Resumen Latinoamericano, 11 de agosto de 2021
El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, saludó este domingo la decisión del gobierno de Perú de retirarse del Grupo de Lima y su reincorporación a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
“Saludamos la decisión del Pdte. @PedroCastilloTe para que #Perú se retire del injerencista Grupo de Lima e integre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. La #PatriaGrande avanza hacia una etapa de integración basada en el respeto y solidaridad entre los pueblos” (sic), escribió en su cuenta de Twitter.
El canciller de Perú, Héctor Béjar, anunció en pasados días el retiro de su país del llamado Grupo de Lima, como parte de la implementación de una política exterior no injerencista, a instancias del presidente Pedro Castillo.
El ministro de Relaciones Exteriores peruano señaló que a cuatro años de la creación del Grupo de Lima, el cual fue instaurado para apoyar a la oposición golpista venezolana rumbo a un cambio de gobierno en Caracas, sus participantes habían cambiado sus puntos de vista.
De esa forma, Perú se sumó a México, Bolivia y Argentina en la lista de naciones que suscribieron la creación del Grupo de Lima y que lo abandonaron, aunque el caso peruano es el más significativo, por darle nombre con su capital al cónclave.
Béjar también anunció que Lima se reinserterá en la Celac y, en ese espíritu, en concordancia con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, Perú condena los bloqueos y las medidas restrictivas unilaterales que solo afectan a los pueblos.
En el aniversario 196 de creación de las Fuerzas Armadas (FFAA), el presidente Luis Arce recordó y destacó la participación de la institución castrense a lo largo de la historia nacional; sin embargo, emplazó a los uniformados a nunca más ser parte de un golpe de Estado, como el de noviembre de 2019.
“Las Fuerzas Armadas están llamadas a cumplir su rol protagónico para convertirse en pilar de la construcción del Estado, son un eslabón más de la patria grande (pero) las Fuerzas Armadas nunca más deben ser parte de golpes de Estado ni de rupturas constitucionales, no deben ponerse a las órdenes de ninguna potencia hegemónica ni recibir armamento ni municiones de otros países para reprimir al pueblo boliviano”, dijo durante su alocución en la ciudad de Sucre.
Agregó que los militares tienen que avanzar en la reconstrucción de la patria para recuperar la confianza del pueblo humilde y avanzar en la consolidación de la democracia intercultural y del Estado plurinacional.
El 10 de noviembre de 2019 por la mañana, aviones de la Fuerza Aérea Boliviana sobrevolaron algunas poblaciones entre Oruro y La Paz, y dispararon en contra de personas que instalaron puntos de bloqueo para evitar la llegada de mineros potosinos que apoyaban las movilizaciones en contra del gobierno constitucional.
Ese día, el entonces comandante en jefe de la institución, general Williams Kaliman, pidió, junto con su Estado Mayor, la renuncia del presidente Evo Morales.
Una vez que Jeanine Añez se autoproclamó presidenta (12 de noviembre de 2019), los uniformados empezaron a salir de sus cuarteles para arremeter contra los bolivianos que apoyaban a Morales y rechazaban el golpe de Estado.
El Decreto Supremo 4078 les autorizaba a los militares a usar sus armas de fuego en contra de los manifestantes y, sobre todo, les eximía de cualquier responsabilidad penal en caso de muertes y heridos.
Entre el 15 y 19 de noviembre de 2019 ocurrieron las masacres de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), entre otras, donde más de 30 personas perdieron la vida tras ser impactadas por proyectiles de armas de fuego, y más de un centenar resultó herida.
Algunos militares también habían recibido armas de fuego, municiones y equipo antimotín de parte de los gobiernos de Argentina y Ecuador, cuyos presidentes, Mauricio Macri y Lenín Moreno, apoyaron el golpe de Estado.
“El reciente golpe de Estado de 2019 y el año de gobierno de facto (2020) muestra el acecho a la restauración conservadora.
Esa lamentable aventura a la que contribuyeron algunos malos militares contra el sentir mayoritario de las Fuerzas Armadas intentó enlodar a la institución militar con masacres que hirieron el sentimiento popular”, indicó el mandatario. Remarcó la importancia de dar continuidad al proceso de cambio y para ello resaltó la importancia del concurso de todos, en especial de las Fuerzas Armadas que tienen la oportunidad histórica de ser forjadoras de la patria.
“Es hora de empezar una nueva época y ciclo de nuestras Fuerzas Armadas. El pueblo les espera para caminar juntos y no les dará la espalda nunca, porque nunca irá a tocar las puertas de los cuarteles para pedirles que conspiren contra la democracia.
El pueblo tampoco les quitará su armamento estratégico para entregarlo a una potencia extranjera que lo desarme, el pueblo jamás les pedirá que masacren por decreto para luego desentenderse de las responsabilidades ante la justicia”, manifestó.
En su discurso, Arce destacó tres momentos fundamentales de la institución: sus antecedentes y orígenes que tienen como esencia a la insurgencia frente a la colonia española y al indígena como sujeto político y militar; la independencia de Bolivia y construcción de la República; y cuando se constituyó en crisol de la nacionalidad porque sus raíces indígenas forman la base para el nacimiento del Estado.
La Parada Militar fue en Sucre luego de 6 años
Después de seis años, la Parada Militar y jura a la bandera por el aniversario 196 de creación de las Fuerzas Armadas fue en la ciudad de Sucre.
Autoridades nacionales y de diversas instituciones, como la Policía y la Asamblea Legislativa Plurinacional, estuvieron presentes en el acto que se desarrolló en la Avenida de las Américas. El acto comenzó con un minuto de silencio y una plegaria en honor al personal castrense caído por brindar servicios y ayuda contra el Covid, y prosiguió con la jura a la bandera.
Luego de los discursos del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general de Fuerza Aérea, César Moisés Vallejos Rocha, y del presidente Luis Arce comenzó el desfile.
Los primeros en ingresar fueron los representantes de las organizaciones sociales y posteriormente los soldados y marineros de las distintas unidades militares del país.
Cientos de personas disfrutaron de la presencia de los uniformados en la capital.
FUENTE: Nodal