Brasil. Memoria. 60 Aniversario de la visita oficial de Ernesto Guevara al país

Bra­sil. Memo­ria. 60 Ani­ver­sa­rio de la visi­ta ofi­cial de Ernes­to Gue­va­ra al país

Por Lois Perez Lei­ra, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 19 de agos­to de 2021.

foto: Pre­si­den­te bra­si­le­ño Janio Qua­dros entre­ga dis­tin­ción al Coman­dan­te Guevara.

Ernes­to Gue­va­ra par­te de La Haba­na el 2 de agos­to de 1961 en su con­di­ción de Minis­tro de Indus­tria de Cuba, hacia La Repu­bli­ca Orien­tal del Uru­guay. Su misión era par­ti­ci­par en la Con­fe­ren­cia del Con­se­jo Inter­ame­ri­cano Eco­nó­mi­co y Social (CIES), un orga­nis­mo depen­dien­te de la Orga­ni­za­ción de Esta­dos Ame­ri­ca­nos (OEA). En aque­lla his­tó­ri­ca reu­nión los EEUU lan­za­ría el pom­po­so pro­yec­to de la Alian­za para el Pro­gre­so. Aque­lla media­no­che calu­ro­sa del verano cari­be­ño par­te el avión tur­bo-héli­ce cua­dri­mo­tor “Bris­tol Bri­tan­nia” de la Com­pa­ñía Cuba­na de Avia­ción, con 44 per­so­nas que inte­gra­ban la dele­ga­ción. En camino hacia su des­tino, el avión repos­ta com­bus­ti­ble en Puer­to Espa­ña, Tri­ni­dad Toba­go. Para Ernes­to aquel lugar no le era des­co­no­ci­do, había esta­do en un par de opor­tu­ni­da­des, cuan­do tra­ba­ja­ba de enfer­me­ro en los buques petro­le­ros de YPF, que hacían esca­la para car­gar petró­leo. Lue­go el avión se tras­la­do al aero­puer­to de Para­ma­ri­bo en Suri­nám (Guya­na holan­de­sa). Duran­te el tiem­po que estu­vo en aque­lla loca­li­dad sel­vá­ti­ca, se acer­co una dele­ga­ción nacio­na­lis­ta, que lucha­ba por la inde­pen­den­cia de este país. En la bre­ve reu­nión le hicie­ron entre­ga de un remo labra­do, seme­jan­tes a los que uti­li­za­ban los nati­vos. Lue­go de la car­ga del com­bus­ti­ble, el avión mar­ca como obje­ti­vo el aero­puer­to de Carras­co, en Mon­te­vi­deo. Ernes­to gran cono­ce­dor de la geo­gra­fía de Amé­ri­ca del sur, al des­pe­gar del aero­puer­to, le indi­ca a los pilo­tos, que cuan­do comien­cen a sobre­vo­lar la sel­va ama­zó­ni­ca, le avi­sen para poder con­tem­plar­la. Así fue como a los pocos minu­tos, des­de la ven­ta­ni­lla del avión, comen­zó a dis­fru­ta y admi­rar, aque­lla inmen­sa man­cha ver­de que se divi­sa­ba des­de su ven­ta­ni­lla. Lugar este que ya había cono­ci­do en su ante­rior via­je con Alber­to Gra­na­do. Con sus com­pa­ñe­ros más cer­ca­nos ‑mien­tras admi­ra­ba como un niño los pai­sa­jes- les fue comen­tan­do los luga­res que había cono­ci­do en su reco­rri­do por el rio Ama­zo­nas, en la zona sel­vá­ti­ca perua­na, muy cer­ca­na con la fron­te­ra del Bra­sil. El 4 de agos­to, unas horas antes de lle­gar a Mon­te­vi­deo, el pilo­to de la nave es infor­ma­do que el aero­puer­to de des­tino per­ma­ne­ce­ría cerra­do tem­po­ral­men­te, debi­do a la situa­ción cli­ma­to­ló­gi­ca. Por aque­llos tiem­pos la nie­bla era el moti­vo prin­ci­pal para que los aero­puer­tos se cerra­ran, más aun en agos­to, en ple­na épo­ca de llu­vias. Ante esta impre­vis­ta situa­ción el Coman­dan­te de la aero­na­ve pide per­mi­so de ate­rri­za­je en el aero­puer­to del Galeao de Rio de Janei­ro. A pesar del impre­vis­to, la dele­ga­ción cuba­na tenía el tiem­po nece­sa­rio para poder hacer noche en aque­lla ciu­dad, que siem­pre le fas­cino a Gue­va­ra. Des­de el aero­puer­to, don­de fue reco­no­ci­do y aplau­di­do por otros pasa­je­ros, se tras­la­do has­ta la resi­den­cia del emba­ja­dor de Cuba, don­de paso la noche. Hacia un poco más de un año se había inau­gu­ra­do Bra­si­lia, la nue­va capi­tal del Bra­sil y las emba­ja­das aun tenían su resi­den­cia en Rio. Ente­ra­do el gobierno bra­si­lei­ro de esta esca­la téc­ni­ca se comu­ni­can con el emba­ja­dor cubano, para acor­dar una entre­vis­ta entre Gue­va­ra y el Minis­tro de Hacien­da bra­si­le­ro Cle­men­te Maria­ni Bit­ten­court. En las pocas horas que está en Rio de Janei­ro se entre­vis­ta tam­bién con el envia­do de Qua­dros, João Dan­tas, quien tuvo la misión de son­dear la posi­bi­li­dad de que Gue­va­ra, al ter­mi­nar la Con­fe­ren­cia de Pun­ta del Este, visi­te ofi­cial­men­te el Brasil.

LLEGA A MONTEVIDEO

El día 5 Gue­va­ra pisa sue­lo uru­gua­yo, don­de es reci­bi­do por una mul­ti­tud de alre­de­dor de 10.000 per­so­nas que corea­ban su nom­bre. Des­de Mon­te­vi­deo se tras­la­da por carre­te­ra has­ta Pun­ta del Este, don­de se alo­ja­rá con la dele­ga­ción en el Hotel Playa.El 8 de agos­to, el Che es reci­bi­do pro­to­co­lar­men­te por el pre­si­den­te uru­gua­yo Eduar­do Hae­do, per­te­ne­cien­te al Par­ti­do Blan­co. La pre­sen­cia de Gue­va­ra en la Con­fe­ren­cia de Pun­ta del Este es todo un suce­so lati­no­ame­ri­cano. La voz de la revo­lu­ción cuba­na se hace oír en todo el mundo.Mientras tan­to en el Bra­sil recién había asu­mi­do el gobierno de Janio Qua­dros, habien­do toman­do pose­sión el 31 de enero de 1961. Qua­dros era un polí­ti­co con­tra­dic­to­rio, algu­nos lo con­si­de­ran como un popu­lis­ta nacio­na­lis­ta. Su gobierno era dura­men­te cri­ti­ca­do por la izquier­da y por la dere­cha. En su inten­to de tener una polí­ti­ca inter­na­cio­nal inde­pen­dien­te, apro­ve­cha la estan­cia del Che en Pun­ta del Este, para invi­tar­lo para que visi­te Bra­sil y dar­le la máxi­mo con­de­co­ra­ción de este país.Quadros y Gue­va­ra ya se habían cono­ci­do en 1960 en La Haba­na, cuan­do este era can­di­da­to a pre­si­den­te del Bra­sil y Gue­va­ra diri­gía el Ban­co Nacio­nal de Cuba. Entre los que com­pu­sie­ron aque­lla dele­ga­ción, apar­te de Qua­dros; esta­ba su muje­rE­loá do Vale Qua­dros; el coor­di­na­dor del via­je José Apa­re­ci­do, que era su secre­ta­rio par­ti­cu­lar; Augus­to Mar­za­gão e impor­tan­tes escri­to­res, perio­dis­ta y polí­ti­cos, como Fer­nan­do Sabino, Rubén Bra­ga, Luiz Alber­to Moniz Ban­dei­ra, Afon­so Ari­nos, Car­los Cas­te­llo Bran­co, Már­cio Morei­ra Alves, Villas-Boas Correa, Pau­lo de Tar­so San­tos, Fran­cis­co Julião, entre otros. Jânio estu­vo una noche ente­ra hablan­do con el Che en el des­pa­cho del Ban­co Nacio­nal de Cuba.Durante aquel via­je de Qua­dros a Cuba, se vol­ve­rían a encon­trar en una recep­ción en la Emba­ja­da del Bra­sil. Mien­tras bebían un coc­tel de pie, Gue­va­ra y Qua­dros man­tu­vie­ron una ani­ma­da con­ver­sa­ción polí­ti­ca, tam­bién se encon­tra­ba con ellos el máxi­mo expo­nen­te de la revo­lu­ción cuba­na, el Coman­dan­te Fidel Cas­tro. Ante la pre­gun­ta de Qua­dros de cómo se defi­nía el Che polí­ti­ca­men­te, Gue­va­ra le con­tes­to con­tun­den­te­men­te, que él era Mar­xis­ta Leni­nis­ta. Mien­tras que Fidel fue más cau­to en sus definiciones.El domin­go 13, Gue­va­ra ofre­ció una con­fe­ren­cia de pren­sa mul­ti­tu­di­na­ria, en el Hotel en que se hos­pe­da­ba. Uno de los perio­dis­tas le pre­gun­to sobre las rela­cio­nes con el Brasil.:

Ernes­to Perio­dis­ta: Que­rría saber si usted va a San Pablo, Bra­sil, ense­gui­da que ter­mi­ne la conferencia.

