Por Marco I. Dávila C., Resumen Latinoamericano, 24 de agosto de 2021.
La idea fue del malote de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de quién más iba a ser. Otra vez la democracia participativa, otro dolor de cabeza para el conservadurismo históricamente malacostumbrado.
Otra vez un enfrentamiento entre el México de la gran mayoría, que apoya al gobierno que encabeza AMLO, y el México de la minoría conservadora que tiene mucho dinero, muchos medios de comunicación masivos y varias instituciones vendidas cuyos integrantes actúan como militantes de los partidos políticos de oposición.
¡Otra vez! Se corre el riesgo de que los opositores a la 4T queden en ridículo con una victoria más que se agregaría a la lista de aciertos de nuestro presidente AMLO y logros del proceso político-económico-social-cultural llamado 4T. Y sí, de llevarse a cabo esta consulta de revocación de mandato, una vez más, esto será algo inédito en la historia de México.
¿Y ahora qué excusas tiene la reacción sobre la Consulta de Revocación? “El dictador AMLO se quiere reelegir eternamente”; “esto es una cortina de humo”; “beneficiará a Morena”; “es algo que le conviene al próximo candidato o candidata presidencial de Morena”; “es dinero tirado a la basura”… Estas son algunas de las excusas de la minoría conservadora para oponerse a este ejercicio de democracia participativa.
Potencialmente a realizarse a principios de 2022, la discusión pública sobre el tema de la revocación de mandato ha traído como consecuencia que el conservadurismo no se ponga de acuerdo. Unos dicen que hay que ir a votar para sacar al malote de AMLO, mientras otros personajes del conservadurismo dicen que hay que ignorar la consulta. Su onda, claro está, es ver cómo fregar a AMLO, a Morena y a la 4T.
¿Que AMLO termine su periodo de seis años? ¿Que se quede o que se vaya? Para temáticas tan importantes concernientes a la vida pública de México, es muy justo, es muy necesario y es verdaderamente democrático preguntarle a la gente si quieren que se vaya o que se quede cierto gobernante. La revocación de mandato es una forma pacífica de remover del cargo a un gobernante que no haga, o bien, que haga mal su trabajo. Por qué el pueblo tendría que soportar por seis años a líderes políticos corruptos, perversos y hasta asesinos.
En fin, los de la oposición están tan malacostumbrados que le tienen miedo a que el pueblo ponga y el pueblo quite. La verdad es que nadie debería temerle a la opinión de la ciudadanía. Ya que con la democracia participativa se busca el bien de México, o sea, es algo bueno para todos los mexicanos.
Fuente: Rebelión.