Paula HuenchumilFrancisco Velásquez /Resumen Latinoamericano, 16 de julio de 2021
Faena de Forestal Mininco a pocos metros del enfrentamiento. Registro Paula Huenchumil y Francisco Velásquez
INTERFERENCIA fue al lugar de los hechos y habló con vecinos, trabajadores de Mininco y miembros de la CAM sobre el día del enfrentamiento en el fundo Santa Ana donde ‑además- resultó herido de gravedad el guardia Ceferino González. Constatamos que en el lugar existen cámaras de la empresa. Varios testimonios arrojan serias dudas sobre la versión inicial de Carabineros.
En la entrada del Fundo Santa Ana-Tres Palos del sector de Coi Coi, donde se ubica una faena forestal de la empresa Mininco, filial del holding forestal Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), propiedad de la familia Matte, un lienzo da cuenta que en el lugar viven comunidades mapuche en recuperación territorial.
Un camino de tierra ‑ubicado a la altura del kilómetro 41 de la ruta S‑138– rodeado de cerros con plantaciones de monocultivo de pino y eucaliptos, es el principal paisaje que acompaña la ruta hacia el fundo. En algunos espacios, los árboles ya fueron cosechados, cortados y agrupados. Al final del sendero, luego de cerca de cinco kilómetros, viven alrededor de 250 familias mapuche pertenecientes a tres comunidades que han recuperado el territorio. Están arrinconadas por la Forestal Mininco.
INTERFERENCIA conversó con vecinos de la zona, trabajadores forestales e integrantes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) sobre el enfrentamiento en el fundo Santa Ana de la Forestal Mininco, lugar en el que Carabineros mató a Pablo Marchant Gutiérrez, de 29 años, y que dejó a un trabajador de la forestal, Ceferino González, con riesgo vital. Por seguridad de las fuentes, todos los relatos están resguardados respecto de la identidad de la fuente.
Entrada del Fundo Santa Ana de Forestal Mininco
Dónde y cómo murió el weichafe
Al inicio del camino del fundo de Forestal Mininco se ven bifurcaciones. En una de ellas está instalada una de las faenas forestales; Tres Palos. Ahí hay dos máquinas cosechadoras, dos container, una camioneta y un tambor de lata con fuego calienta el agua de una tetera. Cerca de ella, hay un poste fino amarillo con al menos cuatro cámaras que apuntan a diferentes direcciones que vigilan el lugar. Se trata de antecendentes que no tenía la Fiscalía. Nadie ronda en el lugar y tampoco hay custodia policial, a pesar de que existe una medida de protección dictada por la Fiiscalía.
“Que no se vean a los carabineros no significa que no estén”, dice un trabajador de la faena.
Una de las faenas tiene al menos cuatro cámaras
A unos 300 metros por el camino y luego en un bajada, hay otra faena forestal llamada Coi Coi. Hay tres máquinas quemadas. Ahí, según un trabajador de la faena, a pocos metros, murió Pablo Marchant, pero aún no hay claridad de cómo fue abatido.
Un militante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) que conversó con otros militantes que estuvieron en el lugar, indica que los integrantes de Lafkenche-Leftraru, un Órgano de Resistencia Territorial (ORT) que realizaron el sabotaje, sabían que existía un resguardo policial en el lugar que se denomina como los corrales, «que es donde se guardan las máquinas”.
«Si habían grupos disparando por un lado y por el otro, efectivamente carabineros pudieron haber disparado al trabajador porque quedaron entre medio. La voluntad de la CAM nunca ha sido hacerle daño a los trabajadores”, dice una fuente que escuchó el relato de los militantes de la CAM que estuvieron en los hechos.
“La situación fue que los peñis decidieron atacar el lugar donde estaban trabajando. Primero procedieron a sabotear el bus forestal, luego el camión forestal y dejaron el skidder [vehículo forestal parecido a una retroescavadora] para parapetarse. En ese momento existió un enfrentamiento grande y tomaron la decisión de quemar el skidder y que comenzara la retirada por el mismo camino que habían entrado mientras carabineros en todo momento disparaba ráfagas con subametralladoras. En ese momento apareció una camioneta por detrás”.