Ernes­to Che Gue­va­ra: Yo no pue­do con­tes­tar eso toda­vía, por­que no ten­go una deci­sión toma­da al respecto.

Perio­dis­ta: Los perió­di­cos han dicho que ha sido usted invi­ta­do por el señor Pre­si­den­te Quadros

Ernes­to Che Gue­va­ra: Yo no he reci­bi­do ofi­cial­men­te nin­gu­na invi­ta­ción todavía.

Perio­dis­ta: ¿Cómo entien­de la posi­ción de Bra­sil en la polí­ti­ca exte­rior en este momento?

Ernes­to Che Gue­va­ra: Bueno, usted habrá vis­to que noso­tros leí­mos un docu­men­to muy intere­san­te del Depar­ta­men­to de Esta­do Nor­te­ame­ri­cano, don­de enjui­cia al Bra­sil en una for­ma muy favo­ra­ble para noso­tros y pre­ci­sa­men­te lo colo­ca como el obs­tácu­lo fun­da­men­tal en los pla­nes de agre­sión de los Esta­dos Uni­dos con­tra Cuba. De modo que noso­tros pode­mos dejar expre­sa cons­tan­cia de nues­tro agra­de­ci­mien­to al Pre­si­den­te Qua­dros y de nues­tro apo­yo a la polí­ti­ca exte­rior del Bra­sil, sin reservas.

Otro perio­dis­ta bra­si­le­ro lo inte­rro­ga al Che:

PERIODISTA.- Hoy debe haber par­ti­do para Cuba una dele­ga­ción comer­cial de mi país, que mi gobierno ha envia­do allá, para aumen­tar los víncu­los comer­cia­les entre Bra­sil y Cuba, ¿usted podría ade­lan­tar­nos que pro­duc­tos les inte­re­sa­rían de Bra­sil y que pro­duc­tos even­tual­men­te Cuba podría prometernos?

COMANDANTE GUEVARA.- Mire, es una pre­gun­ta difí­cil de con­tes­tar. Bra­sil es un país indus­tria­li­za­do, con una pro­duc­ción de gran can­ti­dad de medios de con­su­mo, de pro­duc­tos de con­su­mo dura­de­ros, y ade­más, con una pro­duc­ción de mate­rias pri­mas simi­la­res a Cuba. En tal sen­ti­do, la tra­di­cio­nal rela­ción entre un país de un gra­do menos de desa­rro­llo y otro más desarrollado…Es decir el inter­cam­bio de pro­duc­tos manu­fac­tu­ra­dos por mate­rias pri­mas no se podría rea­li­zar con Cuba, por el hecho de que Cuba para pagar tie­ne, fun­da­men­tal­men­te, azú­car y café, por ejem­plo, que son dos mate­rias pri­mas que el Bra­sil, pro­du­ce en gran can­ti­dad. Sin embar­go noso­tros podría­mos com­prar muchos millo­nes de dóla­res en el Bra­sil, de for­ma tal que nues­tra capa­ci­dad de com­prar está direc­ta­men­te rela­cio­na­da con la capa­ci­dad de com­pra del Bra­sil. En tal for­ma, que no creo que es fun­da­men­tal para los intere­ses de los expor­ta­do­res bra­si­le­ros encon­trar la vuel­ta, diga­mos, para que ese comer­cio se amplié lo más posi­ble. Y depen­de de con­ver­sa­cio­nes lar­gas, de bue­na volun­tad –que la hay por las dos par­tes en gra­do sumo –y de comen­zar: qui­zás se comien­ce por una cosa peque­ña, pero nues­tra expe­rien­cia indi­ca que, cuan­do se empie­za por una cosa, aun­que sea peque­ña, pero entre paí­ses ami­gos que tie­nen inte­rés en que su comer­cio crez­ca, este cre­ce rápi­da­men­te. Es el caso por ejem­plo, de lo ocu­rri­do entre Cuba y la Repu­bli­ca Ára­be Uni­da, don­de su comer­cio está cre­cien­do acti­va­men­te todos los años.

En Pun­ta del Este se suce­dían los even­tos y las reunio­nes bila­te­ra­les. En una de ellas, Cle­men­te Maria­ni jefe de la dele­ga­ción bra­si­le­ra y Minis­tro de Eco­no­mía, con quien había esta­do unos días antes en Rio de Janei­ro, es el encar­ga­do de invi­tar­lo ofi­cial­men­te. Ante la pro­pues­ta de que visi­te Bra­sil, Gue­va­ra le res­pon­dió: “Ten­dré muchas satis­fac­ción en vol­ver a ver a mi ami­go Janio”. Para la revo­lu­ción cuba­na era muy impor­tan­te res­ta­ble­cer rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con Argen­ti­na y Bra­sil, más aun cuan­do exis­tía una estra­te­gia de los EEUU para ais­lar al gobierno de este país.

En aque­llos días de Pun­ta del Este Gue­va­ra rea­li­za inten­sas rela­cio­nes diplo­má­ti­cas, inclu­si­ve se reúne infor­mal­men­te con Richard Good­win, ase­sor espe­cial de Kennedy.

Con el fin de con­fra­ter­ni­zar con los dele­ga­dos de los paí­ses ami­gos pre­sen­tes en la Con­fe­ren­cia, el cam­pe­chano pre­si­den­te uru­gua­yo Eduar­do Hae­do rea­li­za un asa­do crio­llo en su man­sión. Hae­do que­ría cono­cer más de cer­ca a Ernes­to Gue­va­ra. Tam­bién es de la par­ti­da el joven gober­na­dor del Esta­do de Rio Gran­de do Sul Leo­nel Bri­zo­la, que era con­se­je­ro espe­cial de la dele­ga­ción brasileira.

El perio­dis­ta Flá­vio Tava­res, que fue tes­ti­go de estos acon­te­ci­mien­tos, rela­ta cómo fue la reu­nión en la Resi­den­cia de Pun­ta del Este, don­de Bri­zo­la cono­ce al Che.:

“Bri­zo­la le pre­gun­to al Che como era Cuba, don­de es que que­da­ban las minas de níquel sobre las que el Che Gue­va­ra se refe­ría. El Che le expli­ca de una mane­ra sim­pá­ti­ca. Bri­zo­la pre­gun­ta ¿Que­dan al nor­te o al sur? “. Che Gue­va­ra dice: “Cuba no tie­ne ni nor­te ni sur. Cuba es como una sal­chi­cha esti­ra­da en el mar Cari­be….”. Días des­pués, Bri­zo­la me lla­ma. Me dice: “Solo quie­ro des­pe­dir­me de una per­so­na: ¡trai­ga al coman­dan­te Che Gue­va­ra!”. Fui a bus­car al Che Gue­va­ra al hotel, en medio de una cri­sis de asma. Me acuer­do: Lle­gue a entrar en el cuar­to, a pesar del des­agra­do de la segu­ri­dad cuba­na que no me que­ría dejar pasar. Pero como ya me tenían vis­to con el Che, no irían a caer­le enci­ma de alguien que ya estu­vie­ra esta­do con el “coman­dan­te”. Cuan­do entre, el Che esta­ba sen­ta­do en la cama, con el inha­la­dor del asma. Era una cama de sol­te­ro. Había en el cuar­to dos camas. Le expli­co a él, que el gober­na­dor de Rio Gran­de do Sul iba dejar la con­fe­ren­cia. El Che Gue­va­ra, enton­ces, subió a nues­tro coche – del gobierno de Rio Gran­de do Sul. Nos tras­la­da­mos a la sede de la con­fe­ren­cia, que era muy pró­xi­ma. Los dos se encon­tra­ron. Bri­zo­la, al fina­li­zar, me hace el siguien­te comen­ta­rio: “Eso no es una Con­fe­ren­cia de los Pue­blos de Amé­ri­ca Lati­na. Es una con­fe­ren­cia de las oli­gar­quías lati­no­ame­ri­ca­nas” ”.En aque­lla épo­ca, 1961, aque­lla fra­se no era de Bri­zo­la: era del Che Gue­va­ra- que el incorporo.”.La Con­fe­ren­cia de Pun­ta del Este esta­ba ya ter­mi­na­da, Gue­va­ra había con­se­gui­do su obje­ti­vo. La revo­lu­ción cuba­na se con­ver­tía en la nue­va alter­na­ti­va polí­ti­ca de los pue­blos opri­mi­dos del mun­do. El 18 de agos­to el Che se tras­la­da en un via­je relám­pa­go a Bue­nos Aires para entre­vis­tar­se con el enton­ces pre­si­den­te argen­tino Artu­ro Fron­di­zi. Al ter­mi­nar la fugaz visi­ta lle­ga a Mon­te­vi­deo en heli­cóp­te­ro y des­de allí a las 19,30 horas par­te para Bra­si­lia. La noti­cia de la visi­ta de Gue­va­ra al Bra­sil pro­du­jo un gran entu­sias­mo popu­lar. En Rio de Janei­ro y en São Pau­lo la reper­cu­sión fue muy fuer­te, con milla­res de per­so­nas en las calles, ban­de­ras cuba­nas y retra­tos del Che Guevara.

ENTREVISTA CON JANIO QUADROS

Che y el pre­si­den­te Janio Quadros

Jânio Qua­dros tomó la deci­sión de con­de­co­rar a Gue­va­ra el 17 de agos­to. El decre­to que ordeno redac­tar el Pre­si­den­te decía: “El señor Pre­si­den­te de la Repu­bli­ca de los Esta­dos Uni­dos del Bra­sil en cali­dad de Grão Mes­tre de las orde­nes bra­si­lei­ras y en los tér­mi­nos del Decre­to 21610, del 4 de abril de 1933, resuel­ve con­fe­rir la Orden Nacio­nal do Cru­zei­ro do Sul, en el gra­do de Gran-Cruz a S. Exce­len­cia, el Señor Ernes­to Che Gue­va­ra, Minis­tro de la Indus­tria de Cuba. Bra­si­lia, 18 de agos­to de 1961. 140 de la Inde­pen­den­cia y 73 de la República”. 

Jânio auto­ri­zó a su secre­ta­rio de pren­sa, Car­los Cas­te­lo Bran­co a divul­gar la infor­ma­ción sobre la con­de­co­ra­ción. Las pri­me­ras reac­cio­nes nega­ti­vas comen­za­ron a sur­gir, entre ellas la del gene­ral Pedro Geral­do, jefe de la Casa Mili­tar. A par­tir de aquel comu­ni­ca­do los rumo­res de todo tipo comen­za­ron a sacu­dir al gobierno. Entre los rumo­res que cir­cu­la­ban aque­lla maña­na del 18 de agos­to era que el Pre­si­den­te da Repú­bli­ca iría al aero­puer­to a reci­bir al Che. La noti­cia tenía un con­te­ni­do malin­ten­cio­na­do, ya que por cues­tio­nes pro­to­co­la­res Qua­dros no podía dar­le a Gue­va­ra ran­go de jefe de Esta­do. El avión de Cuba­na de Avia­ción ate­rri­zo en la base aérea de Bra­si­lia a las 23,30 horas. 

El Dipu­tado Fede­ral José Sar­ney, que años des­pués seria pre­si­den­te del Bra­sil, era el encar­ga­do de reci­bir­lo. Debi­do a las dis­tin­tas demo­ras de la lle­ga­da, Sar­ney tuvo que reti­rar­se, espe­rán­do­lo en la esca­li­na­ta del avión el diplo­má­ti­co Alber­to Lei­te Bar­bo­sa. Al des­cen­der del avión Gue­va­ra decla­ro ante los perio­dis­tas “Ven­go al Bra­sil para vol­ver a ver a mi ami­go, Pre­si­den­te Jânio Quadros.”.Desde allí se tras­la­da­ron con toda la comi­ti­va has­ta el Bra­si­lia Pala­ce Hotel, don­de reser­va­rían una plan­ta ente­ra. Este hotel fue pri­me­ra obra civil de la ciu­dad de Bra­si­lia, pro­yec­ta­da por el arqui­tec­to comu­nis­ta Oscar Nie­me­yer. Esta­ba deco­ra­do con pane­les del artis­ta plás­ti­co Athos Bul­cão y había sido inau­gu­ra­do en 1958. 

El hotel reci­bió a per­so­na­li­da­des ilus­tres como Indi­ra Ghan­di, Dwight Eisenhou­wer, o la Rey­na Isa­bel de Ingla­te­rra. A pesar del can­san­cio de Gue­va­ra, duran­te varias horas se la pasó hablan­do con el fotó­gra­fo del dia­rio O Esta­do de S. Pau­lo, Ray­mond Fraj­mund, y un gru­po de ami­gos. Al día siguien­te Ernes­to se levan­to a las 5 de la maña­na. Tras desa­yu­nar fru­tas, apro­ve­cho para dar­le un repa­so a la pren­sa bra­si­le­ra, mien­tras espe­ra­ba a los diplo­má­ti­cos que lo reco­ge­rían a las 6 de la mañana. 

La entre­vis­ta con Qua­dros esta­ba mar­ca­da para las 7 de la maña­na, a las 6,30 ya esta­ba en la Pla­za de los dos Tres Pode­res, don­de salu­da­ría la ban­de­ra y pasa­ría revis­ta a las tro­pas. Era la sie­te de la maña­na cuan­do se escu­cha­ron los him­nos nacio­na­les de los dos paí­ses. Minu­tos des­pués el minis­tro Mace­do Soa­res y el Capi­tán Gesel Ferra­ri lo con­du­ci­rán para el ter­ce­ro piso, don­de lo esta­ba espe­ran­do Janio, quien lo reci­bió con gran­des abra­zos. Lue­go de 20 minu­tos reu­ni­dos en su des­pa­cho se tras­la­da­ron al Salón Ver­de del Pala­cio del Pla­nal­to. Mien­tras esto suce­día Qua­dros era infor­ma­do por el Jefe del Gabi­ne­te Mili­tar que el gober­na­dor Lacer­da mani­fes­ta­ba su inten­ción de renun­ciar al gobierno de Gua­na­ba­ra, en pro­tes­ta por el otor­ga­mien­to de la condecoración. 

Qua­dros le res­tó impor­tan­cia a la noti­cia y con­ti­núo la recep­ción a Gue­va­ra, cono si no pasa­ra nada. El pre­si­den­te, de buen humor, aten­dió los pedi­dos de los fotó­gra­fos de correr dos metros, el lugar de la entre­ga de la con­de­co­ra­ción (por cau­sa de la luz) y saco el micró­fono da Agen­cia Nacio­nal para un lado, para faci­li­tar el tra­ba­jo de los fotógrafos. 

El pre­si­den­te del Bra­sil le pasó el collar por el cue­llo y le entre­gó la caja con el diplo­ma y la meda­lla. Según algu­nos pre­sen­tes Gue­va­ra no se sen­tía muy cómo­do o no espe­ra­ba tan­to pro­to­co­lo. Como era su cos­tum­bre bes­tia su uni­for­me ver­de oli­vo y cal­za­ba sus habi­tua­les bor­ce­guíes. En el ros­tro del Che se nota­ba el can­san­cio de tan­tos días de cum­bre, rue­das de pren­sa y de via­jes en avión. 

Al entre­gar la con­de­co­ra­ción, el jefe do gobierno bra­si­lei­ro pro­nun­ció las siguien­tes pala­bras: «Minis­tro Gue­va­ra: Usted mani­fes­tó en varias opor­tu­ni­da­des el deseo de estre­char rela­cio­nes eco­nó­mi­cas y cul­tu­ra­les con el gobierno y el pue­blo bra­si­le­ro. Ese es nues­tro pro­pó­si­to tam­bién. Y es la reso­lu­ción que asu­mi­mos en con­tac­to con el gobierno y el pue­blo cubano. Es para mani­fes­tar a vues­tra exce­len­cia al gobierno de Cuba y al pue­blo cubano, nues­tro apre­cio, nues­tro res­pe­to, entre­ga­mos a vues­tra exce­len­cia esta alta con­de­co­ra­ción del pue­blo y el gobierno brasileiro.» 

