Resumen Medio Oriente, 30 de julio de 2021-.
Elijah J. Magnier: Corresponsal de guerra veterano y analista de riesgos políticos.
Sin embargo, desde Iraq, antes de que su avión volara a encontrarse con su contraparte estadounidense, el primer ministro iraquí dijo que «no hay necesidad de ninguna fuerza combatiente foránea en tierra iraquí». Y aun así, dejó la puerta bien abierta para que las fuerzas estadounidenses se queden, agregando que «la guerra contra el ISIS y la presteza de nuestras fuerzas requieren una planificación especial».
Desde Washington, el ministro kurdo de Exteriores iraquí Fuad Hussein confirmó lo que dijo su Primer Ministro y añadió más: «Iraq necesita cooperación total con los Estados Unidos en muchos niveles». Aunque, desde la capital estadounidense, el asesor de seguridad nacional Qasim al-Araji anunció que «las fuerzas de Estados Unidos se retirarán completamente de Iraq para el fin del año corriente 2021». Además, los grupos de resistencia iraquí han jurado llevar fuera del país a todas las fuerzas estadounidenses y continuará atacando todas sus bases en Iraq.
Estas declaraciones contradictorias desde la capital estadounidense y desde Bagdad reflejan la realidad de la confusión en Iraq sobre su retiro de las fuerzas de Estados Unidos, salida decidida por una decisión obligatoria parlamentaria del pasado enero de 2020.
El primer ministro iraquí está visitando Washington con un plan específico acordado anteriormente con todos los partidos políticos en casa. No obstante la declaración oficial Estados Unidos-Iraq, el retiro permanente estadounidense de Iraq no tendrá lugar. En vez, una retirada parcial, una reubicación y un título diferenciado para las fuerzas estadounidenses serán asignados en Mesopotamia, con miras a reducir los ataques contra su personal y apoyar la posición política del primer ministro Al-Kadhami. La decisión de Estados Unidos de quedarse también se relaciona a la influencia regional iraní, que es un asunto de preocupación creciente. Quiere decir que la confrontación entre los dos países no cesará, e Iraq inevitablemente será invertido como su nuevo teatro de guerra.
Los decisores iraquíes dijeron que «el primer ministro lleva una demanda definida como acordaron en casa los mayores líderes políticos. El primer punto es que todas las fuerzas combativas deberían irse de todas las bases militares (Kurdistán no está incluido en este caso). El segundo punto consiste en confirmar que la soberanía iraquí no será violada por ningún caza o dron sin el previo consentimiento del liderazgo iraquí. El tercer punto es que una comitiva entre las dos partes se formará para implementar la decisión».
De acuerdo a la fuente, «los estadounidenses tratan de presionar la posición de Kadhami, particularmente luego del golpe que recibiera cuando cazas norteamericanos bombardearon y mataron a cuatro miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes del al-Hashd a‑Shaabi, en la frontera iraquí-siria el pasado junio. Pero los funcionarios estadounidenses son deshonestos cuando anuncian que ninguna fuerza combativa ha estado activa en Iraq por más de un año. En este caso, ¿cómo llamamos a las fuerzas que atacan y matan al personal iraquí en sus fronteras? ¿Puede llamarse asesores o instructores? El liderazgo político iraquí tiene miedo de sincerarse y decir la verdad acerca de las razones por las que las fuerzas estadounidenses aún se encuentran en el país».
La fuente concluyó: «Si el presidente estadounidense y el primer ministro iraquí acuerdan el fin de la misión de combate de las fuerzas norteamericanas en Iraq para final de este año, quiere decir que Estados Unidos actuará como una fuerza combatiente durante los próximos cinco meses. Quiere decir que podemos esperar más asesinatos de las fuerzas securitarias iraquíes a manos estadounidenses. Cuando, y no si, esto suceda, señalizará un golpe mortal para la reputación de Al-Kadhami y su acuerdo con Biden», dice la fuente.
Un alto funcionario de la Administración Biden negó la intención de Estados Unidos de retirar todas las 2 mil 500 tropas de Iraq y solo aceptó un cambio en los roles. Esto también fue confirmado por el jefe kurdo Fawsi Hariri, representante del gobierno del Kurdistán iraquí en la cuarta ronda del diálogo iraquí-estadounidense, que el «proceso de acuerdo pudiera tomarse más de un año». Esta declaración contradice el trato entre el primer ministro iraquí y el presidente estadounidense.