Según el relato, en dicha camioneta de Forestal Mininco, se bajaron cuatro carabineros de Fuerzas Especiales. “Había dos carabineros en una dirección y luego dicen que llegó por detrás otra camioneta. No creen que hubo un cambio de turno; se bajaron cuatro efectivos del vehículo y procedieron a disparar», dice la fuente.
«Si habían grupos disparando por un lado y por el otro, efectivamente carabineros pudieron haber disparado al trabajador porque quedaron entre medio. La voluntad de la CAM nunca ha sido hacerle daño a los trabajadores”, dice la fuente.
El hecho que carabineros se trasladen constantemente en camionetas de Forestal Mininco es un antecedente que confirman los vecinos, así como fuentes de Fiscalía. Este medio contactó a la empresa de la familia Matte, sin recibir respuesta.
Faena de Forestal Mininco a pocos metros del enfrentamiento. Registro Paula Huenchumil y Francisco Velásquez
Faena de Forestal Mininco a pocos metros del enfrentamiento. Registro Paula Huenchumil y Francisco Velásquez
“Los carabineros no iban a hacer un cambio de turno a los que estaban ahí, son puntos fijos distintos. El punto fijo de Coi Coi tiene dos carabineros que cambian de turno a las ocho de la noche, porque es un punto fijo diurno y nocturno», explica una fuente de Fiscalía.
«El ataque fue a las 17:30 horas, lo que iban a hacer esos otros carabineros que estaban en el punto fijo Tres Palos, es lo que hacían todos los días: En una camioneta de la empresa forestal Mininco, con un chofer particular, contratado por Mininco, llevaba a un par de carabineros desde el punto fijo Tres Palos hasta el punto fijo de Coi Coi. Los llevaban en la camioneta, los trabajadores salían a las 18 hrs y se devolvían escoltados por esta camioneta, esa era la misión que tenían esos carabineros a esa hora que eran parte del punto fijo», complementa la fuente.
«Esas medidas de protección son siempre a favor de las personas, los trabajadores. No tenía sentido tener dos puntos fijos y que estos salieran en un vehículo sin protección, porque el camino era súper peligroso, porque los atacaban entre un punto fijo y otro”, concluye.
El militante de la CAM indica que lo que le relataron sus peñis fue que se trataba de un “camino que por la derecha estaba todo explotado, era una cuesta, y por la izquierda había una quebrada, entre caminos que era llenos de curvas. Entonces prácticamente quedaron a merced de los disparos; las ráfagas que disparaban carabineros eran con la intención de matar. Quizá Pablo se confundió o no se percató de la presencia de los que estaban atrás y ahí carabineros le dispararon directamente en la cabeza».
«Los peñis pensaron en todo momento que Pablo se había tirado en la quebrada, que iba a salir y llegaría al lugar que tenía que llegar. Una hora después, aproximadamente, se encontraron los peñis y ahí recién se dieron cuenta que el Toño no estaba. Pensaron que quizás Carabineros podía tener algún grado de moral, que quizás había sido detenido o le habían disparado, pero luego supieron que hubo balazo certero en la cabeza”.
«Prácticamente quedaron a merced de los disparos; las ráfagas que disparaban carabineros era con la intención de matar. Quizá Pablo se confundió o no se percató de la presencia de los que estaban atrás y ahí carabineros le dispararon directamente en la cabeza», dice la fuente de la CAM.
Al día siguiente de la muerte de Pablo Marchant, quien llevaba un fusil M16, el fiscal vocero de la Fiscalía Regional de La Araucanía, Miguel Rojas Thiele, indicó a través de la cuenta de Twitter de la entidad que “en horas de la madrugada se pudo determinar que se trata de don Pablo Marchant Gutiérrez, quedando descartada aquella información que daba cuenta que la persona fallecida se trataba del hijo de don Héctor Llaitul [Ernesto Llaitul], información que no fue emanada por parte de la Fiscalía y que surgió a través de distintos medios de comunicación y redes sociales. Dentro de las primeras diligencias se permitió que don Héctor Llaitul identificara el cadáver descartando que se tratara de su hijo, información que también fue confirmada con los respectivos análisis periciales que pudieron determinar la identificación de la persona fallecida”.
