Resumen Latinoamericano, 27 de agosto de 2021.
Este viernes por la madrugada, un efectivo vestido de civil de la Policía de Córdoba fusiló con un disparo en la cabeza a Emiliano Sosa, un delivery de 23 años que presuntamente intentó realizar un robo con un arma de fuego, que no fue encontrada por la policía científica. La causa fue caratulada como “homicidio en ocasión de robo”, y quedó a cargo de la fiscal de instrucción Liliana Copello. El imputado, actualmente detenido, podría conseguir la libertad en las próximas horas ante la ausencia de “riesgo procesal”.
Cuando se enteraron del asesinato, la familia de Emiliano se acercó a la Costanera Norte de la ciudad capital cordobesa. Tras un encuentro con la Guardia de Infantería, fueron reprimidos con balas de goma y tres personas resultaron detenidas. Allegados a Emiliano aseguran que simplemente circulaba en su moto trabajando como delivery cuando fue atacado.
“Aparentemente esta persona habría circulado y aparecen dos personas al costado del auto con armas de fuego, lo habrían amenazado y él repelió la agresión. Fue un intento de robo. En esta zona suceden muchos hechos en este lugar, hace pocos días fue lo del legislador que le sustrajeron efectos”, dijo la fiscal.
La acusación de un supuesto robo a mano armada es una historia ya conocida. Lo mismo sucedió con Blas Correas, un adolescente de 17 años que fue asesinado por la policía mientras viajaba con sus amigos en un auto. Tras esquivar un control policial, los efectivos persiguieron al vehículo y dispararon a matar a través del parabrisas trasero. Cuando sus amigos intentaban llevarlo a un hospital, fueron interceptados por otros dos patrulleros, y Blas murió sin acceder a atención médica.
Cuando su mamá llegó a la escena del crimen, los efectivos ya habían limpiado todo. Aunque en una primera versión los oficiales aseguraron que se trató de un tiroteo con los menores de edad, las pericias demostraron que ninguno de ellos estaba armado.