Resumen de Medio Oriente, 30 de agosto de 2021.
En la entrevista, criticada por Hamas, se abordaron cuestiones de mutuo interés, como la seguridad en la región.
En un inusual encuentro entre autoridades de alto nivel palestinas e israelíes, el primero después de 11 años, el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, y el ministro de Defensa, Benny Gantz, se han reunido en la ciudad de Ramala, en Cisjordania.
En la entrevista, criticada por Hamas, se abordaron cuestiones de mutuo interés, como la seguridad en la región, y se han planteado posibles gestos.
En la reunión participaron también el jefe militar israelí responsable de asuntos civiles en los territorios palestinos, Ghasan Alyan, así como el ministro de Asuntos Civiles de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Hussein al Sheikh, y Majid Faraj, jefe de inteligencia palestina.
Del lado palestino, fue Al Sheikh quien informó públicamente del encuentro, mediante un mensaje en la red social Twitter, en el que enfatizó que Abbas y Gantz «discutieron todos los aspectos de las relaciones palestino-israelíes».
Esta reunión representa la primera oficial entre líderes israelíes y palestinos desde un encuentro en 2010 entre el propio Abbas y el entonces primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en uno de los múltiples intentos estadounidenses de reimpulsar el diálogo de paz.
El movimiento de resistencia islámico Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, condenó la reunión del liderazgo palestino con el ministro de Defensa israelí.
«La reunión del presidente de la APN, Mahmoud Abbas, con el ministro de Guerra sionista, Benny Gantz, es condenada y rechazada por todos los patriotas, especialmente porque se aparta del espíritu nacional de nuestro pueblo palestino», dijo el portavoz de Hamas, Hazem Qassem.
«Tales reuniones demuestran una vez más que los líderes de la Autoridad Palestina en Ramalá todavía creen que se podría lograr algo para nuestro pueblo palestino a través del ya fallido proceso de solución», indicó el vocero en un comunicado de prensa.
Qassem también señaló que este comportamiento empeora la división política palestina y complica la situación de los palestinos.
Por otra parte, se refirió también a los procesos de normalización de relaciones diplomáticas de países árabes y musulmanes con Israel y señaló que este tipo de reuniones «animan a algunos en la región que quieren normalizar relaciones con la ocupación (Israel) y debilitan la posición palestina».