Resumen Latinoamericano, 6 de agosto de 2021.
Estados Unidos impone restricciones de visa a 50 funcionarios nicaragüenses bajo el plan destinado a presionar más al país centroamericano. El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, ofrece una rueda de prensa en Washington DC., la capital.
Mediante un comunicado emitido este viernes, el portavoz del Departamento estadounidense de Estado, Ned Price, ha anunciado el nuevo régimen de sanciones de visa impuesto por EE.UU. a 50 ciudadanos nicaragüenses vinculados al Gobierno del presidente Daniel Ortega y su vicepresidenta y primera dama del país, Rosario Murillo.
“El Departamento de Estado ha impuesto restricciones de visa a 50 familiares directos de representantes de la Asamblea Nacional de Nicaragua y fiscales y jueces nicaragüenses”, reza la nota.
El vocero ha reiterado que estas nuevas sanciones demuestran el “compromiso” estadounidense de hacer “rendir cuentas para cualquier persona responsable”, o “beneficiado” de los “ataques a la democracia” en el Gobierno de Ortega.
Esta medida estadounidense se ha producido después de que el pasado miércoles las autoridades nicaragüenses detuvieran a la candidata para la vicepresidenta de Nicaragua, Berenice Quezada, por “apología del delito e incitación al odio”.
Nicaragua demanda fin de sanciones impuestas por ciertos países a empresas y allegados al presidente Daniel Ortega, y pide justicia climática con reparación.
Estados Unidos, bajo diferentes excusas, impone sanciones contra las autoridades nicaragüenses. En este sentido, el 12 de julio, el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, anunció restricciones de visa para 100 funcionarios, entre diputados, jueces y fiscales, e incluso a algunos de sus familiares.
Nicaragua, al igual que Venezuela y Cuba, es víctima de las medidas coercitivas, unilaterales e ilegales del Occidente. En este sentido, las autoridades nicaragüenses acusan a la oposición de ejercer “terrorismo golpista”, con el apoyo financiero de Estados Unidos, para incitar a la inestabilidad en el país y sacar del poder a Ortega, por defender la soberanía del país y ser abiertamente antimperialista.