Otro integrante de la CAM explica que la organización es un movimiento político. “Tomamos nuestras armas sólo para nuestra autodefensa, no para andar matando a gente. Actuamos en concordancia con lo que pensamos. Pese a la rabia por el historial de miserias que hemos vivido o de la forma que ha sido tratada nuestra gente por los medios represivos, jamás ha sido nuestra intención ir a enfrentarnos a Carabineros e ir a dispararles directamente. Tenemos los medios para hacerlo, pero no lo vamos a hacer. La policía cometió un error muy grande y lo van a pagar de forma muy categórica, porque lo que ellos hicieron, nosotros no lo hemos hecho con ellos y hemos tenido la oportunidad de hacerlo en reiteradas ocasiones”.
“Nosotros tenemos principios, valores y ética, y nos sentimos orgullosos de eso. Luchamos por el territorio y la autonomía. El hacer sabotaje es un accionar político, nosotros vamos a sabotear las maquinarias de las forestales, su medio de producción y no vamos a asesinar a trabajadores, ni a disparar a quema ropa a la policía. Nosotros disparamos para disuadir, hacemos el acto lo más limpio posible, por eso causa mucha rabia y dolor lo que hizo Carabineros en esta ocasión; le disparó a un compañero, a un peñi, se dieron el lujo de masacrarlo”.
Según Ciper, un carabinero en su testimonio dijo que Pablo Marchant no les disparó, pero sí que los apuntó con su arma. “También declararon que el tiro en la cabeza con el que lo abatieron fue percutado a corta distancia y que no portaban cámaras GoPro, a diferencia de los dos policías que inicialmente enfrentaron a la célula de la ORT al interior de la faena forestal, por lo que no habría registro audiovisual de las circunstancias en que se produjo la muerte de Marchant”.
El mismo medio, informa que «el primer reporte oficial de las policías sobre los hechos fue un parte de novedades que llegó a los mandos superiores de Carabineros. La versión que allí se entrega es distinta a la que finalmente declararon los policías directamente involucrados en la muerte de Pablo Marchant. En ese parte se relataba que a las 17:50 el personal uniformado punto fijo que resguardaba la faena había sido atacado “con armas de grueso calibre, razón por la cual repelen ataque con la finalidad de prestar cobertura al personal forestal”.
«El documento, firmado por el jefe de zona de Control de Orden Público y por el jefe de la 9° Zona de Carabineros, incluyó el siguiente párrafo: «conforme lo anterior, otra patrulla se dirigía a escoltar la salida del personal Forestal, en donde se encuentran con 03 individuos encapuchados y armados con armas largas, quienes disparan contra el personal, razón por la cual el ataque es repelido, resultando en ese enfrentamiento un antisocial fallecido con un disparo de escopeta en la zona craneal y el cual además portaba un fusil”», agrega.
Un vecino del lugar que pasó cerca de las nueve de la noche por el lugar, indica que “era impresionante la cantidad de municiones en el suelo”. Ese mismo día, les cortaron el suministro eléctrico a todas las casas, luz que apenas regresó el miércoles 15 de julio. Además, ese mismo día, el lugar donde habría muerto Pablo Marchant no contaba con alguna contención policial en el sitio de los sucesos, pese a que la indagación está en pleno curso y a la espera de los peritajes y autopsia.
Mi vecino: Forestal Mininco
El miedo es un sentimiento generalizado en este territorio. Así lo afirman los vecinos de la forestal, quienes relatan que son constantemente sometidos a controles de identificación, que sobrevuelan drones y recuerdan que sus abuelos o bisabuelos en el periodo de la dictadura cívico-militar, encabezada por Augusto Pinochet, fueron arrinconados, maltratos y sometidos. “Antes eran los militares, ahora son los carabineros quienes custodian las forestales como guardia privada”.
La expansión de esta industria en Chile fue iniciada en la dictadura militar de Augusto Pinochet, en el marco de la implementación del Decreto de Ley 701, impulsado por el entonces ministro de Economía, Fernando Leniz, y el director de la CONAF, Julio Ponce Lerou en 1974, quienes incentivaron la actividad forestal principalmente mediante bonificaciones y beneficios tributarios. Respecto a ello, algunos vecinos de Mininco comentan que sus abuelos fueron engañados para depojarlos de los territorios, o bien, que fueron obligados a firmar documentación.
