Resumen Latinoamericano, 19 de julio de 2021
¡Por fin! Luego de una larga espera de 43 días desde la segunda vuelta electoral el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) declaró como presidente de la República del Perú al profesor rural Pedro Castillo Terrones (51).
Atrás quedaron las maniobras obstruccionistas y leguleyadas de diversas agrupaciones de la derecha encabezadas por Keiko Fujimori –hija del dictador Alberto Fujimori– por intentar bloquear el resultado electoral.
El profesor rural y además rondero enfrentó la más enorme y sucia campaña propagandística en contra que insistió hasta la sociedad en presentarlo como una persona sin liderazgo e incapaz.
De nada valió el fantasma del «comunismo» atizado por voceros de una derecha desquiciada y las mentiras sobre un supuesto «fraude en mesa» que nunca pudieron probar.
En esta cruzada delirante basada en noticias falsas (fake news) cayeron personas que gozaban de alguna credibilidad como el premio Nobel Mario Vargas Llosa, pero que ahora han caido en un descrádito irreparable.
La tercera derrota electoral de Keiko Fujimori deja curso libre a su camino a prisión debido a las serias acusaciones fiscales por organización criminal y lavado de activos.
Sin embargo, la coyuntura ha visto a aparecer a grupos de extrema derecha articulados en torno a la agrupación Renovaciòn Popular, encabezado por Rafael Pérez Aliaga.
Renovación Popular lleva en sus filas a Jorge Montoya Manrique, vicealmirante en situación de retiro, y José Cueto, almirante de la Armada Peruana.
Ambos se distinguen por su discurso violento y de odio por lo que han sido acusados de sedición al suscribir un llamado a desconocer un presunto gobierno comunista de Pedro Castillo.
Preocupa el matiz político impreso por Keiko Fujimori a su derrota electoral, lo que hace suponer que buscaría la menor oportunidad para hacerse la víctima de una persecución política y hasta quizás pedir asilo político.
De otro lado, se advierte un escenario de contienda por el control del nuevo Congreso de la República entre las diversas agrupaciones de centro y derecha.
Estas agrupaciones con intereses diversos bascarían aislar a Perú Libre, partido de Pedro Castillo, para bloquear su propósito de convocar a una Asamblea Constituyente.
Lo cierto, es que el poder fáctico y mediático busca debilitar y arrinconar las propuestas de cambio social que encarna Pedro Castillo en aras de una «gobernabilidad democrática» que se han esmerado en desconocer y socavar.
FUENTE: SERVINDI