Desde que el franquismo se transformara en “democracia” gracias al pacto de este con la socialdemocracia del PSOE y el PCE, ha sido una constante la utilización del andalucismo revolucionario, y más concretamente, la figura de Blas Infante, por las instituciones españolas en Andalucía (Junta) con el objetivo de aparentar un gobierno autonómico que representara la voluntad de las andaluzas frente al centralismo del Estado.
Para ello era necesario presentar a un Blas Infante desideologizado, un simple hombre bueno sobre el que se cometió una injusticia. De esta forma se conseguía un Blas Infante transversal, que sirviera a las instituciones y a los partidos que se beneficiaban de ellas, sin que ninguno de ellos se pudiera sentir incómodo ante la figura de un andaluz independentista revolucionario asesinado por el franquismo.
La ocultación de su obra es sistemática. Son recurrente las alusiones al “Ideal andaluz”, un libro que el mismo Infante catalogó como “obra de juventud”, obviando toda su producción literaria posterior como La verdad sobre el Complot de Tablada y el estado Libre de Andalucía, La Dictadura Pedagógica. Estado actual del alma de la sociedad comunista o los textos inéditos que no fueron publicados en su día. Ocultaron su vida y también ocultaron su muerte cuando ocultan los motivos de su asesinato, muy claros en la sentencia condenatoria dictada por el Tribunal franquista dos años después de su asesinato: “DON BLAS INFANTE PEREZ formó parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931 y en los años sucesivos hasta el 1936 se significó como propagandista para la constitución de un partido andalucista…”.
En este proceso de apropiación de los símbolos del andalucismo por el españolismo, ha jugado un papel importante el regionalismo más conservador, apropiándose de Blas Infante para desactivarlo, para que el símbolo creado no sirviera a los objetivos políticos del propio personaje. 40 años de manipulación y deformación han creado un Blas Infante irreconocible, su ideología amputada y falsificada… Un revolucionario convertido en un “domesticado” a imagen y semejanza de aquellos que han obrado esta transformación.
Desde hace más de 40 años, los herederos políticos de los asesinos de Infante, junto al resto de representantes del Régimen del 78 en Andalucía y apoyados en el regionalismo vienen rindiendo homenaje a un Blas Infante inventado, al que no les suscita temor, al que colocaron debajo de las escaleras del Palacio de San Telmo para no tener que verlo, salvo cada 10 de agosto.
De esta forma, el Estado y las oligarquías han intentado bloquear el desarrollo de una corriente política que recogiera las tesis andalucismo revolucionario de Blas Infante y las llevara hasta sus últimas consecuencias. Pero no lo han conseguido.
Nación Andaluza, junto a otras organizaciones soberanistas, venimos organizando un homenaje anual a Blas Infante en el aniversario de su asesinato reivindicando al Blas Infante revolucionario e independentista. A aquel que dijo: “Nosotros aspirábamos a la elaboración de un Estado libre en Andalucía. …Pues nosotros no tenemos, por ahora, otras denominaciones que las de República Andaluza o estado libre o autónomo de Andalucía para llegar a expresar aquella Andalucía soberana, constituida en Democracia Republicana que dice el artículo primero de la Constitución elaborada para Andalucía por la Asamblea de Antequera, hace medio siglo, en 1883…”. Homenajeamos al que señaló a la Constitución Andaluza de Antequera como aspiración política, al que nos dejó su ejemplo de lucha y sacrificio, al que incitó a la juventud andaluza a luchar hasta la última gota de sangre: “De desear es que sobre la pira de mártires andaluces, amontonados por la miseria y la tiranía política y espiritual que infligiera la dominación española durante el último lustro de siglos, caigan pronto andaluces conscientes, abrazados en el instante de la agonía a la bandera verde y blanca. De desear es que sus franjas de divinos colores sean pronto salpicadas de manchas rojizas, conveniente es que la sangre de los sacrificados, por Andalucía, venga a poner en nuestra bandera el color de rojo fuego…”
Por estos motivos convocamos a todas las andaluzas a rendir un sentido homenaje a Blas Infante y a expresar nuestro compromiso con una Andalucía libre, socialista y feminista. Será en Sevilla el 10 de agosto a las 20 h, en la Plaza Padre Jerónimo de Córdoba, donde se encontraba el cine Jaúregui en el que estuvo preso varios días antes de ser asesinado.
¡Viva el Blas Infante, soberanista y revolucionario!
¡Viva Andalucía independiente y socialista!
Comisión Permanente de Nación Andaluza.
Andalucía, a 9 de agosto de 2021
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