Por Marcelo Valko, Resumen Latinoamericano, 21 de agosto de 2021.
Hace unos días escribí en Resumen Latinoamericano sobre el tema de los humedales destruidos por countries de zona norte ej Nordelta que le quitó el hábitat a los carpinchos y de ahí la “invasión que padece”. Para no repetirme, aquí me interesa centrarme en el impacto que produjo la noticia en buena parte de la sociedad que se sensibilizó de inmediato con los animales.
El tema “carpincho” surgió como una de esas extrañas chispas que encienden el imaginario social y suceden de pronto a partir de hechos inverosímiles que desconciertan no solo al poder sino también a los sociólogos como este caso o el aumento de solo el 4% del aumento del boleto de subterráneo en Santiago de Chile que hizo tambalear al gobierno hasta obligarlo al plebiscito para reformar la Constitución de Pinochet. Tantas otras veces esquilmaron mucho más que un 4% a los bolsillos del pueblo en Chile, Argentina y el resto de nuestros países y no ocurrió nada.
No estoy planteando que vendrá la “revolución carpincha” como se expande en los ocurrentes memes. Me refiero a otra cosa. ¿No les resulta extraño como el tema se expandió en la sociedad en TV, redes, portadas de diarios y conversaciones cotidianas como expresión de una lucha de clases light, larvada pero expresión de un malestar social más profundo. Por qué no ocurre lo mismo, siguiendo con el mundo animal, con los yaguaretés que han sido casi exterminados por completo al igual que pumas o el aguará guazú y no provocaron semejante conmoción para que, hablando en criollo “se pare la mano”.
Hace tiempo que buena parte de la sociedad fue expulsada de sus espacios económicos habituales, desalojada por ese pequeño grupo que vemos en las revistas ufanos de sus mansiones y viajes y que siempre suele caer parado y no padece nuestros avatares por llegar a fin de mes. Apenas un dato, hoy en Argentina más de la mitad de los niños están debajo de la línea de pobreza, décadas atrás hubiera sido impensable esa realidad para el país. Acaso inconscientemente se produjo una masiva identificación con los carpinchos desalojados por estos emprendimientos inmobiliarios antiecológicos que no solo perjudican a estos animales sino que provocan tremendas inundaciones en los barrios de su periferia como se ha visto en forma recurrente. Solidaridad vs exclusividad. Usar vs consumir.
El imaginario social siempre está en movimiento, buscando un anclaje, una chispa, una chispa real y verdadera que lo encienda, en ocasiones cuando logra advertir lo que hay detrás la encuentra y ahí te quiero ver… (http://marcelovalko.com). Es lento pero viene…