese nom­bre por los gue­rri­lle­ros que lucha­ron en la Gue­rra de los Diez Años (1868−1878) por la inde­pen­den­cia de España.

Todas estas vacu­nas han sido desa­rro­lla­das bajo las duras con­di­cio­nes impues­tas por el blo­queo ile­gal de Esta­dos Uni­dos. Des­de 1992, la Asam­blea Gene­ral de la ONU ha vota­do anual­men­te con­tra el blo­queo esta­dou­ni­den­se, excep­to en 2020, cuan­do no hubo vota­ción debi­do a la pan­de­mia. El 23 de junio de 2021, 184 esta­dos miem­bros de las Nacio­nes Uni­das vota­ron nue­va­men­te para poner fin a este bloqueo.

En el con­tex­to de la pan­de­mia de coro­na­vi­rus, el minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Cuba, Bruno Rodrí­guez Parri­lla, dijo: “Como el virus, el blo­queo nos asfi­xia y nos mata. Debe ter­mi­nar”. Uno de los efec­tos del blo­queo es que ha impe­di­do que Cuba pue­da com­prar ven­ti­la­do­res para tra­tar a pacien­tes crí­ti­cos, ya que las dos com­pa­ñías sui­zas que los fabri­can (IMT Medi­cal AG y Acu­tro­nic) fue­ron com­pra­das por una empre­sa esta­dou­ni­den­se (Vyai­re Medi­cal, Inc.) en abril de 2020. En res­pues­ta, Cuba ha desa­rro­lla­do su pro­pio ventilador.

Al mis­mo tiem­po, el país cari­be­ño sufre de una esca­sez de jerin­gas, ya que los fabri­can­tes de jerin­gas están de algún modo vin­cu­la­dos a la indus­tria far­ma­céu­ti­ca de EEUU: Teru­mo (Japón) y Nipro (Japón) tie­nen ope­ra­cio­nes en Esta­dos Uni­dos, mien­tras B. Braun Mel­sun­gen AG (Ale­ma­nia) está aso­cia­da con Con­cor­dan­ce Health­ca­re Solu­tions (EEUU). Una empre­sa india de jerin­gas, Hin­dus­tan Syrin­ges & Medi­cal Devi­ces Ltd., está vin­cu­la­da a Envi­go (EEUU), lo que hace que el gobierno esta­dou­ni­den­se obser­ve de cer­ca a dicha empre­sa. En un acto con­cre­to de soli­da­ri­dad, se está levan­tan­do una cam­pa­ña para recau­dar fon­dos para com­prar jerin­gas para Cuba.

El pro­yec­to Our World in Data (Nues­tro mun­do en datos) cal­cu­la que, has­ta el 29 de junio, se han admi­nis­tra­do poco más de tres mil millo­nes de dosis, lo que sig­ni­fi­ca que han sido vacu­na­das menos de mil millo­nes de per­so­nas de los 7700 millo­nes que hay en el mun­do. Poco más del 23 % de la pobla­ción mun­dial ha reci­bi­do su pri­me­ra dosis. Pero los datos mues­tran que los pro­gra­mas de vacu­na­ción han sido, como se espe­ra­ba, muy poco equi­ta­ti­vos. En paí­ses con bajos recur­sos, solo el 0,9 % de la pobla­ción ha reci­bi­do al menos una dosis.

En abril de 2021, el direc­tor de la OMS, Tedros Adha­nom Ghe­bre­ye­sus, dijo: “Sigue exis­tien­do un alar­man­te des­equi­li­brio en la dis­tri­bu­ción mun­dial de las vacu­nas. (…) en los paí­ses de ingre­sos ele­va­dos casi una de cada cua­tro per­so­nas ha reci­bi­do una vacu­na, mien­tras que en los paí­ses de ingre­sos bajos son una de cada más de 500 per­so­nas. Per­mí­tan­me que lo repi­ta: una de cada más de 500 per­so­nas”. En mayo de 2021, Ghe­bre­ye­sus dijo que el mun­do esta­ba en una situa­ción de “apartheid de vacunas”.

En febre­ro de 2021, en uno de nues­tros bole­ti­nes, el Ins­ti­tu­to Tri­con­ti­nen­tal de Inves­ti­ga­ción Social seña­ló que vivi­mos en una épo­ca de “tres apartheids”: médi­co, de ali­men­tos y de dine­ro. En el cen­tro del apartheid médi­co está el nacio­na­lis­mo de las vacu­nas, el aca­pa­ra­mien­to de vacu­nas y, como le lla­ma Ghe­bre­ye­sus, el apartheid de vacu­nas. El asun­to es muy grave.

