Líbano. Con­se­jo Euro­peo aprue­ba mar­co legal para impo­ner san­cio­nes sino se for­ma el gobierno lo antes posible

Resu­men Medio Orien­te, 30 de junio de 2021-.

El Con­se­jo Euro­peo apro­bó este vier­nes un mar­co legal para un sis­te­ma de san­cio­nes diri­gi­do a per­so­nas y enti­da­des libanesas.

«La nor­ma brin­da la posi­bi­li­dad de impo­ner san­cio­nes a los res­pon­sa­bles de soca­var la demo­cra­cia y el esta­do de dere­cho en El Líbano», agre­gó el Con­se­jo en un comunicado.

El 12 de julio, los minis­tros de Rela­cio­nes Exte­rio­res de la UE acor­da­ron seguir ade­lan­te con la impo­si­ción de san­cio­nes a la cla­se polí­ti­ca gober­nan­te de El Líbano, debi­do a la cri­sis polí­ti­ca del país.

El 19 de junio, el jefe de Polí­ti­ca Exte­rior de la Unión Euro­pea, Josep Borrell, reve­ló que la Unión Euro­pea esta­ba con­si­de­ran­do impo­ner san­cio­nes a algu­nas figu­ras liba­ne­sas debi­do a la crisis.

Por su par­te, Fran­cia expre­só este vier­nes su dis­po­si­ción a incre­men­tar la pre­sión sobre los fun­cio­na­rios liba­ne­ses para que for­men un nue­vo gobierno, días des­pués que Najib Mika­ti fue asig­na­do a cum­plir esta tarea, en medio de una divi­sión polí­ti­ca y un colap­so eco­nó­mi­co acelerado.

La por­ta­voz del Minis­te­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Fran­cia, Agnes von der Muhll, expre­só duran­te una con­fe­ren­cia de pren­sa vir­tual que su país está lis­to para aumen­tar la pre­sión con sus socios euro­peos e inter­na­cio­na­les sobre los fun­cio­na­rios polí­ti­cos libaneses.

Expli­có que la for­ma­ción de un gobierno urgen­te que tra­ba­je en la mayor medi­da posi­ble y sea capaz de poner en mar­cha las refor­mas que requie­re la situa­ción, sigue sien­do la prioridad». 

El mar­tes pasa­do, Mika­ti se com­pro­me­tió a for­mar el gobierno lo antes posible.

En abril, Fran­cia impu­so res­tric­cio­nes a la entra­da de per­so­na­li­da­des liba­ne­sas a su terri­to­rio, a las que con­si­de­ra res­pon­sa­bles de la per­ple­ji­dad polí­ti­ca y la corrup­ción, sin reve­lar sus iden­ti­da­des ni la natu­ra­le­za de las restricciones.

Fuen­te: Al Mayadeen

Itu­rria /​Fuen­te

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