Por Teo Navarro, Resumen Latinoamericano, 12 de julio de 2021.
Las emisiones de la quema de combustibles fósiles están impulsando el cambio climático, que pone en peligro la salud de la vida en el planeta y, por lo tanto, nos daña a todos.
Las emisiones de la quema de combustibles fósiles están impulsando el cambio climático, que pone en peligro la salud de la vida en el planeta y, por lo tanto, nos daña a todos. Sin embargo, la quema de combustibles fósiles también nos daña directamente al contribuir a una variedad de enfermedades, muchas de ellas potencialmente mortales.
“La exposición a largo plazo a partículas finas ambientales (al aire libre) de menos de 2,5 μm de diámetro (PM2,5) es el mayor factor de riesgo ambiental para la salud humana, con un estimado de 4,1 millones de muertes atribuibles en todo el mundo (7,3% del número total de muertes globales) en 2019 ”, advierten los científicos en un nuevo estudio, que proporciona más evidencia (si se necesita más) de los peligros para la salud causadospor las emisiones industriales nocivas.
Solo en 2017, más de 1 millón de personas en todo el mundo murieron como resultado de partículas en el aire que afectaron negativamente su salud, causando o empeorando accidentes cerebrovasculares, enfermedades pulmonares y otras afecciones mortales. No hace falta decir que ese terrible número de víctimas es una clara emergencia sanitaria mundial.
Combustibles fósiles en todas partes
Las partículas PM2.5 se emiten al aire que respiramos a partir de una variedad de fuentes, desde la cocina hasta la quema de desechos , explican los científicos.
“Las fuentes incluyen emisiones directas como incendios forestales y quema de desechos agrícolas, polvo mineral arrastrado por el viento de regiones áridas y combustión ineficiente de combustible, así como emisiones secundarias de reacciones químicas atmosféricas entre precursores contaminantes primarios en fase gaseosa”, escriben.
“Estos precursores se emiten tanto de procesos de combustión como de no combustión que incluyen el uso de energía residencial, vehículos dentro y fuera de la carretera, generación de energía, uso de solventes, procesos industriales y aplicación de fertilizantes agrícolas”, añaden.
Una gran parte de esta contaminación del aire proviene de la quema de combustibles fósiles, que causa un gran número de muertes cada año, especialmente en China e India, donde la mayoría de las muertes en el mundo ocurren cada año debido a los contaminantes liberados por las plantas de carbón y otros fuentes industriales de PM2.5.
Los autores del estudio examinaron datos de 204 países y 200 áreas dentro de las naciones, y sus hallazgos son claros: cuantos más combustibles fósiles se queman en una determinada región o área, más muertes ocurren como resultado de ello.
“Nuestros resultados muestran que las regiones con grandes contribuciones antropogénicas generalmente tuvieron las muertes atribuibles más altas, lo que sugiere beneficios sustanciales para la salud al reemplazar las fuentes de energía tradicionales”, explican los investigadores.
Parte de la solución radica en eliminar gradualmente las plantas de carbón y otras grandes fuentes de emisiones de PM2.5, particularmente en China e India, donde los niveles de contaminación del aire y el uso de carbón siguen siendo muy altos.
“La eliminación completa de la combustión de carbón y O&NG [petróleo y gas natural] en estos dos países podría reducir la carga mundial de enfermedades PM2.5 en casi un 20%”, enfatizan los científicos.
Fuente: Kaos en la red