Por Kristina Melnikova. Resumen Latinoamericano, 9 de julio de 2021.
Pese al vacío informativo, la guerra en Donbass no se ha ido a ninguna parte. Ucrania sigue desarrollando una agenda hostil tanto en el campo diplomático como en el militar y se prepara para posibles escenarios ofensivos: capturar y destruir puntos de tiro, practicar batalla en condiciones urbanas y entrada de tropas. Al mismo tiempo, las Fuerzas Armadas de Ucrania continúan con operaciones de combate y bombardeos en la línea del frente, a la espera del momento de atacar. Así lo entiende la publicista de Donetsk Marina Jarkova.
Ahora Donbass vuelve a estar en la periferia de la agenda informática, pese a los bombardeos y muerte de personal militar. ¿Qué ocurre realmente en la línea de contacto? ¿Es la situación diferente a la de la primavera?
Los bombardeos no se han detenido. Se ha producido una disminución relacionada con las fuertes lluvias. Las trincheras estaban inundadas en todas partes y prácticamente no ha habido batalla. Pero en cuanto ha vuelto el calor, ha comenzado de nuevo. Los cañones de artillería se escuchan cada noche y cada mañana. Las Fuerzas Armadas de Ucrania utilizan fundamentalmente mortero de 120mm, armas destructivas que una persona normal, que no sea experta, no entiende lo peligrosa que es. Esta mañana (1 de julio), han abierto fuego sobre Mineralnoe con howitzers de 122mm.
Sigue habiendo heridos, una mujer sufrió heridas de metralla en Gorlovka y vuelven a arder viviendas. La OSCE, en sus informes, habla de un aumento en el número de bombardeos y explosiones, algunos días se registran hasta 1500 disparos. La situación es algo menos tensa que en primavera, pero, en general, nada ha cambiado.
¿Cómo ves lo que ocurre en el campo diplomático desde Donetsk?
Las negociaciones políticas están estancadas en un callejón sin salida y Ucrania abiertamente se burla de ello y escupe sobre todas las quejas de la diplomacia rusa. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky hace planes B, C y D para Donbass en forma de rodearlo con un muro, rompiendo la comunicación de la infraestructura social, bloqueo del agua y ese tipo de cosas.
A nivel legislativo, el régimen ucraniano ha preparado una ley sobre los fundamentos de la resistencia nacional, que establece un marco regulado para la guerra de guerrillas en los territorios de las Repúblicas y en Crimea, que sienta las bases para las actividades de sabotaje en la retaguardia. Por otra parte, prepara las condiciones para atacar y favorece a los mercenarios extranjeros.
El Ejército Ucraniano continúa metódicamente asesinando a nuestros soldados, realiza agotadoras operaciones de combate y espera el momento de atacar. Esta idea no ha desaparecido y se discute abiertamente por oficiales y soldados en Ucrania. Por ejemplo, el fundador del regimiento Azov, Andriy Biletsky, y Serhiy Krivonos, general de las Fuerzas Armadas de Ucrania y excomandante de la Operación de Fuerzas Especiales, han presentado recientemente un plan de acción para la desocupación y reintegración de los territorios de Crimea y Donbass que están fuera del control de Ucrania.
Krivonos afirmó que Ucrania no puede contar con la vía diplomática para recuperar los territorios, así que es preciso preparar un escenario militar. El radical Biletsky explicó que la parte diplomática del plan de desocupación prevé la renuncia completa a los acuerdos de Minsk y la unificación de los procesos de negociación de Donbass y Crimea en uno solo. En realidad, esa idea refleja la postura de las autoridades de Kiev.
Así que las Fuerzas Armadas de Ucrania realizan ejercicios con un único escenario: capturar y destruir los puntos de tiro, practicar batalla urbana y lanzar tropas. Es decir, la idea de la guerra no ha desaparecido. Y la prensa explota este tema fundamentalmente por motivos oportunistas en vísperas de cumbres, negociaciones y otros actos en los que se esperan decisiones.
En estos momentos se están dando a conocer las bajas entre el personal militar de las Repúblicas, ¿es porque se ha levantado la censura de esta información o es que hay más muertos en el frente?
Los casos de muchas bajas son imposibles de esconder. Mientras el servicio de prensa se piensa qué informar y cómo, las circunstancias, versiones y detalles de diferente credibilidad circulan ya por las redes sociales. Así fue antes de la muerte de los chicos de Prizrak y de la muerte y quema de la ambulancia en Lozovsky. Recordemos el 20 de marzo de este año, cuando siete soldados de la RPD murieron cerca de Gorlovka y no se pudo evacuar sus cuerpos inmediatamente a causa del fuego enemigo.
Es imposible esconderlo porque los familiares y amigos de las víctimas no van a mantenerse en silencio ante la muerte de sus seres queridos solo porque alguien de uniforme les amenace con retirarles un bonus por dar publicidad a la emergencia.
Sobre si hay más bajas o no, no hay nada con lo que compararlo. Solo se informa de bajas numerosas. Los datos solo son fiables en lo que respecta a los civiles.
¿Cómo se puede resolver la situación actual? ¿Con algún tipo de diálogo con Estados Unidos?
Como podemos observar, Ucrania sigue desarrollando una agenda hostil y ha tomado el camino de endurecer su política mientras continúa con operaciones militares de baja o media intensidad. Además, no se ha establecido diálogo entre Rusia y Estados Unidos. Se ha llegado a acuerdos sobre el retorno de embajadores, pero Estados Unidos sigue negándose a otorgar visados y recomienda oficialmente a la ciudadanía estadounidense que no visite Rusia. La presión de las sanciones continúa y no ha cambiado nada desde la cumbre.
Recordemos reuniones previas con Obama o Trump. ¿Cambiaron algo de la situación en Donbass? ¿En Ucrania? ¿En Rusia? No. ¿De dónde ha salido la idea de que, con voluntad, Biden lo cambiaría todo? Por supuesto, hay una posibilidad de que, entre bastidores, haya acuerdos, pero eso también es dudoso. No hay ninguna base constructiva, ya que las contradicciones entre los intereses nacionales son evidentes. Si hablamos del destino de las Repúblicas de Donbass, las previsiones más pesimistas siguen vigentes. Guerra, bajas y destrucción. Y todo ello es la consecuencia de la falta de alternativas a los acuerdos de Minsk.
Fuente: Slavyangrad