Lue­go de reci­bir la con­de­co­ra­ción Ernes­to Gue­va­ra le agra­de­ció al Pre­si­den­te con estas palabras:»Sr. pre­si­den­te: como revo­lu­cio­na­rio, estoy pro­fun­da­men­te hon­ra­do con esta dis­tin­ción del gobierno y del pue­blo bra­si­le­ro. Pero no pue­do con­si­de­rar nun­ca como una con­de­co­ra­ción per­so­nal, aun­que si como una con­de­co­ra­ción al pue­blo y a nues­tra revo­lu­ción, y así lo comu­ni­ca­ré con los salu­dos de este pue­blo que usted exce­len­cia per­so­nal­men­te repre­sen­ta. Y la trans­mi­ti­ré con todo el deseo de estre­char nues­tras relaciones”.

La cere­mo­nia fina­li­zó y los dos polí­ti­cos regre­sa­ron al des­pa­cho del pre­si­den­te. Según tras­cen­di­dos en la reu­nión más ínti­ma con Qua­dros, Gue­va­ra le agra­de­ció la posi­ción asu­mi­da por el Bra­sil a favor de la auto­de­ter­mi­na­ción de Cuba. Janio Qua­dros apro­ve­cha la oca­sión para tras­mi­tir­le una peti­ción que le rea­li­za­ra el Nun­cio Papal, Mon­se­ñor Lom­bar­di en nom­bre del Papa Juan XXIII, para inter­me­diar con la libe­ra­ción de 20 sacer­do­tes espa­ño­les y Eduar­do Boza Mas­vidal, Obis­po Auxi­liar de La Haba­na dete­ni­do en Cuba. En el caso de los sacer­do­tes, Gue­va­ra le mani­fies­ta su inte­rés por tras­la­dar esta pro­pues­ta seña­lan­do que en caso de que se acep­ta­ra este pedi­do los sacer­do­tes espa­ño­les serían expul­sa­dos de Cuba. Jânio le expre­sa su opi­nión de que la expul­sión era un asun­to interno de Cuba, que sólo ella debe resolver.En la reu­nión tam­bién habla­ron de la situa­ción y el des­tino de algu­nos exi­lia­dos cuba­nos, que se encon­tra­ban en resi­den­cia de la Emba­ja­da bra­si­le­ra en La Habana. 

Las ges­tio­nes de Gue­va­ra ante el pedi­do de Qua­dros die­ron bue­nos resul­ta­dos, cum­plien­do el Che con su pala­bra dada. Mons. Eduar­do Boza Mas­vidal jun­to con 131 sacer­do­tes y reli­gio­sos ter­mi­na­ron expul­sa­dos de Cuba el 17 de sep­tiem­bre de 1961, en el buque espa­ñol Cova­don­ga, que los tras­la­dó a Espa­ña. En la actua­li­dad Boza Mas­vidal, está camino a los alta­res, lue­go que se ini­cia­ra su pro­ce­so de bea­ti­fi­ca­ción en Vene­zue­la, don­de con­clu­yo su labor como sacerdote. 

Al ter­mi­nar los actos pro­to­co­la­rios se rea­li­za una con­fe­ren­cia de pren­sa muy con­cu­rri­da don­de el Che se encar­ga de res­pon­der dis­ten­di­da­men­te y sin apu­ros a la gran can­ti­dad de pre­gun­tas que le rea­li­zan los perio­dis­tas. En ella seña­la sobre la posi­ción asu­mi­da por Bra­sil en Pun­ta del Este: “Fue sin nin­gu­na duda el mayor fac­tor para que Cuba fue­se tra­ta­da en la Con­fe­ren­cia de Pun­ta del Este como un país ame­ri­cano.” Mani­fes­tó tam­bién: “Nues­tro tes­ti­mo­nio de agra­de­ci­mien­to del gobierno cubano por la posi­ción del Bra­sil”. Se mani­fes­tó satis­fe­cho: “No por mí, pero por lo que sig­ni­fi­ca para la alian­za entre los dos pue­blos», lue­go seña­ló que: “la con­de­co­ra­ción que reci­bí y la audien­cia con el jefe del gobierno no tuvo resul­ta­dos prác­ti­cos y no los bus­ca­ba: era ape­nas una visi­ta de cortesía.” 

Pre­gun­ta­do sobre los secues­tros de aero­na­ves ocu­rri­dos últi­ma­men­te ase­ve­ro que Cuba nun­ca apo­yó esas aven­tu­ras e que todos los secues­tra­do­res se encuen­tran pre­sos en La Haba­na. Recor­dó tam­bién que el robo de avio­nes no acon­te­ce sola­men­te con los avio­nes ame­ri­ca­nos: «muchas aero­na­ves cuba­nas – dijo – han sido des­via­das de su ruta y lle­va­das para los Esta­dos Uni­dos». Res­pon­dien­do a la úni­ca pre­gun­ta pro­pues­ta sobre la Con­fe­ren­cia de Pun­ta del Este, afir­mo que: “Cuba no fir­mó la car­ta por­que fue exclui­da de la Alian­za Para el Pro­gre­so, aun­que sim­pa­ti­ce y apo­ye todos las pro­pues­tas de mejor nivel de vida que se mani­fies­tan en el documento.” 

Lue­go Gue­va­ra se tras­la­da has­ta el Hotel con el fin de pre­pa­rar sus cosas para poder par­tir por la tar­de. Has­ta allí se acer­ca­ron otros perio­dis­tas, con­ti­nuan­do las entre­vis­tas en el pro­pio apar­ta­men­to que se alo­ja­ba. En esa opor­tu­ni­dad le vuel­ve a seña­lar a los perio­dis­tas: “Cuba no subs­cri­bió las deci­sio­nes de Pun­ta del Este por­que no podría apo­yar una Alian­za Para el Pro­gre­so, de la que no par­ti­ci­pa». Acen­tuó que la decla­ra­ción resul­tan­te de la con­fe­ren­cia «Es ambi­gua en cuan­to a las nece­si­da­des de los paí­ses latino-ame­ri­ca­nos y en cuan­to a lo que se pudie­ra hacer en su bene­fi­cio.” «No obs­tan­te —pro­si­guió— vemos con sim­pa­tía aque­lla reu­nión, pues, por pri­me­ra vez, Cuba tuvo apo­yo para man­te­ner su posi­ción de repu­bli­ca ame­ri­ca­na. Antes esti­ve­mos siem­pre solos y de tal mane­ra agre­di­dos. En esta con­fe­ren­cia, la acti­tud del Bra­sil y tam­bién de otros paí­ses pudie­ron evi­tar aque­llas agre­sio­nes pasa­das y las ten­ta­ti­vas de apar­tar a Cuba del con­ti­nen­te, man­te­nién­do­la aislada.” 

El «Che» Gue­va­ra reve­lo su opi­nión de que la «Alian­za Para el Pro­gre­so no resol­ve­rá nada», una vez que los Esta­dos Uni­dos “Inten­tan recu­pe­rar­se fren­te a Amé­ri­ca Lati­na” Seña­lan­do: «dos datos nue­vos posi­ti­vos»: 1º) Los EEUU «reco­no­cen que hay situa­cio­nes que es nece­sa­rio enfren­tar; y 2º) varios paí­ses hablan len­gua­jes dife­ren­tes de lo usual en este tipo de con­fe­ren­cias». Qua­dros enco­mien­da al Inten­den­te del Dis­tri­to Fede­ral Pau­lo de Tar­so San­tos para que lo acom­pa­ñe duran­te la jor­na­da. Una peque­ña comi­ti­va cuba­na bra­si­le­ra de 12 per­so­nas se tras­la­da has­ta la resi­den­cia ofi­cial del inten­den­te de Bra­si­lia en Ria­cho Fun­do. A par­te de Gue­va­ra de la par­te cuba­na par­ti­ci­pa el encar­ga­do de nego­cios de Cuba en el Brasil. 