La alian­za de vacu­nas Covax ha vis­to que las vacu­nas que­dan fue­ra de su alcan­ce, tan­to por los acuer­dos bila­te­ra­les entre los paí­ses ricos y los pro­duc­to­res de vacu­nas, como por la fal­ta de apo­yo finan­cie­ro de par­te de los esta­dos más ricos a los más pobres. Las ten­den­cias mues­tran que muchos paí­ses no ten­drán un por­cen­ta­je impor­tan­te de su pobla­ción vacu­na­da antes de 2023, “si es que ocu­rre”, dice la Inte­lli­gen­ce Unit de The Economist.

¿Cuál es la cau­sa de estos tres apartheids? El con­trol que un puña­do de empre­sas ejer­ce sobre la eco­no­mía mun­dial, impul­sa­do por cin­co tipos de mono­po­lios, como plan­teó nues­tro falle­ci­do ami­go Samir Amin:

—El mono­po­lio sobre la cien­cia y tec­no­lo­gía
—El mono­po­lio sobre los sis­te­mas finan­cie­ros
—El mono­po­lio sobre el acce­so a recur­sos
—El mono­po­lio sobre las armas de gue­rra
—El mono­po­lio sobre las comunicaciones

Esta­mos estu­dian­do deta­lla­da­men­te esta lis­ta y la rela­ción entre cada uno de sus ele­men­tos, ana­li­zan­do si se ha deja­do algo fue­ra. Amin sos­tie­ne que no es sola­men­te la fal­ta de indus­tria­li­za­ción lo que pro­du­ce la subor­di­na­ción de algu­nos paí­ses, sugie­re que lo que ha man­te­ni­do al mun­do en esta situa­ción de pro­fun­da des­igual­dad han sido estos cin­co mono­po­lios. Al fin y al cabo, muchos paí­ses del mun­do han desa­rro­lla­do indus­trias en los últi­mos cin­cuen­ta años, pero siguen sien­do inca­pa­ces de avan­zar en un pro­gra­ma social para sus pueblos.

Para la dis­cu­sión sobre el apartheid de vacu­nas son cen­tra­les al menos dos de esos mono­po­lios: el mono­po­lio sobre las finan­zas y el mono­po­lio sobre la cien­cia y tec­no­lo­gía. La fal­ta de recur­sos dis­po­ni­bles lle­va a muchos paí­ses al Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal (FMI), a diver­sos inver­so­res públi­cos (el Club de París) o al capi­tal comer­cial (el Club de Lon­dres). Estos finan­cis­tas siguen el ejem­plo del FMI, que ha exi­gi­do a los paí­ses hacer recor­tes en diver­sas áreas cru­cia­les para la vida, como la edu­ca­ción y la aten­ción sanitaria.

Redu­cir el finan­cia­mien­to de la edu­ca­ción mer­ma el poten­cial de los paí­ses de desa­rro­llar sufi­cien­tes pro­fe­sio­na­les cien­tí­fi­cos, así como el ambien­te cien­tí­fi­co nece­sa­rio para crear tec­no­lo­gías esen­cia­les como lo son las can­di­da­tas a vacu­na. Recor­tar fon­dos al sis­te­ma de aten­ción sani­ta­ria y adop­tar las reglas de pro­pie­dad inte­lec­tual que blo­quean la trans­fe­ren­cia tec­no­ló­gi­ca deja a los paí­ses des­ar­ma­dos para enfren­tar ade­cua­da­men­te la pandemia.

Una fal­ta de fon­dos ha lle­va­do a muchos Esta­dos a aban­do­nar la posi­bi­li­dad de que pue­dan mejo­rar el bien­es­tar de su pobla­ción (en abril de 2020, 64 paí­ses gas­ta­ban más en ser­vi­cio de la deu­da que en su sis­te­ma sani­ta­rio). En ple­na pan­de­mia, no bas­ta con exi­gir la trans­fe­ren­cia de tec­no­lo­gía a otros paí­ses para que estos pue­dan pro­du­cir vacu­nas. La tec­no­lo­gía es la cien­cia de ayer, la cien­cia es la tec­no­lo­gía de mañana.

Uti­li­zar la rique­za social de la pobla­ción, ense­ñar cien­cias y esta­ble­cer una nor­ma bási­ca de alfa­be­tis­mo cien­tí­fi­co son lec­cio­nes esen­cia­les de la pan­de­mia. Estas lec­cio­nes han sido bien apren­di­das por el pue­blo cubano. Es por esto que Cuba, con­tra todo pro­nós­ti­co, ha desa­rro­lla­do cin­co vacu­nas dife­ren­tes. Abda­la y las otras cua­tro vacu­nas cuba­nas son un escu­do con­tra el covid-19. Estas vacu­nas sur­gen de la pro­duc­ti­vi­dad social de la Cuba socia­lis­ta, que no se ha ren­di­do ante la vile­za de los cin­co monopolios.

Ins­ti­tu­to Tri­con­ti­nen­tal de Inves­ti­ga­ción Social, Bole­tín 26 (2021)

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