Por Miguel Jorquera, Resumen latinoamericano, 27 de julio de 2021.
En la región Brasil, Colombia y Ecuador suscribieron el texto del Departamento de Estado. Pero sus aliados estratégicos como Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia, Japón y España tampoco firmaron el comunicado impulsado por Biden.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió un comunicado para reclamar a Cuba que respete “derechos y libertades” de sus ciudadanos tras las protestas que se dieron durante este mes en ese país, con el que consiguió alinear a algunos países de la región como Brasil, Colombia y Ecuador, pero que Argentina no rubricó. “A nosotros nadie nos pidió firmar nada”, afirmaron desde el Palacio San Martín a PáginaI12. La proclama impulsada por el presidente demócrata Joseph Biden tampoco fue firmada por muchos de sus importantes aliados internacionales como Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Japón y España, que han votado en las Naciones Unidas a favor de levantar el extenso bloqueo y embargo económico impuesto por los sucesivos gobiernos estadounidenses a la isla caribeña.
“Hacemos un llamamiento al gobierno cubano para que respete los derechos y libertades legítimos del pueblo cubano sin temor a ser detenido ni encarcelado. Exhortamos al gobierno cubano a que libere a los detenidos por ejercer su derecho a manifestarse pacíficamente”, dice uno de los párrafos del comunicado difundido por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
El texto tiene la adhesión y la rubrica de oros 20 países. Brasil, Colombia y Ecuador encabezan la lista de los latinoamericanos, a la que también se sumaron países de la región estrechamente alineadas con Washington como Honduras y Guatemala.
Desde la Cancillería argentina fueron contundentes ante la consulta de PáginaI12 sobre el documento impulsado por los Estados Unidos: “A nosotros nadie nos pidió firmar nada”, afirmaron los voceros del Palacio San Martín. En tanto el canciller Felipe Solá ya se encuentra en Parú donde asistirá este miércoles a la asunción del maestro Pedro Castillo como presidente de ese país.
El presidente Alberto Fernández ya se había pronunciado sobre el tema. Si bien sostuvo que «no conoce exactamente la dimensión» de lo sucedido en Cuba, reafirmó la política política de no intervención en terceros países y recordó que en las últimas dos reuniones del G‑20 pidió «por favor que se terminen los bloqueos en el mundo, porque cuando bloquean a un país bloquean a una sociedad, y eso en los menos humanitario que existe». «No hay nada mas inhumano en una pandemia que bloquear a un país», sentenció el Presidente.
En tanto, otro de los párrafos del documento dado a conocer por el Departamento de Estado sostiene que «instamos al Gobierno cubano a que preste atención a las voces y a las demandas del pueblo cubano», al tiempo que reclama “libertad de prensa” y el reestablecimiento de Internet.
«La comunidad internacional no vacilará en su apoyo al pueblo cubano y a todos aquellos que defienden las libertades básicas que toda persona merece», insiste el texto en sintonía con la política exterior de la Casa Blanca y al que en principio adhirieron menos países y aliados estratégicos que el gobierno estadounidense hubiera deseado.
Entre los firmantes está Israel, un aliado tradicional de Estados Unidos; Corea del Sur fue la única nación asiática que se sumó; y también los rubricaron países europeos como Austria, Polonia, Grecia, Croacia, Chipre, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Kosovo, Montenegro, Macedonia y Ucrania.
La declaración, sin embargo, no está firmada por algunos de los principales aliados de Estados Unidos, como Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Japón y España, a pesar del entusiasmo que mostraron por colaborar con el presidente demócrata Joe Biden. Todos estos países han votado en la ONU a favor del fin del embargo estadounidense a Cuba y fueron críticos de la decisión del ex presidente republicano Donald Trump –antecesor de Biden‑, de reimponer sanciones a Cuba levantadas antes de su mandato.
Biden pretende hacer un frente común con sus aliados para presionar a Cuba, pero Washington estuvo tradicionalmente aislado en este tema. De hecho, la Asamblea General de la ONU condenó, a finales de junio, por abrumadora mayoría y por vigésimo novena vez el embargo impuesto contra la isla por Estados Unidos desde 1962.