La con­ver­sa­ción mien­tras comían giro sobre polí­ti­ca inter­na­cio­nal y las carac­te­rís­ti­cas de la nue­va ciu­dad de Bra­si­lia. En esa opor­tu­ni­dad Gue­va­ra, comen­to el inci­den­te de Mon­te­vi­deo, en rela­ción al aten­ta­do que sufrió que le cos­tó la vida a un pro­fe­sor uru­gua­yo. Cuan­do esta­ba ter­mi­nan­do la comi­da duran­te los pos­tres Gue­va­ra apro­ve­cha para cur­sar­le una invi­ta­ción a la Juven­tud Demó­cra­ta Cris­tia­na, acep­tan­do de inme­dia­to las auto­ri­da­des bra­si­le­ras. Al con­cluir la comi­da Tar­so San­tos lo invi­ta a rea­li­zar un vue­lo en heli­cóp­te­ro por Bra­si­lia, para poder divi­sar mejor la recien­te­men­te inau­gu­ra­da ciu­dad más moder­na del mun­do. Al regre­sar ni un solo minis­tro del gobierno lo esta­ban espe­ran­do. El ambien­te polí­ti­co que se res­pi­ra­ba no era el mejor. 

La invi­ta­ción y la con­de­co­ra­ción de Qua­dros no fue bien vis­ta por los pro­pios inte­gran­tes de su gobierno, los sec­to­res de dere­cha que lo habían apo­ya­do y menos por los EEUU. Según el his­to­ria­dor Boris Faus­to: “la inten­ción de Janio al con­de­co­rar al Che Gue­va­ra era sim­bó­li­ca, la ver­dad que el pre­si­den­te bra­si­lei­ro que­ría anun­ciar al mun­do, al res­ta­ble­cer las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con los sovié­ti­cos, que las rela­cio­nes polí­ti­cas inter­na­cio­na­les del Bra­sil a par­tir de aquel momen­to eran inde­pen­dien­tes, que no esta­rían sumi­sas a las deter­mi­na­cio­nes ni de los EEUU, líder del blo­que capi­ta­lis­ta, ni mucho menos de la Unión Sovié­ti­ca, líder del Blo­que comu­nis­ta. Duran­te el tiem­po que per­ma­ne­ció en aque­lla ciu­dad los estu­dian­tes secun­da­rios nuclea­dos en la UBES lo nom­bran pre­si­den­te de hon­ra de esta enti­dad. A las 15 horas el avión par­tía del Bra­sil rum­bo a La Habana. 

La visi­ta del Che duro menos de desea­seis horas, aun­que paso como un hura­cán. El día 23 Gue­va­ra rea­li­za una com­pa­re­cen­cia perio­dís­ti­ca tele­vi­sa­da para infor­mar sobre de la Con­fe­ren­cia de Pun­ta del Este. En ella un perio­dis­ta le pre­gun­ta sobre las dis­tin­tas posi­cio­nes que había en la Con­fe­ren­cia resal­tan­do el papel Bra­sil: “Se vie­ron varias posi­cio­nes defi­ni­das des­de el pri­mer momen­to. La acti­tud de Cuba, natu­ral­men­te la colo­ca­ba en un extre­mo de la lucha inter­con­ti­nen­tal que se esta­ble­ció en Pun­ta del este. En el otro extre­mo esta­ban los EEUU, y había una amplí­si­ma gama que se pue­de redu­cir a dos o tres posi­cio­nes fundamentales.. 

Los peque­ños paí­ses del Cari­be, fun­da­men­tal­men­te, y en una posi­ción laca­yu­na al lado de los Esta­dos Uni­dos, apro­ban­do todas las medi­das que Esta­dos Uni­dos pro­po­nía a tra­vés de otros paí­ses, que es la tác­ti­ca usa­da por ellos. Fun­da­men­tal­men­te esos paí­ses eran Gua­te­ma­la, Perú y había veces que usa­ban otros. Había una serie de paí­ses que lucha­ban por medi­das con­cre­tas de carác­ter eco­nó­mi­co, y, real­men­te, supo­nían que esta era una Con­fe­ren­cia no polí­ti­ca, es decir, no inter­ve­nían en el mar­co polí­ti­co de la Con­fe­ren­cia. Entre esos paí­ses pue­de citar­se a Argen­ti­na y, en cier­ta mane­ra, a Méxi­co tam­bién. Hubo otros paí­ses que cla­ra­men­te esta­ble­cie­ron las carac­te­rís­ti­cas impor­tan­tes que tenia para Lati­noa­mé­ri­ca la nece­si­dad de la unión, vie­ron el peli­gro del ais­la­mien­to de Cuba y com­pren­die­ron el fun­da­men­to de esta “Alian­za para el Progreso”. 

De ellos, natu­ral­men­te, el cam­peón fue Bra­sil, cuya deci­di­da actua­ción impi­dió que se toma­ra otro tipo de acuer­dos que podrían haber sido lesi­vos para la Dele­ga­ción cuba­na. Las órde­nes con­cre­tas del pre­si­den­te Qua­dros hicie­ron que en todo momen­to Esta­dos Uni­dos tuvie­ra que ceñir su acción con res­pec­to a Cuba, para evi­tar que­dar en evi­den­cia por el voto nega­ti­vo y fun­da­men­tal de Bra­sil”. Otro perio­dis­ta le hace la siguien­te pre­gun­ta. – Coman­dan­te Gue­va­ra, des­pués de la Con­fe­ren­cia de Pun­ta del este, usted estu­vo en Bra­sil. ¿Qué pue­de decir­nos de su entre­vis­ta con Janio Qua­dros? Coman­dan­te Gue­va­ra. – Bien, fue una entre­vis­ta muy cor­ta, el pre­si­den­te Qua­dros nos con­fi­rió varios hono­res, el pri­me­ro de ellos el de espe­rar­nos para char­lar algu­nos momen­tos, por­que él ya tenía un com­pro­mi­so pre­vio de inau­gu­rar una side­rúr­gi­ca en uno de los Esta­dos de Bra­sil, de tal mane­ra que no pue­do ser una con­ver­sa­ción muy lar­ga. Qua­dros ya ha anun­cia­do los resul­ta­dos de esa con­ver­sa­ción, don­de no hizo más que reafir­mar la posi­ción del Bra­sil de deci­di­do apo­yo a Cuba., de apo­yo a la auto­de­ter­mi­na­ción de los pue­blos. Habla­mos algo de la Misión eco­nó­mi­ca que esta en este momen­to en Cuba y de la deci­sión del Gobierno bra­si­le­ño de lle­gar a un acuer­do rápi­do para ini­ciar nues­tro comer­cio que toda­vía no se ha empe­za­do. Y en tes­ti­mo­nio de afec­to a nues­tro Gobierno, no se pue­de decir ni siquie­ra afec­to per­so­nal, sino al gobierno cubano, nos dio la más alta con­de­co­ra­ción bra­si­le­ña…. (Aplau­sos) E

sa fue toda la con­ver­sa­ción con el pre­si­den­te Qua­dros en resu­men. Tan solo unos días des­pués el 25 de agos­to Janio Qua­dros hacia públi­ca su renun­cia a la pre­si­den­cia, entre otras cosas decía: «Fui ven­ci­do por la reac­ción y así dejo el gobierno. En estos sie­te meses cum­plí mi deber. Lo he cum­pli­do día y noche, tra­ba­jan­do infa­ti­ga­ble­men­te, sin pre­ven­cio­nes, ni ren­co­res. Pero vale­rán mis esfuer­zos para con­du­cir esta nación, que por el camino de su ver­da­de­ra libe­ra­ción polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca, la úni­ca que posi­bi­li­ta­ría el pro­gre­so efec­ti­vo y la jus­ti­cia social, a la que tie­ne dere­cho su gene­ro­so pue­blo.” El otro pre­si­den­te entre­vis­ta­do en este via­je el argen­tino Artu­ro Fron­di­zi sufri­ría un gol­pe de Esta­do el 29 de mar­zo de 1962.

