Por Igor Ivan Villalta, Resumen Medio Oriente, 22 de agosto de 2021-.
Afganistán ha sido invadida desde los años 331 a.C. por Alejandro Magno, en el siglo XIX es invadida por los británicos varias veces hasta que obtiene su independencia en el año 1919, después la invasión soviética en los años ochenta, ocasionando 1.5 millones de muertos entre el pueblo afgano, para que después fuera invadida nuevamente por Estados Unidos en el año 2001, los invasores han sido derrotados uno tras otro, por lo que se denominó como el “cementerio de los imperios”.
Porque es tan preciado este territorio desde muchos siglos atrás, esto tiene que ver con la posición geoestratégica de la región, recordemos que Afganistán se encuentra en Asia central lo que permite a las potencias invasora obtener un enclave que le permita amenazar a otros países, y también reaccionar de forma más eficiente a los conflictos que se puedan suscitar en la región, además de poseer el control geoestratégico en la zona que le permita apoyar a los aliados, y el oleoducto que se planifica construir.
Tras la derrota sufrida por Estados Unidos, se puedan sacar muchas enseñanzas. En primer lugar, no se puede imponer a los pueblos una sola forma de ver el mundo, la justificación esgrimida por los políticos estadounidenses para la invasión era la responsabilidad de los afganos del derribo de las torres gemelas en New York, que para los amantes de las teorías conspirativas señalan como auto-atentado, ya que no se ha explicado hasta el momento el derribo de una tercera torre, y los autores ninguno era afgano, eran de origen saudí.
El atentado a las torres gemelas le daba la oportunidad de oro al gobierno de Bush hijo, para emprender la aventura de invadir un territorio con fronteras con Irán, las exrepúblicas soviéticas de Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, y por supuesto la gran frontera que comparten con Pakistán, esto le proporcionaba una posición envidiable al ubicarse en el centro de Asia, en un momento se promovió la idea que la invasión no era por los recursos naturales, ahora nos damos cuenta que podemos encontrar petróleo, gas natural, hierro y litio, que existía en esa región un gobierno teocrático que irrespetaba los derechos humanos, y que amenazaba la seguridad de los Estados Unidos.
George Bush pronuncia su famosa frase: “o están con nosotros o están con los terroristas”, este discurso maniqueísta produjo gran apoyo político, y con ello logra otro periodo en la Casa Blanca, en el comunicado de la Casa Blanca después de los atentados a las torres gemelas decía: “mientras EE. UU. esté unido, la era que se avecine no será de terror, sino de libertad”
Siempre que los imperios desean invadir otros países, justifican sus acciones intervencionistas enarbolando banderas de paz, justicia y libertad, de esa manera justificaron cantidad de invasiones en todas partes del mundo, que después los pueblos quedan más empobrecidos, destruidos en su infraestructura, y luego cuando se retiran, ya sea habiendo cumplidos sus objetivos de lograr colocar gobiernos títeres, o si fueron derrotados como el caso que nos ocupa.
Después de la invasión se corta el flujo de dinero, que en momentos de guerra fluyo como manantiales y que en muchos de los casos fue a parar a élites que se beneficiaron haciendo negocio con la sangre de las personas, de mujeres, ancianos y niños, víctimas inocentes de los conflictos, cosechado las peores consecuencias de los mismos.
Los medios de información entrevistan a un soldado estadounidense que ve sus piernas cercenadas en Afganistán, lamentado que todo ese dolor no sirvió de nada, pero al fin y al cabo debería recordar que él fue un invasor en tierras extrañas, que llegó a pretender imponer una cultura que no es tradicional en un pueblo soberano que viene luchando en contra de los invasores siglos atrás, que su intencionalidad fue aniquilar a los que le definieron como enemigos. Mejor debería preguntarse ¿Cuáles son los daños ocasionados a ese pueblo, sirvió de algo, cual es la heroicidad que se puede argumentar al invadir otra nación?
Las imágenes que recorrieron el mundo, y que el presidente Joe Biden prometió que no sería igual que el Vietnam, al rescatar al personal de la Embajada norteamericana desde el techo, no solamente se calcó la imagen, sino que todavía fue más aterradora, al observar cómo los colaboradores afganos se colgaban del fuselaje del avión militar, para luego algunos de ellos caer al vacío.
En este caso falló la inteligencia, al no advertir al presidente de la inminencia de la toma de Kabul, que no duraría meses sino unos pocos días, que los talibanes sostenían relaciones con el ejército afgano, que les permitía negociar la vida de ellos por la rendición y la entrega de los pertrechos de guerra.
También fue notorio, el retiro de la delegación sueca sin avisar a sus colaboradores, el abandono experimentado por el contingente español de medio centenar de soldados sin avisarles, esa es la manera como tratan los amos a sus vasallos. Que los perdedores, son las fuerzas de la OTAN, e Israel. Que los ganadores son Rusia, China e Irán.
Ya en el campo estrictamente militar podemos ver que el terreno es neutral, que jugará a favor de la fuerza que mejor lo conozca y lo utilice, y que las armas son importantes en todo conflicto, pero no determinantes.