Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 8 de julio de 2021.
foto: Policías haitianos buscando pistas de lo ocurrido con Jovenel.
Mientras el ministro de Gobierno haitiano y la policía asegura que dos de los detenidos son de nacionalidad norteamericana y otros 15 apresados son colombianos, han trascendido algunos detalles de la operación que llaman poderosamente la atención. Por un lado, el dato de que la protección de seguridad del presidente Jovenel Moïse constaba de tres anillos de seguridad, como es lógico en alguien que tiene numerosos enemigos. Sin embargo, el comando que constaba al parecer de 26 integrantes llegó hasta el lugar en varias camionetas Nissan, y no fue interceptado ni siquiera cuando estacionaron los vehículos frente a la residencia presidencial.
Indudablemente tenían una cobertura importante al identificarse como miembros de la DEA, pero eso no es razón suficiente para que los custodios habituales de la mansión no tomaran recaudos para impedirles el paso sin constatar si la identidad correspondía a algo real. Sobre todo cuando semejante contingente llega a la residencia del mandatario en horas de la madrugada, algo poco habitual, incluso para una delegación tan numerosa de la «División anti narcóticos» yanqui.
Luego, entraron a la mansión también sin demasiados inconvenientes (no hay ningún custodio ni herido ni muerto, por lo menos no se ha informado de tal situación) y de la misma se precipitaron hacia el dormitorio de Moise y su esposa y los acribillaron a balazos.
Raro, muy raro todo. Tan raro como la posterior cacería que terminó con cuatro presuntos miembros del comando muertos y dos detenidos. El hecho, ocurrió muchas horas después del crimen inicial, lo que llama aún más la atención.
Por último, el ministro de gobierno de facto Claude Joseph, que debía dejar el cargo este miércoles para que asumiera el nuevo designado por el propio Moïse, Ariel Henry, se atornilló en el siilón y de hecho se ha convertido oficiosamente en presidente provisional que hace y deshace a su gusto, o lo que es mejor, al gusto de Washington, con cuyos mandamases dialoga y hace planes. Aparte de rendirles pleitesia de manera exagerada.
Henry, por su parte, no oculta el disgusto que le hayan birlado el puesto y le dice a quien quiera escucharlo, entre ellos a los medios, que Joseph es un impostor «peligroso». Así las cosas, habrá que ver ahora cuál será la reacción ante tan enredados y graves acontecimientos, cuál será la reacción de las fuerzas populares que todos estos años han estado movilizándose contra Moïse y lo que han de plantar los partidos y organizaciones populares de la izquierda haitiana, que desde hace tiempo proponen un gobierno de transición para reconducir la situación.