LA VISION DEL BRASIL QUE TENIA EL CHE

El 18 de mayo de 1962 en una con­fe­ren­cia que impar­te Ernes­to Gue­va­ra en La Haba­na, bajo el titu­lo “La influen­cia de la revo­lu­ción cuba­na en Amé­ri­ca Lati­na” ana­li­za con dete­ni­mien­to la situa­ción del con­ti­nen­te latino ame­ri­cano, país por país, dedi­cán­do­le un espa­cio muy impor­tan­te al Bra­sil. Debi­do la tras­cen­den­cia del mis­mo tras­cri­bi­mos de for­ma com­ple­ta la opi­nión del Che en rela­ción al Brasil:

“…. Hay otro país de Amé­ri­ca del Sur que está tam­bién en un situa­ción extra­ña y en una situa­ción de un equi­li­brio ines­ta­ble que es el Bra­sil. Como uste­des saben, Bra­sil es el país más gran­de de Amé­ri­ca Lati­na, es el ter­cer país del mun­do en exten­sión y la más gran­de reser­va de mate­rias pri­mas de los nor­te­ame­ri­ca­nos; tie­ne ade­más 60 millo­nes de habi­tan­tes; es una ver­da­de­ra poten­cia. Ya está desa­rro­llan­do sus mate­rias pri­mas, todas ellas domi­na­das por los capi­ta­les nor­te­ame­ri­ca­nos y allí se han vis­to todas las con­tra­dic­cio­nes de Amé­ri­ca. Tam­bién se notan dos ten­den­cias entre las fuer­zas de izquier­da: las fuer­zas par­ti­da­rias de una revo­lu­ción o de un camino más paci­fi­co o ins­ti­tu­cio­nal hacia la toma del poder y las fuer­zas de izquier­da repre­sen­ta­das por las masas cam­pe­si­nas del nor­des­te, sobre todo, están cla­ra­men­te dis­pues­tas a tomar el poder con­tra la opo­si­ción de la bur­gue­sía (la bur­gue­sía casi no se opo­ne; del impe­ria­lis­mo que es el gran enemi­go) Real­men­te este país está cons­ti­tui­do por varios paí­ses, el nor­des­te es un país, es una zona muy pobre, bas­tan­te den­sa­men­te pobla­da don­de hay sequias tre­men­das, don­de hay un cam­pe­si­na­do com­ba­ti­vo y muy nume­ro­sos. Hay una zona desér­ti­ca ocu­pa­da por sel­vas y por peque­ñas exten­sio­nes agrí­co­las en todo el cen­tro del país y al sur está la zona indus­trial, cuya capi­tal es San Pablo y esta tam­bién Rio de Janei­ro, que son las ciu­da­des más impor­tan­tes del Bra­sil La zona del nor­te es la zona insu­rrec­ta por exce­len­cia, es la zona don­de la explo­ta­ción ha lle­ga­do a tal extre­mo que los cam­pe­si­nos no aguan­tan más; todos los días lle­gan noti­cias de la muer­te de algu­nos com­pa­ñe­ros del Bra­sil, es su lucha con­tra terra­te­nien­tes. Des­pués de la renun­cia de Qua­dros, del inten­to de gol­pe de los mili­ta­res, se lle­go a una situa­ción de tran­sac­ción y este gobierno actual es un gobierno que está en el poder por una tran­sac­ción entre gru­pos explo­ta­do­res, entre la bur­gue­sía nacio­nal y el imperialismo.

Natu­ral­men­te, es una tran­sac­ción que será rota en cuan­to los enemi­gos pue­dan poner­se a pelear entre ellos y si no lo han hecho aho­ra abier­ta­men­te, es por­que esta un gran enemi­go, que es el pue­blo brasileño.

Cuan­do la renun­cia de Qua­dros, uste­des recuer­dan que Fidel hablo aquí y expli­có más o menos lo que debía hacer el pue­blo bra­si­lei­ro. Esas pala­bras que lle­ga­ron a tra­vés del éter al pue­blo bra­si­le­ño, pro­vo­ca­ron muchas inquie­tu­des y algu­nos enten­die­ron una intro­mi­sión de nues­tro Gobierno, de nues­tro Pri­mer Minis­tro, en los asun­tos inter­nos del Bra­sil. Noso­tros cree­mos cier­ta­men­te, que ese tipo de opi­nión es la opi­nión que debe dar un revo­lu­cio­na­rio en momen­tos de tan­to peli­gro y de tan­ta nece­si­dad de deci­sión como este. Si en Bra­sil se hubie­ra gana­do una bata­lla, el pano­ra­ma de Amé­ri­ca cam­bia­ria rápi­da­men­te. Bra­sil tie­ne fron­te­ras con todos los paí­ses de Amé­ri­ca del Sur, menos con Chi­le y Ecua­dor; con todos los demás paí­ses Bra­sil tie­ne fron­te­ras. Tie­ne una enor­me influen­cia real­men­te en un lugar para dar una bata­lla y noso­tros debe­mos con­si­de­rar siem­pre en nues­tras rela­cio­nes con los paí­ses ame­ri­ca­nos, que somos par­te de una sola fami­lia, fami­lia con carac­te­rís­ti­cas más o menos espe­cia­les; pero no pode­mos olvi­dar nues­tro deber de soli­da­ri­dad y nues­tro deber de dar nues­tra opi­nión en algu­nos momen­tos espe­cí­fi­cos. No se tra­ta de a cada momen­to ni estar can­so­na­men­te dan­do nues­tro ejem­plo, ejem­plo que en no todos los paí­ses pue­de seguir­se, pero si en momen­tos como aquel en que en Bra­sil se esta­ba deba­tien­do, no diga­mos la suer­te del con­ti­nen­te ame­ri­cano, no lle­ga a tan­to; se podía per­der en efec­to se per­dió, par­te de la bata­lla bra­si­le­ña, y no pasa­do nada, pero si era de extra­or­di­na­ria ten­sión. Si se hubie­ra gana­do esa bata­lla hubié­ra­mos gana­do mucho y no fue real­men­te un triun­fo de las fuer­zas popu­la­res lo que ocu­rrió en Bra­sil, fue sim­ple­men­te una tran­sac­ción, en la cual el gru­po que tie­ne el poder, las armas, la deci­sión de tomar­las y ade­más una gran cla­ri­dad sobre lo que hay que hacer, cedió par­te de sus pre­rro­ga­ti­vas alcan­za­das en aquel momen­to, pero para tra­tar de tomar­las en otros, y allí tam­bién ten­drá que venir un cho­que. Este año se ha vis­to ya como un año de cho­ques vio­len­tos entre fuer­zas popu­la­res y las fuer­zas de opre­sión, los años veni­de­ros serán tam­bién por el esti­lo. Nadie pue­de ser pro­fe­ta para vati­ci­nar que año y en qué momen­to en cada país de Amé­ri­ca se va a pro­du­cir un encon­tro­na­zo entre las fuer­zas; pero si es cla­ro que las con­tra­dic­cio­nes se van agu­di­zan­do cada vez más y que se están dan­do las con­di­cio­nes sub­je­ti­vas tan impor­tan­tes para el desa­rro­llo de la revolución”.

EL CHE Y LA IZQUIERDA BRASILERA

Gue­va­ra duran­te el tiem­po que resi­dió en Cuba man­tu­vo una estre­cha rela­ción con la izquier­da bra­si­le­ra. Muchos fue­ron los diri­gen­tes de este país que se acer­ca­ron a Cuba para cono­cer de cer­ca esta revo­lu­ción y cono­cer a sus diri­gen­tes máxi­mos Fidel Cas­tro y Ernes­to Gue­va­ra. La pro­pia madre del Che, Celia de la Ser­na reali­zo varios via­jes a este país, con el fin de difun­dir los logros de la Revo­lu­ción. El padre del Che, Gue­va­ra Linch cuen­ta en su libro de memo­rias en rela­ción a su mujer: “Via­jo al Bra­sil y se conec­to con muchos gru­pos de izquier­da. Allí dio con­fe­ren­cias e infor­mó a muchas per­so­nas sobre el sen­ti­do de la Revo­lu­ción Cubana”.

Mien­tras tan­to el Che se reu­nía en La Haba­na con el míti­co líder Car­los Pres­tes del Par­ti­do Comu­nis­ta Bra­si­le­ro, con quien man­tu­vo lar­gas con­ver­sa­cio­nes. A Gue­va­ra siem­pre le había impac­ta­do la proeza de Pres­tes jun­to a los Capi­ta­nes que reco­rrie­ron miles de kiló­me­tros sin haber sido derro­ta­dos por el ejér­ci­to bra­si­le­ro. A pesar de su admi­ra­ción, no coin­ci­día con la tác­ti­ca de su par­ti­do. En ese enton­ces Cuba man­te­nía una estre­cha rela­ción a tra­vés del Coman­dan­te Piñei­ro, con Bri­zo­la y con Marighe­lla aun­que con este diri­gen­te el Che nun­ca coin­ci­dió en La Habana. 