Aun más, el ministro de Exteriores iraquí, su contraparte estadounidense Antony Blinken y Bayan Sami Abdul Rahman, el representante kurdo para Estados Unidos, dijeron que el cuarto round incluye negociaciones sobre energía, cambio climático, seguridad, salud, cultura, educación, derechos humanos y las próximas elecciones legislativas. En efecto, el secretario Blinken confirmó que la «asociación entre Estados Unidos e Iraq es mucho más amplia y profunda que incluso la lucha compartida contra el ISIS». Esta es la clave de la presencia estadounidense en Iraq.
ISIS no tiene nada que ver con la presencia de Estados Unidos en Iraq. Tanto los funcionarios estadounidenses como los iraquíes confirmaron que el ISIS ha sido derrotado. En contraterrorismo, es bien sabido que la ideología takfiri de ISIS no puede ser vencida. Aun así, el control de poblados y ciudades por parte del ISIS en Iraq y Siria ha acabado. Las fuerzas securitarias iraquíes han ganado suficiente en experiencia, equipamiento militar y habilidades de combate en la guerra de guerrillas, recopilación de inteligencia y la ideología inspiradora (al-Hashd al-Shaabi) para derrotar al ISIS y prevenir que ocupe cualquier ciudad iraquí. Ningún país en Occidente o Asia puede detener los ataques terroristas pero puede reducirse o interrumpir muchos de sus ataques planificados.
Por lo tanto, el ISIS ya no es la razón por la que las fuerzas de Estados Unidos se quedan en Iraq. Además, el entrenamiento estadounidense de 20 años al ejército de Afganistán terminó en el control del Talibán sobre la mitad del país y el 90% de sus fronteras con Pakistán. También, el entrenamiento estadounidense del ejército iraquí de 2003 a 2011 acabó en la desbandada de las tropas iraquíes en horas enfrentando al ISIS y otros ataques tribales en 2014. Así, el entrenamiento es solo otro pretexto para permanecer en el país. Por eso el Secretario de Estado norteamericano no lo mencionó, a diferencia de su contraparte iraquí. Entonces los puntos resaltados son la clave: «Estados Unidos está orgulloso de liderar los esfuerzos internacionales para apoyar las elecciones de Iraq en octubre, elecciones libres y justas para que el pueblo iraquí pueda ser escuchado y elijan a sus líderes», dijo Blinken.
Esta es una explícita confirmación de que Estados Unidos está en Iraq por las elecciones ‑si toman lugar en octubre (probablemente no será programado sino hasta la siguiente primavera)-, y los resultados de estas elecciones determinarán la auténtica representación de cada partido político entre aquellos que son amigos o enemigos de los Estados Unidos en el parlamento iraquí. Debido a que Estados Unidos acusa a los amigos de Irán de controlar el parlamento, nuevas leyes pueden ser implementadas para tomar una posición positiva hacia la presencia de Estados Unidos, distinto a decisión obligatoria del último parlamento para que las tropas extranjeras se fueran del país. También, Estados Unidos espera que por más leyes que limiten el poder de los grupos iraquíes que decidieron resistir la presencia estadounidense en Iraq y quisieran ver la salida de hasta el último soldado norteamericano de su país.
Todo se trata de Irán y su significativa influencia regional, granjeada en la última década por las intervenciones militares estadounidenses en Medio Oriente, principalmente en Líbano, Siria, Iraq, Afganistán y Yemen. Estados Unidos dice que quiere contribuir con «educación» pero fue impreciso sobre qué tipo de educación occidental puede ofrecerle al pueblo iraquí. Además, no está claro cómo Iraq puede contribuir al «cambio climático» y en la «lucha contra el covid» cuando Estados Unidos aún anda en eso, e Iraq se encuentra con muchas dificultades. Y por último, Estados Unidos quiere discutir sobre «energía limpia en Iraq»; en un país que ha sufrido de falta de electricidad durante dos décadas.
La conclusión es que Estados Unidos se quedará en Iraq donde los kurdos quieren que las tropas estadounidenses estén, con políticos iraquíes en Bagdad discutiendo sobre «presencia» o «salida». Esta situación ambigua sirve tanto a Estados Unidos como a Irán, que estarán contentos de enviarse golpes el uno al otro en territorio iraquí. Esto quiere decir que Iraq no espera celebrar alguna estabilidad en los próximos cinco meses, y probablemente tampoco en todo el año que viene.