Por Violeta Forero, Resumen Latinoamericano, 2 de agosto de 2021.
foto: Patricia Ariza en el unipersonal “No estoy sola”. Foto CCT
Del 6 al 15 de agosto se presentará la XXX versión del Festival.
Patricia Ariza, directora de la Corporación Colombiana de Teatro, del Teatro de La Candelaria y del Festival, habla sobre el lugar de las artes escénicas en la cultura, la irrupción y posicionamiento del movimiento feminista y del papel de las artistas en el actual estallido social
¿Cuál es principal reto de hacer el Festival de Mujeres en Escena por la Paz?
-De todas las artes la más afectada por la pandemia ha sido el teatro, porque las obras son esencialmente presenciales, solo hay teatro cuando se encuentra el público con las actrices, de resto son ensayos. Ha sido muy difícil, pero la Corporación Colombiana de Teatro fue la primera que rompió ese encierro haciendo el Festival de Teatro Alternativo, Festa, un festival enorme que no quisimos suspender por tradición y por su importancia, y eso nos dio mucho valor para seguir creando obras, escribiendo, ensayando, por ejemplo, el Teatro de la Candelaria presentó cuatro obras, dos colectivas y dos unipersonales.
Hemos tratado de seguir adelante a pesar de las adversidades porque hemos tenido personas cercanas que han fallecido, que se han enfermado, entonces lo que decidimos para el Festival de Mujeres en Escena por la Paz es que sea anfibio, lo que quiere decir que la mitad será virtual y la mitad presencial, con todas las medidas de seguridad y a medio aforo, pero presencial.
El país tuvo una baja muy sensible que fue la muerte del Maestro Santiago García quien falleció a mediados de marzo del 2020 ¿Qué significó esto?
-Fue una pérdida no solo para el país sino para Latinoamérica, para el mundo. Santiago fue una persona que resignificó el teatro, quien permitió el acceso a la contemporaneidad del teatro, además tuvo un compromiso vital con el arte y con Colombia. Nuestro proyecto teatral siempre ha estado ligado al proyecto de nación. Además, Santiago fue uno de los promotores de la creación colectiva, junto con Enrique Buenaventura, del Teatro Experimental de Cali, TEC.
Escena 1: Patricia Feminista
Hay un movimiento feminista que cada día está creciendo más ¿Cuál es el aporte del Festival a este cambio social que estamos viviendo?
-Principalmente visibilizar el teatro que hacemos las mujeres. A las mujeres siempre nos han invisibilizado, incluso se nos prohibió durante siglos subir a los teatros, el papel de las mujeres era representado por hombres, ahora las mujeres se suben al escenario, pero eso no significa que el cambio esté completo, la gran mayoría de obras son dirigidas y actuadas por hombres. Todavía la cultura no se ha acostumbrado a que las mujeres asumieran ese rol y eso tenemos que defenderlo y protegerlo. Nosotras hacemos este Festival para visibilizar el teatro que hacemos las mujeres, nuestro pensamiento y para irrumpir esos espacios.
El Festival no puede tomar una posición política sobre lo que está pasando, pero yo sí, y yo pienso que esta irrupción que estamos viviendo es muy importante y merece todo nuestro apoyo. En lo político, existe la necesidad de exigirle a los candidatos que deben tener una nueva masculinidad, no solamente depender de los avances de las mujeres, ellos también deben defender nuevos derechos, deben defender una masculinidad distinta, que no sea maltratadora, que se salga de su mandato cultural y tradicional que exige tener fuerza, razón, dominio y poder.
Necesitamos hombres que den ejemplo de ello, y de esto se han encargado los jóvenes. La movilización política les ha transformado el chip, se han establecido relaciones distintas. Falta mucho camino, pero estamos avanzando a pasos de gigante. El estallido no solo ha sido social, sino también cultural y artístico; y eso es lo más importante. La movilización se llenó de simbolismos como derrumbar las estatuas de los invasores.
Escena 2: El arte escribe la historia
¿Cuál ha sido entonces el papel de las artistas en este estallido social, cultural y político que estamos viviendo?
-Es un lugar privilegiado, pero también doloroso porque estamos viviendo un momento en que se puede crear mucho y el arte siempre en los momentos de cambio irrumpe de una manera increíble. Por ejemplo, yo era muy crítica con las canciones sociales y poéticas, siempre decía que este país había abandonado esa parte artística, siempre se escuchaba a Silvio Rodríguez y a Mercedes Sosa, sin embargo, han aparecido otras cientas de canciones de distintos géneros que gritan, que se hacen escuchar. Esto llegó para quedarse, ojalá que las emisoras abran sus micrófonos a estos nuevos artistas que han estado pendientes. Como artistas tenemos responsabilidades, pero también oportunidades.
Tenemos la oportunidad de escribir la historia desde la creatividad y visibilizarla; pero también ha habido mucha persecución, mucha estigmatización, ustedes las juventudes no son vándalas y si son vándalas, que me metan a mí también. Les están disparando, los derechos humanos no se están respetando y ahorita se viene más duro el coletazo como los falsos positivos judiciales. Para hacer arte se necesita una elaboración minuciosa de largo aliento, porque las artistas tenemos mucha responsabilidad sobre los momentos, como la responsabilidad de contar historias creativamente.
Escena 3: Un Festival por y para las mujeres
¿Qué trae esta edición del Festival, que además es la edición número 30?
-El solo hecho de que sea la edición 30 ya es una hazaña impresionante para el país. Cuando empezamos a hacer el Festival, se nos burlaban, hasta hicieron caricaturas y todo, se reían de nosotras, fue muy fuerte hacerlo y más duro aún mantenerlo. Por ejemplo, ahora el Festival está posicionado y aun así no recibe los suficientes recursos como si fuera un Festival mixto, pero reconocemos el posicionamiento en la institucionalidad. Al principio solo se inscribieron seis grupos de mujeres, hoy en día tenemos más de 200 grupos inscritos y recibimos más o menos 92, o sea 100 funciones. Hubo una curaduría y se van a presentar obras de temáticas muy diversas.
Este es un encuentro donde vamos a tener diferentes conversatorios y obras, muchas ligadas a la realidad social y política del país. En este Festival va a haber encuentros de mujeres diferentes entre sí.
Yo he trabajado y he visto muchas obras hechas por mujeres y hoy en día se ve un teatro muy bueno. Las mujeres tenemos la capacidad de ocuparnos de la relación de las cosas más pequeñas con lo épico, mientras que los hombres están más acostumbrados a lo grandilocuente, entonces este es un teatro interesante, combina lo personal con lo político y las mujeres aman este Festival.
Hay varios grupos internacionales y es un festival encuentro, no un festival de vitrina. Hacemos encuentros polifónicos que son de mujeres artistas con mujeres del movimiento social, van a estar todos los lenguajes artísticos y políticos, hay varios talleres, por ejemplo, el inicio será de canciones sociales. Va a estar presente el pensamiento de las mujeres de ocho países. Van a haber cuatro espacios no convencionales, 11 salas de teatro, ocho ciudades colombianas y 56 funciones.
Este es un Festival nacional, internacional y distrital que también va a tener espacio para los hombres, pensándonos qué tipo de masculinidades se necesitan en esta época de la demolición del patriarcado.