Con quien estu­vo tam­bién reu­ni­do fue con Fran­cis­co Julião el que fue­ra men­tor de las Ligas Cam­pe­si­nas, que lue­go se trans­for­ma­ría en el Movi­mien­to de los Sin Tie­rra. En una entre­vis­ta que le rea­li­zan a Fran­cis­co Julião cuen­ta cómo fue su vincu­lo con Gue­va­ra: “En una de mis visi­tas a Cuba, reci­bí una invi­ta­ción para visi­tar al Che Gue­va­ra en el Minis­te­rio de la Indus­tria. El tra­ba­ja­ba de noche; pasa­ba toda la noche tra­ba­jan­do. Siem­pre con la “bom­ba” cer­ca, para aspi­rar, por­que siem­pre tenía ata­ques de asma. Era como se fue­se un chi­ma­rrão gaú­cho. La “bom­ba” del Che Gue­va­ra me recor­da­ba un chi­ma­rrão. Yo fui con­vi­da­do aque­lla vez por­que la madre de Gue­va­ra, Dona Celia, estu­vo en Reci­fe y yo la reci­bí, como dipu­tado esta­dual, en el Cen­tro Cívi­co-Lite­ra­rio Mon­tei­ro Loba­to, en el barrio da Ipu­tin­ga. Tuve la opor­tu­ni­dad de salu­dar­la. Y hubo un acon­te­ci­mien­to des­agra­da­ble, cuan­do me levan­te para salu­dar­la delan­te de una muche­dum­bre inmen­sa alguien puso una bom­ba. Resul­ta­do: la bom­ba tocó en la esqui­na de la ven­ta­na y explo­tó. Una con­mo­ción tre­men­da, gen­te heri­da. El cama­ra­da que jugó se fue. Era un terro­ris­ta. Y esta mujer se que­dó impa­si­ble, sen­ta­da, en cuan­to todo mun­do sal­ta­ba por las ven­ta­nas, en aquel pavor del estam­pi­do de la bom­ba. Enton­ces yo – que iba hacer un dis­cur­so deta­llan­do la vida de Dona Celia y la influen­cia que ella tuvo – me levan­té, tome el micró­fono y me limi­te sim­ple­men­te a decir des­pués de que se res­ta­ble­ció el orden y des­apa­re­ció el páni­co: “Seño­res y seño­ras, aquí está la madre de Che Gue­va­ra!”. Hice allí el dis­cur­so más cor­to que jamás hizo en mi vida de polí­ti­co. Que­dó influen­cia­da por este epi­so­dio. Le con­tó todo a Che Gue­va­ra – y él me lla­mó para hablar sobre el Bra­sil y a Amé­ri­ca Lati­na. Sólo tras algu­nos años, cuan­do él ya entra­ba en la lucha, es que yo per­ci­bí el sen­ti­do de sus pre­gun­tas. Él me pre­gun­tó sobre el Mato Gros­so y sobre las fron­te­ras con Boli­via. Que­ría saber lo que era y como era el Mato Gros­so. Que­ría saber cuá­les eran los ríos más cau­da­lo­sos, si tenía gran­des flo­res­tas, cuá­les eran los lide­res más impor­tan­tes. Gue­va­ra pre­gun­tó tam­bién si yo cono­cía algún líder des­ta­ca­do en el Mato Gros­so, gen­te conec­ta­da a las izquier­das. Cuan­do yo ya esta­ba en Méxi­co, exi­lia­do, tomé cono­ci­mien­to de que él esta­ba en Boli­via, en la gue­rri­lla… Nues­tro encuen­tro se cen­tra­li­zo sobre estas cues­tio­nes: Amé­ri­ca Lati­na, las luchas socia­les, el Bra­sil, las fron­te­ras y el recuer­do de lo pasa­do en Reci­fe. Su madre se lo había rela­ta­do. Fue un encuen­tro afec­tuo­so. Él hizo refe­ren­cias a este epi­so­dio con una son­ri­sa. Yo narré mi admi­ra­ción por la sere­ni­dad con que Doña Celia reci­bió aquel impacto.”

Fran­cis­co Juliao des­pués de aquel encuen­tro con el Che, según cuen­ta años des­pués el Coman­dan­te Piñei­ro: “Juliano esta­ba muy entu­sias­ma­do con los pla­nes para desa­rro­llar una gue­rri­lla rural y al res­pec­to con­ver­só con el Che, quien le trans­mi­tió las expe­rien­cias de la gue­rra revo­lu­cio­na­ria cuba­na, a par­tir de nues­tras con­di­cio­nes concretas”

EL FUTBOL BRASILERO TRIUNFO EN EL BRASIL

Por aque­llos años el fut­bol bra­si­le­ro triun­fa­ba en todo el mun­do. Era la épo­ca glo­rio­sa de Pelé. Des­de la selec­ción bra­si­le­ra como los más impor­tan­tes equi­pos de aque­llos años el San­tos, el Flu­mi­nen­se o el Bota­fo­go, via­ja­ban por Euro­pa demos­tran­do el mejor fút­bol del mun­do. Mien­tras esto suce­día en mayo de 1963 un modes­to equi­po lla­ma­do Madu­rei­ra de la ciu­dad de Rio de Janei­ro rea­li­za una gira por el Cari­be. El pri­mer par­ti­do lo pier­de en Cos­ta Rica por uno a cero. El equi­po cario­ca no era téc­ni­ca­men­te muy bueno, aun­que tenía juga­do­res con mucha ilu­sión depor­ti­va. El equi­po lle­gó a La Haba­na el día 11 de mayo. La dele­ga­ción depor­ti­va fue reci­bi­da con muchos hono­res. Des­de el aero­puer­to se tras­la­da­ron has­ta el Hotel Rivie­ra, aun­que días des­pués por fallos téc­ni­cos con el de agua, se tras­la­da­ron has­ta el Haba­na Libre. Los juga­do­res bra­si­le­ros pudie­ron cono­cer los encan­tos de la ciu­dad. Por las noches se acer­ca­ban has­ta el male­cón de La haba­na para pasear. Otros apro­ve­cha­ban para esca­par­se e ir a escu­char músi­ca en vivo acom­pa­ña­do por algu­na joven haba­ne­ra y beber unos bue­nos rones. El equi­po bra­si­lei­ro jugó 5 par­ti­dos y los gano todos. El últi­mo de ellos se jugó el 18 de mayo con­tra la selec­ción de La haba­na. La sor­pre­sa del par­ti­do fue la pre­sen­cia del Coman­dan­te Ernes­to Gue­va­ra que fue espe­cial­men­te para ver el par­ti­do y home­na­jear al equi­po cario­ca, agra­de­cien­do su pre­sen­cia en Cuba. El Che antes de empe­zar el par­ti­do dis­ten­di­do y con ros­tro ale­gre, entro al cam­po de fut­bol (cam­po de beis­bol adap­ta­do) salu­dan­do uno a uno a los juga­do­res de los dos equipos.

EL CHE HABLA DE LAS MUJERES BRASILERAS

Tiem­po des­pués el Che se tras­la­da al Con­go, don­de duran­te casi un año jun­to a un con­tin­gen­te inter­na­cio­na­lis­ta cubano, inten­ta cola­bo­rar en la for­ma­ción gue­rri­lle­ra de los patrio­tas con­go­le­ños. Ante el fra­ca­so de esta misión, se reclu­ye duran­te unos meses en Tan­za­nia, para lue­go tras­la­dar­se a Pra­ga. En una casa a las afue­ras de esta ciu­dad es don­de se reclui­rá y refle­xio­na­ra, sobre los pasos a dar, es sus obje­ti­vos revo­lu­cio­na­rios. Su pro­yec­to era tras­la­dar­se has­ta algún país capi­ta­lis­ta, para des­de allí orga­ni­zar la ins­ta­la­ción de la gue­rri­lla en Boli­via. Mien­tras que la opi­nión de Fidel Cas­tro era con­tra­ria. Cas­tro pen­sa­ba que era nece­sa­rio su retorno a Cuba, para lue­go pre­pa­rar con­ve­nien­te­men­te el plan gue­rri­lle­ro, en este país de Amé­ri­ca del sur. Para con­ven­cer al Che, de que debía regre­sar a Cuba, el Coman­dan­te Piñei­ro envía a Dios­da­do con esta misión. En el pri­mer via­je que rea­li­za a Pra­ga este agen­te de la inte­li­gen­cia, le entre­ga una serie de car­tas ofi­cia­les y fami­lia­res. En los días de estan­cia par­ti­ci­pa de las ter­tu­lias que se pro­du­cían des­pués de la cena. En una de aque­llas char­las infor­ma­les entre cama­ra­das sur­ge esta sim­pá­ti­ca anéc­do­ta, que años des­pués comen­ta José Gómez Abad “Dios­da­do”:

“No era un mora­lis­ta intran­si­gen­te, pues en nin­gún momen­to mos­tró dis­gus­to de que en su pre­sen­cia Pachun­go y yo hablá­ra­mos sobre muje­res, aun­que den­tro de un plano no obs­ceno. En oca­sio­nes hacía sus comen­ta­rios, pero era muy reser­va­do en este aspec­to, excep­to la tar­de en que Pachun­go le insis­tió para que nos comen­ta­ra en dón­de había cono­ci­do muje­res más her­mo­sas duran­te sus peri­plos juve­ni­les. Fue cuan­do nos habló de la eta­pa en que se enro­ló como enfer­me­ro de un bar­co argen­tino y lle­gó has­ta Bra­sil, don­de cono­ció a las negras y mula­tas, “las que me des­lum­bra­ron”, según su expre­sión. Es enton­ces cuan­do Pachun­go le dice: Oiga, Ramón, usted cuan­do joven era tre­men­do jode­dor, así que le gus­ta­ba que­mar petró­leo.” Me que­dé pas­ma­do, pues no sabía como él reac­cio­na­ría. Ines­pe­ra­da­men­te, al escu­char este ocu­rren­te comen­ta­rio, el Che comen­zó a reír­se y le dijo:”Pacho, esta­mos hablan­do en serio, y tú todo lo tiras a rela­jo, no te bur­les de mis expe­rien­cias juve­ni­les.” Pachun­go le siguió insis­tien­do para que nos die­ra deta­lles de esas aven­tu­ras, a lo que le res­pon­dió algo más serio pero sin estar dis­gus­ta­do: “A ti lo que te intere­sa es el chis­me y a mí no me agra­da hablar de mis inti­mi­da­des.” Ahí cor­tó el tema y pasa­mos a hablar de asun­tos políticos…”.

A Ernes­to le gus­ta­ba comen­tar cuan­do esta­ba entre com­pa­ñe­ros sus aven­tu­ras juve­ni­les. Antes de ter­mi­nar su carre­ra de medi­ci­na se enro­lo como enfer­me­ro de la mari­na mer­can­te de la empre­sa YPF. Duran­te casi un año que dura­ron sus via­jes por la cos­ta lati­no­ame­ri­ca­na, pue­do cono­cer la mayo­ría de los puer­tos brasileros.

LA BREVE DETENCION DEL CHE EN SAO PABLO

A pesar de la renuen­cia del Che de regre­sar a Cuba, des­pués de que se había des­pe­di­do por car­ta del pue­blo cubano, Fidel logra con­ven­cer­lo de que era la opción regre­sar. Esta deci­sión seria la más segu­ra y que podía pre­pa­rar mejor los pre­pa­ra­ti­vos de la gue­rri­lla boli­via­na. Gue­va­ra regre­sa de for­ma clan­des­ti­na a Cuba y duran­te varios meses tie­ne el tiem­po nece­sa­rio para ulti­mar su plan boliviano.

Trans­cu­rría 1967, Gue­va­ra ya esta­ba pre­pa­ra­do para par­tir con una nue­va iden­ti­dad rum­bo a su meta Boli­via. Des­de La Haba­na Ernes­to Gue­va­ra y Alber­to Fer­nán­dez Mon­tes de Oca “Pachun­go” se tras­la­dan has­ta Mos­cú para lue­go tomar un avión rum­bo a Pra­ga, don­de esta­rán un par de días. Des­de Allí se tras­la­da­ron a Vie­na, para poder cam­biar de docu­men­ta­ción y embar­car­se rum­bo a su des­tino final Boli­via. Gue­va­ra via­ja­ra con el pasa­por­te Nº 123890 a nom­bre del uru­gua­yo Ramón Bení­tez Fer­nán­dez y “Pachun­go” con el Nume­ro 123924 a nom­bre de Anto­nio Garri­do Gar­cía. Antes de ello tie­nen que ate­rri­zar en el Bra­sil. Has­ta ese momen­to el plan había sali­do per­fec­to. En nin­gún aero­puer­to ni los fun­cio­na­rios de los mis­mos ni los agen­tes de la CIA habían detec­ta­do la pre­sen­cia de un Gue­va­ra total­men­te trans­for­ma­do físi­ca­men­te. La sor­pre­sa y el ner­vio­sis­mo lle­ga­ría cuan­do des­cen­dien­do del avión en el aero­puer­to de Sao Pablo el 1 de noviem­bre, al entre­gar los pasa­por­tes los agen­tes de con­trol comien­zan a mirar de for­ma dete­ni­da, duran­te unos segun­dos la docu­men­ta­ción. Sin decir pala­bra el agen­te va dan­do vuel­tas las pági­nas del pasa­por­te. Lo mira de arri­ba aba­jo, vol­vien­do a obser­var sus hojas. El Che mien­tras tan­to lo mira a la dis­tan­cia a “Pachun­go” con cara de preo­cu­pa­ción y cier­to ner­vio­sis­mo. El agen­te podía dudar de la vera­ci­dad del pasa­por­te o haber des­cu­bier­to algo raro en estos dos via­je­ros. Lue­go de un lar­go silen­cio, el fun­cio­na­rio le dice que le fal­tan las cer­ti­fi­ca­cio­nes de las vacu­nas inter­na­cio­na­les. Agre­gán­do­le que son requi­si­to fun­da­men­tal para entrar en el país. Ante la fal­ta de este cer­ti­fi­ca­do, el Che es dete­ni­do duran­te varias horas. Lue­go otro fun­cio­na­rio de ran­go supe­rior, des­pués de la lar­ga y ten­sa espe­ra, deci­de poner­lo en liber­tad. Otro de los futu­ros com­ba­tien­tes de la gue­rri­lla boli­via­na Leo­nar­do Tama­yo cuen­ta este epi­só­di­co: “Nos refe­ría el Che que esto suce­día como a las 9 de la maña­na y a las 4 de la tar­de del mis­mo día lo deja­ron ir, pero a con­di­ción de que se pre­sen­ta­ra al día siguien­te con los docu­men­tos en regla. El Che nos dijo que esto le preo­cu­po un poco, por­que los otros lati­nos via­ja­ban en las mis­mas con­di­cio­nes y las auto­ri­da­des no se fija­ron en ellos. Nos con­to: Total­men­te pare­cía que me habían des­cu­bier­to.” Con las vacu­nas corres­pon­dien­tes, soli­ci­ta­ron la visa turís­ti­ca boli­via­na y se tras­la­da­ron has­ta la ciu­dad Bra­si­le­ra de Corum­ba en el Esta­do del Mato Gros­so, en el lími­te con Boli­via. Allí saca­ron un bille­te de avión has­ta Cocha­bam­ba. Al cru­zar al otro país el 3 de noviem­bre, ya más dis­ten­di­dos, comen­ta­ron el tre­men­do des­cui­do de olvi­dar­se algo tan ele­men­tal y nece­sa­rio como era lle­var los cer­ti­fi­ca­dos de las vacu­nas. Al esta­ble­cer­se en Boli­via, en la pri­me­ra comu­ni­ca­ción que envía, el Men­sa­je Nº 1 le aler­ta a Piñei­ro para que los otros com­ba­tien­tes que esta­ban por via­jar a Bra­sil, debie­ran de traer los cer­ti­fi­ca­dos de las vacu­nas, rela­tán­do­le lo sucedido.

Lue­go lo que suce­de en Boli­via, la últi­ma trin­che­ra inter­na­cio­na­lis­ta del Che, ya es otra par­te de la historia.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

http://​www​.his​to​ria​net​.com​.br/​c​o​n​t​e​u​do/

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Pau­lo de Tar­so Santos

Nel­son Valente

Rai­sa Mar­ques: Pro­je­to Memó­ria da enti­da­de «Sem­pre Jovem e Sexagenária».

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Paco Igna­cio Tai­bo II: Ernes­to Gue­va­ra, tam­bién cono­ci­do como el Che. Edi­to­rial Pla­ne­ta Bar­ce­lo­na 2008.

Bar­ba­rro­ja, Edi­cio­nes Tri­con­ti­nen­tal, Edi­to­rial SIMAR S.A. La Haba­na, 1999.

Gómez Abad, José. De cómo el Che bur­lo a la CIA.

Itu­rria /​Fuen­te

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