“Vivimos con miedo e incertidumbre de que un día puedan entrar y allanarnos, a los mapuche nos quieren eliminar”, dice un vecino de Forestal Mininco.
Fundo Santa Ana de Forestal Mininco
Para salir de sus casas, el único camino es el de la forestal, por lo que cotidianamente son controlados. “Yo ando con mi trarilonko en mi auto, y cuando salgo con mi padre que tiene más de 90 años, hemos sido humillados, solo por ser mapuche, existe una conducta racista hacia nosotros, cuando el territorio es nuestro, ancestralmente y con documentación. Estamos acorralados, tenemos poco espacio para hacer nuestra vida en el campo, ni eso respetan, además del daño ambiental que le están haciendo a esta tierra con sus pinos y eucaliptos”.
Un trabajor forestal dice que se siente «agradecido» por el empleo porque hay muy poco trabajo en la zona, relato que coincide con el estudio muestra que industria forestal ha creado mayor desigualdad y pobreza en el sur de Chile «tengo necesidades económicas, no es que me guste trabajar acá porque también uno se siente inseguro, igual yo sé que es verdad que los mapuche apenas tienen unas hectáreas para vivir».
Fundo Santa Ana de Forestal Mininco y comunidades arrinconadas
Héctor Llaitul y acusaciones de narcotráfico: «Quieren demonizar la causa mapuche»
El martes 14 de julio Pablo Marchant, el weichafe de la CAM fue sepultado en territorio en recuperación de Forestal Arauco, acompañado de rogativas de día y de noche junto a los sonidos del kultrun, trutrucas, pifilcas, y los wiños en una ceremonia ancestral, además una guardia armada es la que custodiaba el féretro del weichafe, esto fue lo generó la reacción del subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, quien criticó duramente la exposición de armamento en el funeral: «Ni Carabineros ni la PDI ni el Gobierno serán amedrentados por estas acciones. (…) Para evitar la violencia debemos ser intolerantes con el tráfico y jactancia de armas de fuego», agregó.
Sobre ello, el vocero de la CAM, Héctor Llaitul Carrillanca, señala a INTERFERENCIA que «el gobierno y gremios detrás de los intereses de las forestales pretenden hacer relación y establecer supuestos vínculos entre nuestra organización y el narcotráfico o narcoterrorismo. Nosotros lo hemos dicho de todas las formas posibles que no tenemos ningún vínculo con tráfico de drogas o ese tipo de organizaciones. Tenemos una ética de acción política, nuestro lineamiento da cuenta que si hay que asumir la violencia política, el tema de las armas de un asunto serio y delicado, que solamente se circunscribe de acuerdo a los que venimos desarrollando como acciones y su uso es en el plano de la autodefensa y en las acciones de sabotaje. Por lo tanto, no hay ninguna relación con el narcotráfico o crimen organizado, eso lo descartamos absolutamente. Quieren demonizar la causa mapuche, desprestigiarla a cualquier costo, para desvirtuar que hubo una acción de sabotaje que es legítima en su forma y fondo y que va en contra de la industria forestal», explica.
Uno de los momentos del eluwun
Respecto a la muerte de Pablo Marchant, comenta que «se tomó las decisión con distintas organizaciones de nuestro movimiento que no se asumirá un emplazamiento a la justicia chilena para esclarecer los hechos respecto a la muerte de Pablo, lo que sí asumió dentro adkimun o normativas como weichan, es que la justicia será bajo las formas mapuche, desde nuestras expresiones. Uno de los principios que tenemos es que a nuestros mártires, nuestros weichafe los honraremos en la lucha, en procesos de resistencia que van continuar, no en la lógica judeo-cristiana ni occidental de ‘ojo por ojo’ o ‘no a la impunidad’, en base a nuestro feyentun, el wichan (juicio) y nuestro newen».
A su vez, indica que «eso no le quita piso a la posibilidad que la familia emprenda acciones legales, tienen todo el derecho para tratar de esclarecer los hechos porque aquí está casi comprobado que la acción de carabineros fue pasando encima de toda normativa en este tipo de casos, una acción criminal contra el weichafe Pablo Marchant».
DE: Interferencia
FUENTE: La Zarzamora